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Europa :: 30/06/2010

Unión Europea y América Latina, propuestas para el debate

Asamblea contra la Globalización Capitalista y la Guerra
Una invitación al debate, a la confrontación y puesta en común de visiones distintas, incluso enfrentadas acerca de lo que Europa es y puede o debe ser?

Para ello nos hemos planteado algunas preguntas que pueden servirnos como posible “guión” del debate. Preguntas a las que nos hemos atrevido a dar una cierta respuesta, desde nuestros planteamientos ideológicos. Pero ni estas son las respuestas únicas y verdaderas ni están todas las preguntas posibles: sólo al debate posterior corresponderá delimitar hasta donde queremos llegar en nuestros análisis.

- ¿Otra Europa es posible?

Y no sólo posible sino que, incluso, deberíamos decir que indispensable… Porque, ¿en que favorece nuestros intereses como pueblo, como trabajadores, este “engendro” que, como hemos visto, se caracteriza sólo por su fidelidad al capitalismo económico y a su “brazo armado”, su consecuencia inevitable: el imperialismo, militar y agresivo para con los demás pueblos del mundo. Y es que esta Unión Europea, más allá de algunas “migajas” en forma de los subsidios que durante algún tiempo, y para mejor hacernos “tragar” el invento, han recibido algunos países, sólo se ha caracterizado por su pretensión de ser un “mercado común” al servicio de los intereses de las grandes empresas europeas… ¡Y nada más!. Así, en nuestro país, hemos podido ver como desde Bruselas se nos ordenaba ir desmontando amplios sectores productivos de nuestra economía, al servicio de una “planificación” europea (¡que paradoja!... ¡con lo liberales que son ellos…!) que nos dejaba reducidos a un modelo de desarrollo económico basado en el turismo, la construcción y poco más… ¡Quien quiere agricultura, ganadería o pesca cuando la UE puede abastecerse de esos productos de forma mucho más barata forzando acuerdos comerciales leoninos cono otras regiones del mundo!. Para que necesitamos industria si ya las fábricas están radicadas en naciones donde la inexistencia de derechos laborales abaratan enormemente los costes de los productos y, así, incrementan los beneficios de la gran burguesía…
Mastritch, directiva Bolkenstein, Constitución Europea, Tratado de Lisboa… Diferentes nombres, distintos acuerdos y tratados para una misma realidad: una UE al servicio de intereses ajenos a los de los pueblos y los trabajadores y que tiene en el negocio su único y verdadero objetivo, al precio que sea y con las armas que sea.
Somos internacionalistas. Y aspiramos a una Europa de los pueblos, que reconozca los derechos de las naciones y pueblos sin estado y se construya desde ellos. Pero también una Europa de los pueblos en el sentido de una Europa construida por y para los trabajadores, que responda a los intereses de las mayorías y no a los beneficios de unos pocos. Una Europa socialista que se relacione con los demás pueblos del mundo no con la voluntad de “rapiña” que ahora le caracteriza cada vez que impone acuerdos comerciales a otras regiones de América o de Africa, sino desde la igualdad, el respeto y la solidaridad. Será tarea de cada pueblo el conseguirlo… empezando por la denuncia de lo que la UE supone.

- ¿Una Europa de los pueblos y los ciudadanos puede construirse sin ejércitos? ¿Son posibles los ejércitos sólo defensivos, en sociedades capitalistas?

Y creemos que, incluso, deberíamos ir más allá… Porque, ¿para que queremos los ejércitos ahora mismo?. ¿De verdad nos creemos que todo este complejo militar-industrial que devora una parte tan significativa de nuestros presupuestos nacionales está al servicio de nuestra “protección”…? Y, ¿contra quien nos protege…? ¿Contra el “moro infiel” que acecha nuestras playas allende el Estrecho…?. ¿Contra el peligroso “terrorismo islámico” que desde los lejanos, pobres y áridos desiertos afganos pone “en peligro” nuestra seguridad…? Porque, de verdad, ¿hay alguien que se pueda creer, aparte de la señora ministra de Defensa, que nuestros soldados en Afganistán, están realmente luchando, “allí”, a miles de kilómetros de distancia, por la seguridad de nuestras calles y nuestros ciudadanos…?.
Se necesitan los ejércitos, sí… ¡pero no para protegernos de esos supuestos peligros que los medios de comunicación y las agencias de prensa financiados y amparados por el poder, medios esenciales de su estrategia de dominación, se empeñan en “vendernos”, día sí y día también!. Se necesitan, los necesitan, los grandes capitales que basan su dominio en el expolio continuado y sistemático de los recursos de los pueblos.
Y es que nos quieren, nos necesitan asustados, para que así las sociedades occidentales nos podamos “tragar” sin rechistar la “rueda de molino” de los constantes incrementos en los gastos militares, las intervenciones “humanitarias” (pero siempre de la mano de fusiles y cañones, por si acaso…) en cualquier lugar del mundo y los continuos recortes a los derecho y libertades más fundamentales en el nombre de esa nebulosa que llaman “lucha contra el terrorismo”… Como “trileros” que nos esconden la realidad guerrerista y agresiva de su política mientras nos distraen y nos engañan con el señuelo de la “defensa” frente a enemigos inciertos o, directamente, inventados. ¡Y al mismo tiempo que engrosan sus bolsas con los suculentos beneficios que la guerra siempre deja a los dueños de las industrias militares…!. El negocio perfecto, desde luego.
No, el capitalismo sólo entiende de expansión, explotación y expolio. El concepto de “ejército defensivo” sólo es una coartada, una mentira, bien montada, con el fin de que nuestras sociedades sigan mirando hacia otro lado mientras que nuestras tropas hacen el trabajo imperialista más sucio…

