Servidores de la potencia en declive


Irrumpe para sofocar rebeliones y erradicar el ciclo progresista, con programas neoliberales opuestos al proteccionismo de su padrino. Exhibe personajes exóticos lindantes con la lumpen-burguesía, pero actúa en sintonía con el gran capital.
El fascismo es un peligro, pero no una realidad inmediata y es tan equivocado sobrevalorar como desconsiderar ese desemboque. El anarcocapitalismo converge con esa derivación por su fanática defensa de la propiedad y la condición periférica no exceptúa a América Latina de esa amenaza. El fascismo es un fenómeno político que integra otras dimensiones y la prioridad es resistirlo.