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Argentina :: 07/07/2010

Recorridos identificatorios entre la Alternativa Independiente y el Frente Popular Darío Santillán

Guillermo Cieza
Como ocurrió hace casi 40 años la novedad de los posicionamientos políticos provoca incomprensiones, que generan inseguridades en la propia militancia

El hecho de que un puñado de militantes del Frente Popular Darío Santillán, que no superan la media docena, provenga de las FAP-PB, no debe suponer que esta organización sea una continuidad, o la creación de una célula sobreviviente de la década del 70.

Para ser justos, si nos ponemos a contar hay mas militantes que provienen de partidos de la izquierda clásica como el MAS o el PC, o incluso del Anarquismo, que de las FAP. Y la inmensa mayoría no proviene de militancias partidarias, sino de luchas barriales o agrupaciones estudiantiles.

Pero más allá de todas esas cuentas creo que lo más importante es que identificar que el torrente principal y más dinámico del FPDS son los Movimientos de Trabajadores Desocupados (MTD), que es una militancia nueva ajena a los partidos tradicionales de izquierda y que no tienen edad para haber militado en los 70.

Lo que si es cierto es que hay recorridos en el Frente Popular Darío Santillán que bien pueden identificarse con la experiencias de la FAP. y quienes militamos en la década del 70 tenemos la sensación de volvernos a encontrar con preguntas que ya nos hizo la realidad hace mas de treinta y cinco años. En un trazo muy grueso podría proponer que, en los debates centrales, el FPDS arranca donde terminó la FAP.

La organización setentista a partir del lanzamiento de la propuesta de Alternativa Independiente puso sus mayores esfuerzos y obsesiones por integrarse a la clase trabajadora, por llegar a pensar una política liberadora desde las bases obreras.

El Frente Popular Darío Santillán cuyo componente más dinámico son los Movimientos de Trabajadores Desocupados (los MTD) parte de una profunda inserción social en la clase trabajadora, y de la posibilidad de pensar la política desde su base territorial.

Desde distintos recorridos llegaron a construir los cimientos de un proyecto de poder. Les falta todo lo demás. El tiempo que les faltó a las FAP, parece ser más generoso con el FPDS. Pero no solo se precisa tiempo. También hace falta vocación de poder.

La alternativa independiente (AI)

igen

La Alternativa independiente es una propuesta política que surge en 1971 en el seno de una organización armada. Las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP).

La experiencia de las FAP es poco conocida y a veces mal conocida. Pasada la dictadura en los primeros tiempos de la democracia constitucional se difunden algunos materiales donde la referencia a las FAP se reduce a un grupo menor de la izquierda peronista, que termina disolviéndose en Montoneros en 1973.

Mas de quince años después del retorno a la democracia aparece un aporte muy valioso con el libro de Pérez y Duhalde que publica los documentos más importantes de esa organización. Esa documentación da cuenta del recorrido de las FAP desde su aparición pública en Taco Ralo, sus divisiones, y el trayecto de la FAP nacional, única corriente de esa organización que continuó hasta el año 1979. Las FAP expresan su mayor de síntesis política en 1971, y el apogeo de su desarrollo organizativo en los años 1974 y 1975, en coincidencia con el alza de luchas obreras más importantes de la historia argentina y la experiencia de las interfabriles.

Con respecto a sus dimensiones, si es cierto que en 1973 era un grupo menor de la izquierda peronista donde dominaba Montoneros, no era esa la misma situación en setiembre de 1971, cuando se lanza la propuesta de Alternativa Independiente. En ese momento las FAP era la organización armada peronista de mas desarrollo, donde confluían grupos de distintas procedencias y que sintetizaba buena parte de los saberes de aquellos tiempos.

Con respecto al pensamiento político de las FAP, el antecedente ineludible es John William Cooke. Este dirigente, nacido en la capital de la Provincia de Buenos Aires, fue diputado del primer gobierno peronista, interventor del partido Justicialista en 1955, posteriormente delegado de Perón y enlace con la resistencia peronista entre los años 1956 y … Pero además fue el hombre de confianza del Ernesto Che Guevara y la revolución Cubana en la Argentina, durante los años que desde la isla se alentaron insurrecciones armadas en Latinoamérica.

Dos dirigentes de conducción de las FAP fueron miembros destacados del grupo que fundó Cache y Alicia Eguren: Acción Revolucionaria Peronista. Estos fueron Raimundo Villaflor y Rubén Palazzesi.

Palazzesi que se instala en Córdoba para fundar las FAP, es la vinculación con el Peronismo de Base de Córdoba, organización que desde un proceso diferente adhiere a la Alternativa independiente y termina confluyendo con las FAP- Nota1. El Peronismo de Base nace en Córdoba, a partir de la confluencia de agrupaciones barriales y sindicales, cuyo antecedente son la decisión de de militantes estudiantiles que provenían del integralismo, de volcarse al trabajo de base.

Raimundo Villaflor, fue delegado metalúrgico durante la resistencia peronista, era hijo de un militante obrero anarquista, Aníbal Villaflor, que adhiere al peronismo, y fue discípulo del comunista disidente Blajakis. Sus primeros años de militancia están retratados magistralmente en Quien mató a Rosendo de Rodolfo Walsh. Lo que no dice el libro es que cuando Cooke le dice a Raimundo que tienen que “guardarse” porque lo van a culpar del asesinato de Rosendo García y Blajakis, el lugar adonde va a esconderse es a Cuba. Justamente ese libro es una llave para una mirada de la historia argentina muy diferente a la que coincidentemente elaboraron historiadores de nuestra izquierda tradicional, del peronismo oficial, incluso en sus versiones “de izquierda”, y de la historiografía liberal.

En la misma dirección del trabajo de Walsh recomiendo leer la investigación de Horacio Salas sobre los “Uturuncos”, y el trabajo de Nicanoff y Castellanos sobre el “Vasco” Bengochea . En esté último trabajo aparece una mención muy especial a quien fuera uno de los mas queridos discípulos del “ Vasco” y otro de los principales dirigentes de la FAP, Enrique Ardeti.

