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Venezuela :: 07/12/2013

Venezuela: Del plan desestabilizador al Plan de la Patria

Oscar Rotundo
Las medidas adoptadas por Maduro contra las ganancias excesivas y la usura han dado sus frutos, provocando un efecto de aceptación en el conjunto de la sociedad

Caracas.-La vida política venezolana suele verse conmovida por la dinámica que le imprime la polarización en la que se encuentra y no puede ser de otra manera en tanto y en cuanto hay dos proyectos políticos profundamente antagónicos en pugna. Desde el fracaso de la burguesía en 1998 para impedir el triunfo del presidente Chávez hasta la fecha, el avance de la revolución ha ido acorralando las aspiraciones de la clase capitalista en su intención de volver al status quo de la década del 90.

Cada batalla perdida de la oposición fascista, cada golpe frustrado, cada sabotaje conjurado, ha devenido en un salto cualitativo de la revolución y así y todo, no han aprendido que su discurso de odio y sus intentos violentos, campañas mediáticas y críticas histéricas no pueden ser fuente de acumulación en la que beba un pueblo con sed de justica y de paz.

Todos, los propios y los ajenos, tenemos críticas, reclamos, observaciones y diferencias con la revolución en distintos aspectos y eso es y será así, porque esta es una revolución democrática en permanente construcción y en política, nadie debe temerle a la crítica y al aporte colectivo, ya que la revolución es un fenómeno de masas.

A diferencia de lo que hace la oposición, el desafío de la revolución ante la polarización no es recurrir a la critica retorica del adversario, ni la descalificación constante, sino es el generar políticas que permitan incorporar a la mayor cantidad de ciudadanos al proyecto de la Patria, al proyecto nacional y popular. En este sentido, la política ejecutada por el Estado, para el ataque a la especulación y el desabastecimiento dentro de una indudable guerra económica desplegada desde algunos centros de poder económico, nacionales y extranjeros, ha dado una señal inequívoca de que el gobierno puede ser un instrumento al servicio de la población y no, como lo plantean algunos, al servicio de una fracción política.

Las medidas adoptadas por la administración que dirige el presidente Nicolás Maduro contra las ganancias excesivas y la usura, han dado sus frutos, provocando un efecto de aceptación en el conjunto de la sociedad, sentando un precedente que puede servir como punto de partida para el despegue de una nueva relación política entre los distintos sectores de la comunidad económico productiva del país.

Pese a esto, que es una verdad manifiesta, la derecha nacional e internacional, persiste en su discurso desalentador y derrotista, atacando todo o que provenga del gobierno, más allá de los beneficios que pueda ocasionar a los distintos sectores de la sociedad.

“Las medidas adoptadas por el régimen de Nicolás Maduro para obligar a los comerciantes a vender sus productos a bajos precios lucen cada vez más como una estrategia de alto riesgo ante pronósticos de que agravará la ya aguda escasez y el creciente descontento popular hasta el extremo de provocar un estallido social que pondría a prueba la lealtad de los militares”. Esto expresa el Nuevo Herald de Miami, y agrega “En este momento, el estallido luce inminente. El gobierno ya lo tiene como un escenario y la Fuerza Armada Nacional sabe que es una posibilidad muy real”, comentó desde Londres Diego Moya Ocampos, analista para América Latina de IHS Country Risk”, haciendo luego una serie de especulaciones sobre los posibles escenarios del estallido que apuntan a lo de siempre, la división del gobierno y de los liderazgos del partido y la culminación del proceso bolivariano.

Pero los ataques no se han limitado a esto y el lunes 2 de diciembre luego de que culminara una cadena presidencial en la cual el presidente Maduro anunciara nuevas medidas económicas, se produjo un corte de energía eléctrica que afecto gran parte del país producto de un acto de sabotaje, según lo adelantan las fuentes de seguridad intervinientes en la investigación del hecho.

Un indudable acto de sabotaje que presagia lo que puede ocurrir el próximo domingo 8 de diciembre, día de las elecciones municipales, en las cuales las posibilidades electorales de la oposición están mermadas por su falta de política propositiva y su incapacidad de movilización, como bien lo comenta el periodista de la BBC Daniel Pardo en su nota “Venezuela: la oposición dominó en Twitter, pero ¿y las calles?”

A este intento desestabilizador de los fascistas tendiente a sacar del ámbito electoral la confrontación, el gobierno ha respondido contundentemente“Quieren que declare estado de emergencia y suspenda las elecciones del próximo domingo (…) La derecha no ha hecho campaña electoral, solo una guerra económica y psicológica contra el pueblo de Venezuela (…) Ni sabotajes económicos, ni eléctricos detendrán el camino de la revolución y la patria”

Y descargó una andanada de medidas contundentes:

1) La Asamblea Nacional vota como Ley de la Nación el “Plan de la Patria 2013-2019” que presentara el presidente Chávez como programa estratégico en su campaña electoral a la presidencia el 7 de octubre de 2012.

2) El presidente Nicolás Maduro firma un decreto que regula el mercado de vehículos para evitar que los automóviles usados cuesten más caros que los nuevos, dentro de la campaña contra la especulación y la usura.

3) Se crea la Comisión Presidencial para la verificación de la conformidad del otorgamiento de divisas por parte del Estado y su correcto uso.

4) El presidente firma decreto por el cual se garantiza la inamovilidad laboral durante el año 2014

A demás de estas medidas y en clara respuesta a los presagios catastróficos sobre la marcha de la economía para el año venidero, el gobierno ha firmado acuerdo con distintas empresas internacionales como la francesa Peugeot que posibilitará mediante la conformación de una empresa mixta con mayoría de capital accionario estatal, la producción de 15000 vehículos al año.

Así mismo se ha firmado un acuerdo entre PDVSA y Repsol en el área petroquímica por 1200 millones de Dólares.

La oposición venezolana en lo que va del año ha demostrado que su caudal electoral no profesa una fidelidad religiosa hacia sus planteamientos y sus líderes y para estas elecciones, en la que no está en juego el porvenir del país, su concurrencia a las urnas se verá mermada, poniendo sobre el tapete para el año entrante la discusión sobre un recambio generacional en su liderazgo y una nueva construcción de política opositora.

Ante cualquier desatino violento de los fascistas el pueblo y las instituciones del gobierno están desplegadas y dado el clima que se vive en la calle, es muy difícil que una nueva aventura de estos personajes, sea acompañada por algún sector de la sociedad.

El 2014 no habrá acto electoral y será un buen año para que tanto la oposición como el oficialismos paguen sus cuentas pendientes con la militancia de base y reacomoden el funcionamiento de sus organizaciones en vista de las elecciones a diputados del 2015 que serán definitorias para la continuidad o profundización del proyecto revolucionario.

oscar.rotundo.caracas@gmail.com
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