El prestigio de la anomalía
El desarrollo de unas funciones emancipatorias y el esbozo de una alternativa sistémica y civilizatoria exigen la recomposición del prestigio de la anomalía. La capacidad de reconocer las intenciones en las acciones; el intento de comprender lo humano desde lo comunitario como socialidad extensa o la vocación de los y las de abajo por erigirse en sujetos autónomos y antagonistas, competentes para moldear su organización social imprimiéndole formatos particulares; de por sí, constituyen una anomalía dado que son consustanciales a la idea-fuerza de la democracia como lucha por la hegemonía, la democracia revolucionaria.