El mundo obrero donde militantes de la resistencia peronista tienen vinculación con el Che y Cuba, con anarquistas, con trotskistas y comunistas disidentes, alimenta los debates de las FAP. Pero hay mas: esta el tronco del Movimiento de la Juventud Peronista que lideraba Envar el Kadre y Amanda Peralta, los de procedencia Tupamara como Elsa Martinez, los cristianos de base como Gerardo Ferrari, los que venían de Tacuara y fueron formados militarmente en China como Jorge Cataldo y Rodríguez, los antropólogos de las Cátedras Nacionales como Roberto Carri y Guillermo Gutiérrez, las discípulas de Pichón Riviere, personajes como Aníbal Caffati, que sumaba a su militancia su larga experiencia como preso común , intelectuales de la talla de Walsh, y Hernández Arregui, etc., etc.

De algún modo puede decirse que la propuesta de Alternativa independiente sintetiza los años de resistencia peronista, y la lucha de los 60 que desembocó en el Cordobazo, pero es mucho más que eso. Sintetiza buena parte de los saberes de su tiempo, con una propuesta que es de avanzada al punto que la organización que la formula encuentra dificultades en el conjunto de su propia militancia para llevarla adelante. De hecho entre setiembre de 1971 y mediados del 73 (tiempos urgentes) las FAP se debate en el Gran Buenos Aires entre la parálisis y rupturas sucesivas, que amenazan desintegrarla, hasta que a partir de la fusión con el Peronismo de Base, con desarrollo en el interior, puede empezar a vincular mas eficazmente prácticas y propuestas.

2. El nacimiento de la AI.

La Alternativa Independiente es sintetizada por una organización armada que se cuestiona su propia práctica. En el documento político de setiembre de 1971 se plantea el trazo grueso de esta propuesta.

- la lucha armada, en se momento expresada por las Organizaciones Armadas Peronistas (OAP) nace como una respuesta metodológica revolucionaria frente a las insuficientes tácticas del movimiento para llegar al poder.

- Este planteo ahora es insuficiente, no da respuesta a la contradicción entre el nivel actual de la conciencia y el desarrollo de la lucha de la clase obrera (y su visualización de la lucha armada) y su realidad organizativa.

- Se propone en consecuencia una confluencia entre la lucha armada y las luchas populares, pasando del foco al desarrollo de una guerra popular y prolongada.

- Se plantea la necesidad de pasar de una situación que de hecho no supera ser el brazo armado del movimiento ha hacer un aporte para desarrollar una propuesta política organizativa de la clase obrera, que garantice su hegemonía.

La Alternativa independiente está pensada como una propuesta que pueda ser acompañada por las restantes organizaciones armadas peronistas (OAP). A poco de andar, esta posibilidad se diluye. Creo que en el rumbo que tomaron las discusiones posteriores, fue decisiva la muerte en combate de Carlos Olmedo, dirigente de FAR. En una “Respuesta de las FAP” que es parte de la polémicas que sellan el distanciamiento con Far y Montoneros, encontramos algunos párrafos son muy ilustrativos de cómo se origina el lanzamiento de la AI. …De esta manera el núcleo político militar que intentaba desarrollarse como vanguardia político militar de un proceso de guerra popular prolongada, entró en crisis cuando debió afrontar la tarea de incorporación del pueblo (a través de sus activistas más esclarecidos) y de su problemática política y organizativa. La Organización carecía de una estructura que diera respuesta al pueblo en función de afrontar un largo proceso de guerra popular: De este modo, la forma en que desarrollábamos negaba nuestro proyecto estratégico ; puesto que la realidad de la clase, las contradicciones entre el desarrollo de su conciencia política y el desarrollo de sus insuficientes formas organizativas, entre su voluntad de poder y sus práctica espontaneísta no podía encontrar respuesta en el limitado criterio político militar que orientaba nuestra práctica”

Sobre esos fundamentos las FAP irá desarrollando una propuesta que va precisando su valoración sobre el peronismo, sobre Perón, su concepción estratégica y sus formas de intervención política. Algunas de estas definiciones son anteriores al lanzamiento de la AI, por eso insisto que ese posicionamiento fue una síntesis política.

3- Los contenidos

eronismo y Perón

- La AI identifica dos peronismos: el de los trabajadores por un lado y por otro el de los patrones y burócratas políticos y sindicales. Incorpora la idea de que la lucha de clases también se desarrolla en el seno del peronismo y toma partido por la clase obrera peronista. Esto le da a las FAP y al Peronismo de Base una identidad clasista, que se concreta en lo sindical cuando privilegia esta adhesión por encima de su pertenencia al peronismo, formando parte de las listas clasistas que se desarrollan en esos tiempos en las principales fábricas de Córdoba, Rosario, Conurbano y gran La Plata. Desde esa lógica identifica al movimiento peronista como un frente de clases de hecho que se mantiene unido por antecedentes históricos y la referencia de un líder popular ( Perón), pero considera que en si mismo no constituye un movimiento de liberación, sino la expresión de dos proyectos diferentes que transitan hacia el antagonismo. Por eso califica a la unidad del peronismo como “una utopía reaccionaria”

- La AI desconoce la historia oficial del peronismo y las estructuras del movimiento peronista. Intenta una lectura diferente de sus hechos históricos: (el 17 de octubre, gobierno 45-55, resistencia peronista) reivindica exclusivamente la lucha y la experiencia de los trabajadores peronistas y no se integra a las estructuras formales del movimiento (62 organizaciones, partido justicialista, juventud peronista). La relectura del peronismo se asienta en Cooke que planteaba la necesaria conducción de los trabajadores peronistas (quienes son columna vertebral y deben ser cabeza), pero dando un paso adelante desconociendo la posibilidad que sectores empresarios y burocráticos del peronismo puedan participar en un proceso de liberación y recuperando el concepto de hegemonía de los trabajadores, pero referido ahora a otros sectores populares peronistas o no. - La AI considera a Perón como un líder popular, pero no como un líder estratégico. Como un líder respetado por el pueblo, pero no como la conducción de las FAP. Identifica diferencias con el proyecto de Perón, porque las FAP están por el socialismo y Perón no supera un capitalismo autónomo, proyecto que se considera inviable. Sin embargo y a pesar de caracterizar a Perón como un líder burgués, la postura mayoritaria en la FAP es confiar en que cuando estallen las contradicciones internas del peronismo, Perón apoyara a los posicionamientos populares. Ese pronóstico no se cumplió.

