Radiografía de la dominación en México - II

Sin embargo, a pesar del desorden en la batalla de arriba, el sistema político no ha colapsado, como en muchas experiencias de otros Estados-Nación. Es el momento de mayor división entre los de arriba, pero eso no ocasiona el derrumbe del sistema político mexicano. El viejo régimen incorporó a nuevas facciones al Estado como mecanismo de estabilidad sistémica en un acuerdo cupular, permitiendo el reordenamiento de las elites dentro de un marco de reglas que aseguran la conducción dominante a pesar de sus diferencias.
La reforma política permitió al sistema no derrumbarse, pero esto no es suficiente para mantener las estructuras de dominación en medio del reordenamiento de elite. Se evitó el desastre, a riesgo de incorporar nuevos elementos de inestabilidad para el sistema en su conjunto.