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Mundo :: 24/02/2010

Perú: Movilización indígena en el norte. Censurada la web de Servindi

Servindi / La Haine
Miles de indígenas marcharon en ciudades de la selva peruana exigiendo el cese de la persecución policial y el rechazo al informe que culpa a nativos de los enfrentamientos

Nota de La Haine: Una de las webs cercanas al movimiento indígena peruano y latinoamericano, que ha dado información detallada sobre los últimos conflictos entre los indígenas y los sirvientes del imperialismo como el gobierno de Alan García, ha sido "suspendida", léase censurada.

Al ingresar al sitio, http://servindi.org, aparece el mensaje en inglés "This Account Has Been Suspended" (La cuenta ha sido suspendida), sin más explicaciones ni detalles, y esto a dos días de realizada la importante movilización indígena y amazónica en el norte del Perú, convocada por los Afectados por la Minería.

También en Lima se movilizaron miles de personas pertenecientes a movimientos sociales y universitarios en apoyo de los indígenas y luego se concentraron ante el Congreso para pedir también la promulgación de una ley de consulta que les permita a los nativos decidir el ingreso de empresas a sus tierras.

Saúl Puertas, dirigente de la Asociación Interétnica de la Selva Peruana (Aidesep), dijo que "las marchas contaron con apoyo de los gremios de agricultores".

Las fuerzas armadas y policiales se concentraron desde temprano en las plazas de armas de las ciudades de Bagua, Yurimaguas y Jaén, donde existió mayor presencia de indígenas, gremios de campesinos y organizaciones civiles, pero al parecer la represión esta vez no causó muertes, tan sólo heridos leves.


Perú: Diferentes etnias se unieron a la movilización indígena en el norte

Servindi

Con movilizaciones pacíficas en diversas regiones del país se realizó ayer una jornada ciudadana nacional en rechazo a la actitud “intolerante, represiva y antiindígena” del actual gobierno, según calificaron los organizadores.

La primera jornada de 2010 tuvo su mayor expresión en las localidades amazónicas de Jaén y Yurimaguas, donde alrededor de dos mil personas protestaron contra la intolerancia del gobierno. Asimismo, se movilizaron en las zonas altas de Piura (Huancabamba y Ayabaca), además de algunas localidades de Lambayeque y La Libertad.

Del mismo modo en Lima, capital del Perú, medio millar de manifestantes costeños, andinos y amazónicos realizaron una marcha que culminó en la sede del Congreso de la República. Fue notoria la participación de trabajadores, organizaciones no gubernamentales y otros grupos sociales en solidaridad con el movimiento indígena.

La localidad de Bagua amaneció resguardada por cuatro mil agentes de la policía de operaciones especiales para impedir cualquier manifestación.

Entre las principales demandas está el respeto al Convenio sobre Pueblos Indígenas Nº 169 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), y en particular el derecho al consentimiento libre, previo e informado sobre cualquier edida que afecte a las comunidades indígenas.

Asimismo exigen el cese a la persecución de líderes indígenas, que se permita el retorno del presidente de Aidesep, Alberto Pizango, asilado en Nicaragua, y que se libere a tres indígenas encarcelados sin pruebas fehacientes: Feliciano Kahuasa Rolin, Danny López Shawit y Asterio Pujupat Wachapea.

También se demanda el freno a las concesiones mineras y petroleras en la Cordillera del Cóndor, la Amazonia y en zonas altoandinas en el norte y oriente del país.

Provocación

Saúl Puerta, dirigente nacional de la AIDESEP, acusó al Gobierno de “provocación” y de ejercer “presión sicológica” contra la población indígena al efectuar un exagerado despliegue militar.

“Quieren militarizar nuestros territorios para provocarnos, reprimirnos y luego echarnos la culpa de las consecuencias”, dijo a IPS el dirigente indígena Saúl Puertas, secretario general de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep).

Muchos indígenas no acudieron a las marchas por temor a la represión de los militares quienes actuaron de manera provocadora e intimidante al amparo de un decreto de urgencia que autorizó el empleo de las milicias del Ejército en apoyo de la Policía para la seguridad del país.

Además de autorizar la intervención de las Fuerzas Armadas el primer ministro Javier Velásquez Quesquén dijo que al gobierno no le temblaría la mano para poner orden ni permitiría otro “baguazo”. Asimismo, que “El estilo de este gabinete no es sentarse a conversar con aquellos que toman carretera… Solo les aplicamos la ley”.

En una conferencia de prensa realizada ayer Velásquez Quesquén calificó la protesta de “casi nula” y “un fracaso”, si bien reconoció su carácter pacífico.

Sin embargo, días antes de la marcha el gobierno suspendió las actividades de exploración en Amazonas de la minera Afrodita, de capitales canadienses, debido a que no acreditó el derecho de uso del terreno.

La compañía anunció que impugnará la medida y los dirigentes indígenas temen que el Estado ceda una vez más. Velásquez Quesquén alegó que tras esta medida del gobierno, los indígenas ya no tenían una razón de peso para protestar.

Sin embargo, aún permanecen sin derogar seis decretos legislativos inconsultos y cuestionados por las organizaciones indígenas y no hay avance en aprobar la ley general de consulta a los pueblos indígenas.

Peor aún, se vienen tramitando normas orientadas a facilitar el desplazamiento de poblaciones frente a proyectos de “interés nacional” y se continúan promocionando proyectos de gran envergadura sobre áreas protegidas y territorios indígenas, afirmó Saúl Puerta.

“Nuestros hermanos sólo han realizado caminatas y mítines. No se ha acordado bloquear carreteras ni puentes, sólo queremos expresar lo que pensamos”, dijo Puertas.

Por su parte, Cervando Puerta, presidente de ORPIAN, afirmó que los pueblos indígenas “todavía” están de luto e insitirán en el diálogo. Sin embargo, no descartan tomar “otras medidas” si el Gobierno no atiende sus demandas. “Esto lo decidirán las bases” precisó.

La movilización en la capital fue convocada por el Frente por la Vida y la Soberanía (FRENVIDAS) y congregó representantes de organizaciones de los pueblos indígenas andinos y amazónicos, campesinos, así como de las organizaciones sociales y políticas, y movimientos universitarios.

Los dirigentes coincidieron en llamar a la unidad de todos los movimiento sociales y fuerzas políticas que se oponen al modelo neoliberal entreguista y la lógica depredadora de los territorios y recursos naturales del país.

En la manifestación fue unánime el rechazo al informe oficialista sobre los hechos de Bagua, la exigencia de retorno del dirigente Alberto Pizango, el respeto irrestricto al Convenio 169 de la OIT y el cese a la persecusión de los dirigentes defensores de la vida.

Mario Palacios, presidente de CONACAMI (Afectados por la Minería), saludó el esfuerzo por sacar adelante esta jornada y “anunció que este es el inicio de un largo caminar entre los pueblos costeños, andinos y amazónicos”.

A su vez, Saul Puerta, enfatizó que en esta lucha “los pueblos originarios no están solos” y “avanzan sólidos en el FRENVIDAS”.


Más información en Radio Nederland

 

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