3.2 -La concepción estratégica

- La AI hace una crítica radical al foquismo y le opone la organización de la lucha armada. Esta visión reconoce que la lucha armada no nace con las organizaciones guerrilleras sino que ya estaba presente en la experiencia de la clase obrera con los atentados de los anarquistas, con los “caños” y actos de sabotaje de la resistencia, etc.

Se trataba de organizarla, pero no para reunir al pueblo en torno a una fuerza político-militar, sino poniendo la organización de la lucha armada al servicio de la organización obrera y popular, por eso sus blancos principales son las grandes patronales y la burocracia (y no las fuerzas armadas). Desde esa definición va precisando definiciones que van en la dirección de asumirse como auxiliar, cuando fuera necesario, nunca como reemplazante de la organización popular que tenía que construirse desde las bases y con autonomía, incluso, de las organizaciones que intentaban hacer un aporte revolucionario. El repaso de la línea operacional de las FAP en los años 73-76, da cuenta de este proceso de debate donde se pasa de grandes operaciones militares que tienen como eje las patronales y la burocracia, a pequeñas operaciones de apoyo a conflictos sindicales, con los mismos ejes. - Cuando surge la AI la formulación de la necesidad de construir una organización política de la clase obrera peronista da la idea de algo parecido a un partido. Sin embargo cuando esta idea empieza a desarrollarse, se trabaja con una perspectiva diferente a la idea del partido de los trabajadores. La idea del partido se asocia a lo artificial, a propuestas ajenas a la clase (esta mirada está muy asociada a la crítica al foquismo).

Se define el rol de la organización como herramientas al servicio del desarrollo del poder obrero y popular, que se expresa en el desarrollo de organizaciones de base autónomas. Considera que el avance revolucionario se mide por el crecimiento de la conciencia y organización del conjunto de los trabajadores y no por el desarrollo de una organización que se autoasigna un papel de partido o vanguardia. Este pensamiento es coincidente ( casi textual) con el que expresara Raúl Sendic, líder de los Tupamaros - La AI pretende valorar a la militancia y a las construcciones políticas desde las prácticas, desde los desarrollos organizativos promocionados en la base, y de la coherencia de sus posicionamientos. Valora una ética y un compromiso político que se expresa en el “poner el cuerpo de sus militantes”, como en sus posicionamientos políticos. Como dato ilustrativo los mayores compromisos en acciones militares eran asumidos por los compañeros de mayores responsabilidad políticas. Esta idea de poner en marcha los valores del hombre nuevo y decir siempre la verdad revolucionaria, mas allá de conveniencias políticas circunstanciales, identifica a las FAP. Un ejemplo de esta postura es su negativa a repudiar el ataque de un cuartel por parte del ERP a poco de asumir el gobierno de Perón. Hay un discurso de Jorge Di Pascuale, que actúa como vocero en esa circunstancia que expresa esa línea de conducta y coherencia, en tiempos de mucha presión política. - La AI entiende al clasismo como una vocación muy fuerte por construir organizaciones de trabajadores y formar militantes de origen obrero. Está en las antípodas de quienes se autolegitiman por sus discursos, pero cuya composición social es mayoritariamente estudiantil o profesional. El clasismo, como la condición de revolucionario se asume como una vocación, no como una realidad sustentada en un puñado de definiciones teóricas. Allí también hay una coincidencia muy fuerte con la perspectiva de Sendic cuando afirmaba que la historia dirá si fuimos revolucionarios.

Una de las sorpresas que se llevan los marinos de la ESMA que en agosto de 1979 detienen a los últimos grupos en actividad o estado latente, es que la casi totalidad de los militantes eran obreros industriales.

- La FAP transita de una organización centralizada a una concepción organizativa federalista. A partir del lanzamiento de la Alternativa independiente por las FAP y de la publicación de documentos políticos del Peronismo de Base de Córdoba se genera un proceso de identificación política en el seno de la militancia peronista de izquierda, con distintas variantes: se constituyen grupos FAP o PB en el interior, grupos de la FAP empiecen a desarrollar frentes territoriales y sindicales como Peronismo de Base, y grupos territoriales y sindicales del Peronismo de Base, comienzan a desarrollar estructuras armadas como FAP . Mas que un funcionamiento orgánico existen referencias políticas. Por el lado de las FAP, la referencia es el grupo liderado por Villaflor que se denomina FAP Nacional; por el lado del Peronismo de Base la referencia es el PB de Córdoba.

En esa coyuntura se producen las elecciones del 11 de marzo de 1973 y hay diferentes posicionamientos regionales. Buenos Aires, Tucumán, Mendoza, Chaco, y Mar del Plata llaman a votar críticamente a Campora. Santa Fe y Córdoba no lo acompañan en esa posición, dejando la libertad de acción o proponiendo el voto en blanco.

El 20 y 21 de octubre de 1973 se hace el Segundo Congreso del Peronismo de Base de Córdoba y se constituye una Mesa Nacional que adopta una forma federalista. A partir de ese Congreso está definido que FAP y PB son dos grupos políticos articulados que comparten una misma propuesta. Mas allá de las formalidades las FAP- PB funcionan como una organización federalista, con matices diferentes en los posicionamientos y ejes de construcción social.