¡Gastos militares para gastos sociales! ¿Qué presupuesto debe destinar la UE para Defensa?

El análisis que hemos realizado sobre los aspectos recogidos en el Tratado de Lisboa no dejan lugar a dudas: la Unión Europea no es una construcción política que tenga por objetivo el bienestar de sus ciudadanos, el reequilibrio territorial o la eliminación de las diferencias sociales. Es, hacia “el interior”, un mercado único que liberaliza las relaciones económicas dentro de Europa, al servicio de las grandes potencias y de los aún más grandes capitales. Y, hacia el “exterior”, un bloque imperialista y depredador en continua búsqueda de recursos que obtener, explotar y consumir al precio que sea… ¡sobre todo si éste es “barato”, caiga quien caiga!
Por ello no encontraremos en los documentos de esta Unión Europea referencias claras y concretas a la necesidad de mantener buenos e igualitarios servicios públicos que garanticen una aceptable calidad de vida al conjunto de la ciudadanía, independientemente de cual sea su clase social. Por ello, conceptos como el de Sanidad Pública o Educación Pública brillan por su ausencia o pasan a ser considerados como posible fuente de beneficio y, como tal, puestas a la venta en el mercado europeo. Por lo mismo que los derechos sociales y laborales que tanto costó obtener no son ahora “birlados” de la mano de la directiva Bolkenstein y tratados varios de características semejantes…
Por lo mismo que, sin embargo, el Tratado de Lisboa está repleto de artículos, estos sí bien concretos, que hacen referencia a la necesidad de incrementar los presupuestos y compromisos militares de todos los estados miembros…
Porque pedir que la UE de los capitalistas dedique “los gastos militares para gastos sociales” puede estar bien como consigna de agitación que tantas veces hemos gritado en manifestaciones… ¡pero viene a ser algo así como exigirle a un tiburón que modifique su “dieta” y abandone la fea costumbre de morder y devorar focas, ignorando que, aparte de todo, el pez en cuestión es un depredador!.
La UE es bien coherente e incluso sincera al apostar por el incremento en los gastos militares, mostrándonos así su verdadera esencia de bloque imperialista.

- Frente a la OTAN, ¿una alianza militar europea?

Y… ¿para qué?. ¿Para confrontar con otros bloques imperialistas en la disputa por el expolio de los recursos mundiales?. ¿Para aparecer con voz propia y definida en las diferentes guerras imperialistas que en el mundo se provocan y así aspirar a una mejor “tajada” en el reparto del “botín”?. ¿0, quizás, para incrementar los beneficios de las industrias del complejo militar-industrial europeo…?.
No… ¡ni queremos OTAN ni queremos la formación de una nueva alianza militar por muy europea que sea!. Porque éste nuevo bloque militar sólo sería más de lo mismo y, como dice el refrán, ni se le pueden pedir peras al olmo ni a una alianza militar emanada de una estructura capitalista, como lo es la UE, que sea otra cosa que una nueva maquinaria de guerra, destrucción y expolio al servicio del imperialismo…
Porque, puestos a soñar, lo que realmente querríamos es otra Europa formada por pueblos libres, que realmente satisficiera las necesidades de sus ciudadanos, de tener, por ejemplo, una buena sanidad que atienda a todos, independientemente de su capacidad de gasto. Una Europa en la que la explotación haya sido eliminada y sustituida por plenos derechos laborales y sociales para todos y en la que la Educación y la Cultura no estuvieran al servicio del dinero sino de la plena realización personal de cualquier ciudadano. Una Europa que se relacionara con el resto de los pueblos del mundo no desde la prepotencia y la imposición sino desde la igualdad y el respeto mutuo, por primera vez en su historia. Una Europa socialista, en definitiva…
Un sueño, sí. Y que, en este momento pasa por la necesaria denuncia y abandono de esta Unión Europea construida por y para los capitalistas.

 

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