En lo que hace a su voz política apelan a la figura de voceros. Los más conocidos fueron Jorge Di Pascuale, Osvaldo Villaflor y Miguel Angel Mars (UTA) Estos compañeros eran figuras publicas, de antecedentes intachables, que mantenían un vínculo orgánico con las FAP-PB, pero no eran sus principales dirigentes. Identifico como principales dirigentes de la FAP en el período 73- 78 a Raimundo Villaflor, Elsa Martinez, Rubén Palazzesi y Enrique Ardeti, El hecho que algunos de ellos tuvieran pedido de captura puede haber contribuido a esta forma de representación, pero también me parece muy importante la experiencia de la resistencia peronista donde las comisiones de reclamos eran públicas y las comisiones de luchas, la verdadera dirección del conflicto, eran clandestinas.

4- Luces y sombras.

Como decíamos en el año 1971 las FAP sintetizan conclusiones políticas de la experiencia de muchos años anteriores. Pero esta propuesta de avanzada encuentra dificultades en la propia militancia que la generó para llevarse al terreno de la práctica. La Regional Buenos Aires, que es donde se sintetiza la propuesta, transita un impasse de casi dos años, con crisis y prácticas parciales, y recién a mediados de 1973 empieza a expresarla en construcciones de base. Esto no sucede en el interior donde también hay desacuerdos y fracturas, pero la militancia no se paraliza.

Como organización nacional (FAP-PB), tiene su apogeo en los años 74-75. Si bien la organización fue golpeada por las 3 A (asesinato de Ortega Peña y otros), marzo del 76, marca un cambio de escenario donde se dificulta el funcionamiento político. Resumiendo la puesta en práctica de la propuesta de Alternativa Independiente tuvo desarrollo durante 3 años en el Gran Buenos Aires y 5 años en el interior. Demasiado poco tiempo para valorar sus posibilidades y sus límites.

Con esa consideración podemos decir que su límite más saliente fue la debilidad de su proyecto de poder: Las FAP y el Peronismo de Base no interpelaron al conjunto del pueblo. Desde otra lectura podemos decir que las FAP si tenían un claro proyecto de poder, pero que durante esos años lo estaban construyendo en los cimientos desde la creación de comandos obreros que promovían agrupaciones sindicales independientes.

Desde cualquiera de las dos visiones podemos coincidir en que ese proyecto de poder no se visualizaba en la superficie política (ya se sabe que los cimientos están debajo de la tierra) y se limitaron a crecer por sus bordes y aprovechar algunas herramientas y espacios que la organización no había creado, ni promovido (la revista “Militancia” y la banca de Ortega Peña).

El desarrollo de la AI en esos años iniciales esta muy marcado por la necesidad de insertarse fuertemente en la clase obrera y de despojarse de contenidos que son considerados artificiales o superestructurales. En ese recorrido se promueve la proletarizacion de militantes, se centra el funcionamiento político en comandos barriales y fabriles (y después exclusivamente fabriles), se reduce los frentes estudiantiles a lugares de propaganda para reclutamiento (para apoyar a las organizaciones barriales o fabriles), se desvaloriza las actividades que no se desarrollan en el seno de la clase al punto que se resiente el propio funcionamiento organizativo y la discusión política interna. Si el lanzamiento de la AI, incluía como posible actores a FAR y Montoneros, las diferencias se agudizan al punto que la FAP se refirma en sus posiciones mas basistas, criticando el superestructuralismo y el aparatismo de la “ Tendencia Revolucionaria del Peronismo”-

El golpe del 76 encuentra a una organización muy fuerte en las fábricas, pero con una estructura política casi diluida, pobre en infraestructura, en funcionamiento y en organización, al punto que no tenía siquiera con capacidad de proteger lo existente. Como anécdota ilustrativa : después del golpe se organiza un secuestro para hacer finanzas que ayuden a las familias de delegados obreros que están desaparecidos, y colaborar con algunos que deben permanecer clandestinos o irse del país.

En la FAP la obsesión por construir radicalmente diferente y las propias inseguridades que siempre acompañan a las propuestas novedosas, la encierra en sus propias construcciones, aislándola de otras fuerzas políticas, sectores populares y vinculaciones con organizaciones y procesos latinoamericanos. Como suele ocurrir la estación siguiente al aislamiento (incluso en un mundo obrero tan rico y convulsionado como el de los años 74-75) no es la pureza, sino el empobrecimiento de la propuesta. En este caso se debilitaron sus posibilidades de proyectarse como alternativa política. Esa despreocupación por interpelar políticamente al conjunto del pueblo, de proponer iniciativas políticas más allá de los bordes de sus agrupaciones fabriles, se expresó también en los escasos testimonios que quedaron de su actividad. Unos pocos números de la revista Con Todo, algunas publicaciones regionales (los boletines Evita) que daban cuenta sobre todo de los conflictos, y los comunicados y documentos que levantaba algún medio, o guardó algún militante. En marzo del 76 había síntomas del agotamiento de una etapa, se habría nuevas discusiones, pero el golpe no nos dio tiempo a abordarlas. Acordando en las sombras de la propuesta de las FAP, es importante rescatar sus luces. Digamos para empezar que las FAP no se aislaron en un placard sino en las convulsionadas fábricas de los años 74-75. La concentración de todos esfuerzos en las fábricas le permitió avanzar en .debates y conclusiones en el marco del alza de luchas obreras más importante de la clase obrera en la Argentina. Es por eso que en sus conclusiones se sintetizan una de las experiencias mas avanzadas de la concepción de Socialismo de base en America Latina.

Son ilustrativas de esta experiencia, con sus luces y sombras, las propuestas contenidas en el documento “Punteo de reordenamiento de nuestra práctica”, generado en la Regional La Plata en 1975.

(...) “…- En lo político reivindicativo y metodológico: En lo coyuntura se puede preveer una nueva ola de luchas reivindicativas. Nuestra actitud debe ser dar respuesta permanente para fortalecer la resistencia del conjunto tratando de que la patronal no avance (denunciando cada una de sus maniobras) y que las luchas de la COP (clase obrera peronista) signifiquen avances (en experiencia y confianza en sus propias fuerzas); pero al mismo tiempo debemos ir CONSTRUYENDO PODER OBRERO, de lo contrario las luchas de la COP no cuestionan el poder patronal.

Para iniciar la construcción de Poder Obrero en una fábrica es necesario analizar la práctica del conjunto y extraer los elementos que aporten a caracterizar el estado político, relacionarse con el activo y extraer de esta discusión los elementos necesarios para precisar la construcción del Poder Obrero en el frente. Para construir Poder Obrero es necesario tener en cuenta algunas cuestiones metodológicas que tienen una fundamentación política e ideológica profunda

1 - El control obrero de la producción: Es un elemento fundamental a tener en cuenta para llevar adelante la lucha. No solo porque la experiencia política de la COP demuestra que golpear en la producción hace retroceder a la patronal, sino también y fundamentalmente porque las prácticas de control de la producción van desarrollando la conciencia revolucionaria de la clase, van desalineando al conjunto que empieza a comprender que su destino fatal no es ser una pieza en un engranaje, sino que pueden llegar a manejar el proceso de producción y ponerlo a su servicio. Si la clase caza estos elementos la patronal no puede integrarla.

2- La democracia obrera: es necesario remarcar que la libre expresión y participación del conjunto permite ir descubriendo cual es el mejor camino para resolver las cuestiones planteadas. En ese sentido la democracia obrera construye. Es por eso que el planteo de democracia obrera no se hace solamente para evitar que la democracia nos maniobre, sino que se introduce como una forma revolucionaria de resolver los problemas de la clase.

3- La comisiones obreras o consejos obreros: Se trata de organismos que garantizan la expresión independiente de la clase. Mientras las Comisiones Internas o Cuerpos de Delegados están sujetos a las leyes patronales, las Comisiones Obreras están sujetas solamente a las leyes que determinen el conjunto de los compañeros. Se plantea además el carácter revocable de los representantes y la permanente consulta al conjunto. El planteo de la Comisión Obrera es además una necesidad política en la actual coyuntura, en la medida que las patronales y la burocracias están dando una política de integración sobre las Comisiones Internas y Cuerpos de Delegados “Combativos”, haciendo enredar en los estatutos patronales y convirtiendo a los delegados reformistas en los encargados de resolverle a la patronal los problemas reivindicativos que surgen de los sectores, frenando así la participación del conjunto.

- En lo político coyuntural: En cada frente es necesario tener ejes permanentes de propaganda. Dichos ejes deben emanar del análisis las contradicciones políticas de los laburantes en cada fábrica. A su vez los volantes de coyuntura general deben aportar a fortalecer el estado político de la clase en lo siguiente; 1) caracterizar a la patronal como enemigo principal e ir denunciando sus sucesivas políticas y sus relaciones con los sirvientes de turno. 2) Aportar a romper el marco político-ideológico del Movimiento Peronista con ejemplos coyunturales ·3) Denunciar la política reformista de llamada Tendencia Revolucionaria 4) Remarcar nuestra propuesta para adentro de fábrica.

En lo político- militar Es necesario dejar sentado que cualquier operación debe fundamentarse en la construcción del Poder Obrero en los frentes. El plano militar es la forma más alta de enfrentar al poder patronal, pero no puede estar desintegrado de los restantes planos de la propuesta. De lo contrario se cae en un accionar artificial que desvía el esfuerzo de la Construcción del Poder Obrero en los frentes. - en lo político-ideológico: Se proponen los siguientes pasos: discutir el documento nacional sobre la fundamentación de las propuestas y que a partir de esta esa discusión que P y PB (FAP y Peronismo de Base) produzcan instrumentos que aborden los diversos aspectos. Incorporar al EVITA (N.A. publicación regional) artículos formativos sobre la construcción dentro de la fábrica.

- En lo político organizativo: Se proponen los siguientes criterios generales: 1) adoptar el funcionamiento de todos los ámbitos a nuestro objetivo de construir la propuesta dentro de fábrica. 2) conformar ámbitos por frente para garantizar una atención mas rigurosa de los frentes 3) los criterios determinantes en los el ordenamiento organizativo surgen de los frentes cualitativos.”. Nota: los frentes cualitativos a los que se hace referencia son Petroquímica Sudamericana, Propulsora Siderúrgica, Frigorífico Swift, Astilleros Río Santiago, Línea 520 (UTA), y Peugeot.


El Frente Popular Darío Santillán

El Frente Popular Darío Santillán se forma en el mes de abril de 2004 a partir de la confluencia de distintas organizaciones de desocupados que se han encontrado en la lucha por una baja de planes Barrios Bonaerenses y que convocan a organizaciones estudiantiles y culturales, con que habían venido realizando prácticas conjuntas. Se define como propuesta multisectorial pero esta definición se va completando al año siguiente cuando se crea el Sector Sindical y cinco años mas tarde cuando se crea el Sector Rural, en los dos casos dando forma a la confluencia de realidades preexistentes en el seno del FPDS.

Desde sus inicios el FPDS se define como antiimperialista y anticapitalista, agregándose la definición de antipatriarcal en el Plenario Nacional realizado en Mar del Plata en 2006. El FPDS se presenta a si mismo como un movimientos social y político multisectorial con vocación de construir poder popular para realizar un cambio social, un cambio de sistema donde el capitalismo sea reemplazado por un socialismo creado por los pueblos, con proyección latinoamericana.

El FPDS se organiza regionalmente y por sectores, poniendo como máxima autoridad a las asambleas de base y sus representaciones distritales, regionales y nacionales, expresada en el Plenario Nacional.

Promueve en sus construcciones sociales y hacia lo interno nuevas formas de relaciones que prefiguren la nueva sociedad, impulsando en particular la democracia de base, la formación política, la autogestión, la lucha y la fragmentación del poder interno.

La diversidad como fuente de una síntesis superadora

La primera coincidencia en los recorridos entre las FAP y el FPDS es que ambas organizaciones sintetiza conclusiones de distinta procedencia y saberes de su tiempo. Y que valora la diversidad, no como un problema, o como una causa de diferenciación, sino como la posibilidad de construir una síntesis mas rica y un discurso superador de las diversidades originales.

Militan en el FPDS personas de distinta extracción política y experiencia diversa. Estas procedencias o experiencias no alimentan corrientes que pugnan por imponer posicionamientos sino aportes políticos que intentan ser sintetizados, elevando la producción política y la calidad de las propuestas. Esta mirada aleja al FPDS de propuesta como de movimientos de movimientos, o de redes diversas. El FPDS aspira a sintetizar toda la riqueza que aporta la diversidad en propuestas políticas y organizativas comunes, sin dejar de contemplar que seguramente habrá matices regionales o de sector, que se valoran como ensayos que pueden ser comparados y aportar conclusiones que beneficien al conjunto.

El concepto de hegemonía

Los dos recorridos reivindica el concepto de hegemonía de los trabajadores, no vinculándola a la construcción de un partido clásico, sino al de desarrollo de una herramienta al servicio de la organización trabajadores: El FPDS dirá” la organización popular”, pero esa modificación en la expresión no es ninguna concesión a concepciones nacionalistas, sino al registro de los cambios producidos en el mundo de los trabajadores.

“ Este sujeto ya no puede limitarse a la clase obrera ocupada formalmente, sino que abarca a un conjunto de sectores sociales que son víctimas directas o indirectas del capitalismo y que sólo pueden realizarse como tales en tanto protagonicen cambios revolucionarios, por lo que decimos que el sujeto es plural o multisectorial, y lo denominamos como pueblo trabajador, o como pueblo. Este reconocimiento de la pluralidad del sujeto no atribuye a todos los sectores el mismo peso estratégico, ya que reconocemos potencialidades diferentes de acuerdo al lugar que ocupan en la producción, sus posibilidades de acumular triunfos y organizarse, desde sus dimensiones cuantitativas y desde su experiencia de lucha”.
Fragmento de “Que es el Frente Popular Dario Santillan”. Declaración, abril de 2007.

En los dos recorridos se comparte la idea de asociar clasismo y hegemonía a promover la organización de trabajadores concretos. Y de no separar lo reivindicativo de lo político, reconociendo diferentes niveles conciencia política que una organización con vocación revolucionaria tiene que aportar a desarrollar.

La construcción del poder

En las dos organizaciones hay una asociación de la idea de poder con la organización de base. Las FAP -PB hablaban de Poder Obrero, o de Poder obrero y Popular, y al analizar la cuestión de la burocracia sindical cuestionaba la política de los partidos clásicos de la izquierda centrada en remover la lápida de la burocracia, remoción pensada centralmente en la disputa electoral por los cargos de delegados, comisiones, internas y sindicatos. A esa estrategia se opone una mirada que pone todo el esfuerzo en el desarrollo de la conciencia y organización desde las bases, y que considera a la recuperación de espacios en la estructura sindical, como una de las consecuencias “naturales” de ese desarrollo. Allí hay una lectura que seguramente saca conclusiones de la experiencia de la resistencia peronista, pero que va mas allá de un paso táctico. La idea del poder obrero promueve también la construcción de una nueva legalidad de los trabajadores y de formas organizativas que no se rijan por las leyes del sistema (aún arrancada por los trabajadores al sistema, como es la legislación sindical) sino por leyes propias, de los trabajadores. En esa dirección se impulsan asambleas por sección, reuniones autoconvocados de activistas, se impulsa a las interfabriles donde participaban agrupaciones sindicales y comisiones internas o sindicatos, y algunas incipientes experiencias de consejos obreros de fábrica. En algunos posicionamientos de las FAP aparecen conclusiones que los emparentan con los luxemburguistas y los consejistas, sin embargo esos autores no parecen haber sido parte de la biblioteca de sus principales dirigentes.

El FPDS nace con una impronta muy fuerte de los posicionamientos de los MTD con un fuerte rechazo a lo institucional y lo electoral.

La idea de poder popular, es el poder construido desde la base. Por razones administrativas ya que son exigidas por el gobierno para hacer gestiones, deben armar algunas Asociaciones Civiles (ONG), pero estas son puramente formales y subordinadas a las decisiones asamblearias. Para el FPDS el poder popular es ante todo praxis.

“Poder popular es el proceso a través del cual los lugares de vida (de trabajo, de estudio, de recreación, etc.) de las clases subalternas se trasmutan en célula constituyente de un poder social alternativo y liberador que les permite ganar posiciones y modificar la disposición del poder y las relaciones de fuerza y, claro está, avanzar en la consolidación de un campo contrahegemónico. Se trata de espacios de .anticipación. social y política, donde habita lo real posible (el poder popular consuma una transformación y a la vez posibilita la apertura a nuevas transformaciones), espacios cuyos modos se contraponen a los ejes principales de la política burguesa, tanto en sus versiones de derecha o .progresistas.: la administración de lo dado y la gestión sin fondo utópico.

El poder popular es también asumir el potencial liberador de la propia fuerza. El poder popular es la potencia latente de las clases subalternas. El poder popular es praxis, por lo tanto, exige adhesiones práxicas.”
Poder popular “cartilla de formación .Campamento anual de formacion noviembre 2009).- Mazzeo-Strata

En los últimos dos años el Frente Popular Darío Santillán empieza a masticar una discusión sobre la conveniencia o no de ocupación de determinados espacios institucionales, con un sentido instrumental y subordinado a la construcción del poder popular desde las bases. El carácter multisectorial del FPDS no es un dato menor en esa discusión. Quienes más aportan a abrir el debate es el sector estudiantil, que viene de una experiencia con más vinculaciones con lo institucional (Elecciones periódicas, participación en Centro de Estudiantes y Consejos Académicos), y en menor medida del sector sindical (donde hay delegados y miembros de comisiones internas).

El otro dato importante es que el FPDS es una organización que progresivamente va abriéndose a conocer la experiencia latinoamericana, la que amplia el horizonte del debate

La cuestión de la organización

Las FAP hace el recorrido de una organización armada con prácticas foquistas que termina disolviéndose en una organización sustentada en núcleos fabriles, que impulsan agrupaciones sindicales independientes, con una dirección política de un reducido número de militantes mas vinculados a la coordinación de conflictos y acciones de apoyo, que a proyectar políticas dirigidas al conjunto de los trabajadores y el pueblo. Como es de suponer las tareas de relaciones políticas, prensa, finanzas y formación política se reducen a impulsos individuales de pocas personas con responsabilidades múltiples.

La idea que la única realidad valorable es la organización de las fabricas donde la organización esta inserta, reduce los aportes políticos al punto que una organización que se había nutrido de distintas experiencias latinoamericanas, en particular El MLN- Tupamaros de Uruguay y en menor medida la revolución Cubana; con militantes que habían conocido la experiencia China y reivindicaban la lucha anticolonial en Argelia, en su momento de apogeo carecía de relaciones internacionales.

El golpe del 76 encuentra a las FAP despuntando los primeros debates sobre la necesidad de reconstruir organización más allá de los núcleos fabriles, pero sin las previsiones organizativas elementales. En el origen del FPDS, encontramos una confluencia de organizaciones, que ya expresaban en si misma la vinculación de pequeñas agrupaciones con vocación de trabajo de base. Si vamos mas atrás advertimos que esas pequeñas agrupaciones desde distintas historias políticas coinciden en recuperar lo político desde lo social y que pasan de la simple coordinación a formas más complejas de organización.

Entre los MTD hay una consigna mística que da cuenta de los comienzos de ese recorrido. Alguien pregunta en voz alta: “Donde nos vemos compañeros” y la respuesta del resto es “En la lucha”. Y así sucedían con las primeras coordinaciones. Los encuentros eran en los cortes de ruta.

Desde esas primeras coordinaciones y otras citas puntuales como fueron la Aníbal Veron, el Encuentro de Organizaciones Sociales (EOS), La Coordinación de Organizaciones Populares Autónomas (COPA), La Coordinadora de Organizaciones Barriales Autónomas (COBA- Tucumán) se ha ido desarrollando distintas experiencias de coordinación, esfuerzos que abonan las posteriores aproximaciones.

El FPDS se asume como integrante de la generación de organizaciones populares que se proyectan con la oleada popular de diciembre de 2001, sintiendose parte de las experiencias mas maduras que sobrevivieron a la cooptación del kirchnerismo y hoy intentan proponer una alternativa politica.

“… La gran pueblada popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 fue el pico más alto en un período de alza de luchas populares que dejó una herencia no reclamada aún, aunque seguramente no quedará vacante. Esta afirmación no es una simple expresión de deseos, sino que se apoya en la percepción de que algunas organizaciones populares no solo sobrevivieron a las políticas de cooptación y fragmentación que impulsó el kirchnerismo, sino que también han empezado a madurar políticamente….

…Desde el Frente Popular Darío Santillán intentamos estar a la altura de esa maduración política de las fuerzas populares en la Argentina y tenemos responsabilidades de aportar en los desafíos que tiene planteado nuestro pueblo, y a que encontremos la mejor repuesta en la resistencia y la mejor alternativa para proyectarnos hacia un cambio social. Una sólida articulación política de movimientos populares puede ser un primer paso de avance...” Organizaciones Populares más maduras” en Revista Cambio Social. Junio 2009. …Estas certezas que fuimos adquiriendo en la construcción del FPDS, pero que expresan las enseñanzas de muchas experiencias anteriores, hoy las empezamos a compartir en la construccion de la Coordinadora de Organizaciones y Movimientos Populares de Argentina (COMPA). Hubo un país que cambió después de 2001 y seguramente habrá un nuevo país después de 8 años de kirchnerismo. Apostamos a ser parte de la fuerza popular que empiece a ser alternativa politica.…” Revista Cambio Social, junio de 2010.

En ese sentido el recorrido del FPDS aparece como inverso al de las FAP. Desde organizaciones muy elementales (asambleas de base territoriales, agrupaciones culturales u estudiantiles, pequeños núcleos sindicales, se avanza, transitando distintas experiencias, hacia formas de organización mas complejas. Desde lo asambleario y localizado a la coordinación sectorial o local, para concluir en una organización con vocación de intervención política en lo nacional, vinculada a coordinaciones en el plano nacional y latinoamericano.

Los límites

Repasando la historia de las FAP es evidente que fue una organización que, apostando al largo plazo, dejó de intervenir en la coyuntura política inmediata, que modificada bruscamente por el golpe militar terminó por aplastarla.

Podemos identificar en el FPDS algunos posicionamientos que parecen compartir con las FAP la idea de que la historia espera, o contempla las necesidades de las organizaciones. Sin embargo estos posicionamientos están contenidos en un proceso de construcción política que ha tenido mejor suerte que la FAP en relación a los tiempos para procesar los debates sin llegar a crisis y ruptura. En consecuencia la organización no se pone techos y los debates no se ideologizan. A modo de ejemplo, el debate sobre la multisectorialidad duró cuatro años.

Hoy el FPDS empieza a insertarse en el debate sobre la intervención política y la participación institucional. Es un debate complejo porque en la Argentina las tradiciones dominantes son el estatismo promovido por el nacionalismo popular, y las construcciones que prescinden de la incidencia política donde confluyen, por razones ideológica la tradición anarquista, y por vocación de marginalidad, la izquierda clásica. Y porque el FPDS, que intenta promover lo nuevo, carga en su mochila lastres de lo viejo. Lastres donde pesa el conservadurismo de las tradiciones de izquierda.

El gobierno de los Kirchner en alianza con el radicalismo y con el beneplácito de todo el sistema, impulsó una reforma política cuyo objetivo principal fue sancionar una ley electoral que obtura la posibilidad de que incipientes movimientos políticos se presenten a elecciones.

Esta decisión política no es caprichosa. Las clases dominantes se preocupan por un tema que los movimientos populares todavía discuten. Ellos saben que a partir de un desarrollo de masas, de construcción de poder popular efectivo, la propia proyección del poder popular desde la base impone usar como apoyo espacios institucionales. Y por las dudas toman medidas para bloquear esa posibilidad. Otro límite preocupante en la propuesta del FPDS es la dependencia laboral de la mayor parte de sus activistas trabajadores de programas del Estado. La menor parte de esos activistas son trabajadores formales, o están contenidos en el incipiente desarrollo de emprendimientos productivos.

La preocupación no está planteado en términos de cooptación, como supusieron algunos, sino a partir de la inestabilidad laboral que genera oscilaciones muy fuertes en la participación política de esos activistas y afecta la consolidación organizativa. . A diferencia del MST de Brasil que ha podido generar una red productiva y de comercialización que permite sostener a ese activismo, el activismo territorial del FPDS oscila entre el plan del Estado y la changa privada. Convertir a esos activistas en trabajadores formales es una tarea que se encuentra con la pared de un mercado laboral formal escaso y selectivo, por lo que parece más efectivo apostar a fortalecer los productivos y las redes de comercialización.

Finalmente creo que la propuesta de las FAP se inserta en un tiempo donde la unidad política que daba el peronismo a las clases populares, y la fortaleza del mundo obrero expresado en las fábricas y los barrios populares, facilitaban la comunicación, la difusión de las propuestas y la intervención política. Al FPDS le han tocado tiempos de mayor desarticulación política y social y donde los medios masivos de difusión juegan un papel decisivo en la batalla ideológica.

Sin duda el FPDS ha desarrollado un aparato de comunicación política (editorial, agencia de noticias, portales) que está por encima de otras organizaciones de parecido desarrollo. Sin embargo esta muy por debajo de las exigencias de una propuesta con voluntad de poder. Este debate, recién está en pañales.

El tiempo que nos toca

Como decía al principio la Alternativa independiente fue capaz de sintetizar los años de la resistencia peronista, los años marcados por la influencia de la revolución cubana y las grandes puebladas como el Cordobazo, pero también muchos saberes de su tiempo. Existe en las propuestas del FPDS una síntesis que excede su recorrido de escasos 4 años. Me animo arriesgar que el FPDS sintetiza un camino de no menos de 15 años de una porción de la militancia popular con vocación recuperar lo político desde lo social, que apeló a nuevos sujetos sociales y a nuevas formas de vinculación y construcción política. Que fue parte de las fuerzas sociales y políticas emergentes en la crisis política de diciembre de 2001, y de quienes, madurando, fueron capaces de sobrevivir a las politicas de cooptación y fragmentación impulsadas por el kirchnerismo.

La FAP desarrolla su accionar entre dos dictaduras la de Onganía y la de Videla, con un breve período democrático. Tiene que afrontar condiciones de clandestinidad y persecución hasta la aniquilación política, con apenas tres años de legalidad constitucional. Sin embargo participa plenamente del pico de luchas obreras mas elevado de nuestra historia, con el protagonismo que le da su buena inserción fabril. Con la experiencia de conducir conflictos de resolución novedosa como fue la puesta en marcha y sostenimiento de la empresa Petroquímica Sudamericana ( hoy Mafissa) enfrentando al look out patronal., un antecedente de la experiencia de Zanon y otras fabricas ocupadas.

El FPDS es una experiencia que se ha desarrollado desde sus antecedentes mas remotos en períodos democráticos, contando con todas las posibilidades que da la legalidad, aunque enfrentando otras acechanzas como es la cooptación política.

Este mayor tiempo transitado en tiempos menos urgentes le ha permitido avanzar en el fortalecimiento político sin fracturas traumáticas, y con una fuerte apuesta a formación política de sus militantes. Si bien es cierto que buena parte de los militantes del FPDS participaron en situaciones muy duras como fue la rebelión popular de diciembre de 2001, o la masacre de Avellaneda de junio de 2002, no ha tenido que soportar persecuciones o campañas represivas durante un largo período, abriendo incógnitas sobre su capacidad de respuesta frente a situaciones represivas prolongadas.

Desde el punto de vista internacional la experiencia de las FAP se inserta en un momento particular del alza de las luchas de los trabajadores, anticoloniales y antiimperialistas que se inician a finales la década del 50 y cuyo punto de inflexión es 1973 con el triunfo de Vietnam y el golpe contra Salvador Allende en Chile.

Estos sucesos en la Argentina se encadenan con picos de poder popular entre 1973 y 1975, y la brutal respuesta represiva del golpe del 76, ya prefigurada por las 3 A. La experiencia las propuestas que lo anteceden se insertan en el alza de luchas populares de fines de los 90 y en el pico de los años 2000 y 2002, que coincide con el auge de movimientos populares en America Latina (Guerras del agua, y del gas en Bolivia, rebelión popular en defensa del proceso bolivariano en Venezuela). Sin embargo el FPDS surge en tiempos de reflujo de las luchas populares en toda Latinoamérica y en lo local, acentuando una actitud defensiva frente a las políticas de cooptación y fragmentación impulsadas desde el gobierno kirchnerista.

El nuevo escenario que crea la crisis mundial, donde las experiencias menos sólidas son arrasadas, y las mas consolidadas pueden avanzar y se radicalizan, pondrán a prueba el proceso de maduración política del FPDS y de otras fuerzas cercanas en los últimos años-

Como ocurrió hace casi 40 años la novedad de los posicionamientos políticos provoca incomprensiones y marginalidades, que tienen su reflejo interno generando inseguridades en la propia militancia que los elabora y las sostiene.

Buscar puentes con otras experiencias pasadas o presentes de otras latitudes ayudan a fortalecer nuestra convicción de que, como diría Mariategui, una propuesta revolucionario no puede ser calco, ni copia, sino creación heroica.

La Haine

 

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