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Mundo :: 20/09/2014

Yankis, go home! OTAN¡disolución!

Iñaki Urrestarazu
Es preciso exigir la disolución de la OTAN, y movilizarnos contra las guerras y contra cada agresión del imperialismo

La primera consigna, recuerdo, se usaba contra los norteamericanos, cuando estaban bombardeando Vietnam: ¡Yankis, largaros para casa! Una consigna que sigue siendo perfectamente válida hoy frente a las constantes e ininterrumpidas barbaridades de las que están haciendo gala estos energúmenos por todas partes, en Oriente Medio, en Africa, en América Latina, en Asia y en Europa. Una consigna a la que habría que añadir la segunda, pues la OTAN se ha convertido en una de sus principales armas, en un ejército plurinacional de títeres comandados por los EEUU. En su día decían que era para contrarrestar a la URSS, pero disuelta la URSS y el Pacto de Varsovia, ahí sigue, y ahora, como instrumento de dominación y colonización mundial.

Ha sido cuasi infinito el número de atrocidades perpetradas por los EEUU con el objeto de dominar el mundo, desde que tomaron el relevo del Imperio de Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial. Han sido golpes de estado, matanzas por grupos paramilitares, bombardeos, asesinatos selectivos, guerras, manipulaciones de gobiernos, control de los medias, financiación de los sectores más retrógrados, la Red Gladio y un largo etcétera. Pero los últimos 35 años merecen probablemente mención aparte. Uno de los hitos consiste en la utilización del Islam político y los mercenarios islamistas sunitas extremistas, ya desde la guerra afgano-soviética del 1979-89, lo que serán los talibanes o Al Qaeda y sus múltiples variantes posteriores, en colaboración estrecha de Israel, potencias occidentales y estados terroristas islámicos vasallos, como Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Kuwait, la Turquía de Erdogan y en su día Pakistán, con dos tipos de objetivos.

El primero, consistente en desestabilizar y destruir países y estados con presencia más o menos importante de islamistas, caracterizados por la riqueza de sus recursos, su importancia geoestratégica, su potencia económica y militar, la defensa de su soberanía, su progresismo y su solidaridad antiimperialista, como sucede en el caso de Rusia, China, Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Siria, Líbano, Irán, Somalia, Sudán, Yemen, hoy en día Pakistán, etc.

El segundo objetivo, en aquellos países con presencia también de islamistas, pero que no se les considera como potencias económicas ni militares, ni se les estima como díscolas, pero que están dotadas de importantes recursos petroleros y de minerales estratégicos, consiste en crear desestabilización mediante Al Qaeda u organismos semejantes, como coartada para que EEUU ofrezca sus “servicios” militares, sus asesores militares, sus capacidades logísticas, sus poderosas armas y tecnología, para poco a poco entrar en la gestión del país, manejarlo a su antojo y ponerlo a su servicio. Es el caso de la actitud que están teniendo los EEUU y sus subordinados occidentales, especialmente Francia, en gran parte de Africa (Nigeria, Niger, Chad, Mali, Etiopía, Mauritania, Kenia, Africa Central, etc). En América latina, donde no hay musulmanes, han sido los golpes de estado y la utilización de paramilitares, la base de su estrategia.

La caída de la URSS dio al imperialismo una oportunidad de oro para tener las manos más libres en su política de expolio y sometimiento de los países, política a la que no escaparon muchos de los antiguos miembros de la URSS, los llamados países del Este, que mediante corrupción, engaños y revoluciones de colores, fueron siendo integrados uno a uno en las fauces de la OTAN y la UE, y por tanto en toda su estrategia bélica y usurpadora. Otro jalón de estos años fue la pretendida “guerra contra el terror” lanzada a partir de los autoatentados del 11-S de 2001 contra los países no controlados del Oriente Medio y Norte de Africa, con un plan anexo de “Remodelación del Oriente Medio” para fraccionarlos, someterlos y destruirlos, empezando por Afganistán e Irak y siguiendo por la lista negra compuesta de países como Libia, Siria, Somalia, Sudán e Irán. La pretendida revolución democrática de la “primavera árabe”, que con la perspectiva de los años podemos decir que ha sido un auténtico “bluff”, ha sido una parte del juego imperialista ligada a la “guerra contra el terror” y a la remodelación del Oriente Medio. Ha sido una operación consistente en colocar en el poder de países islamistas progresistas y no sumisos y de países islamistas gobernados por caciques desprestigiados, a una de las ramas sunitas fieles al imperialismo, los Hermanos Musulmanes, de manera que el imperialismo pudiera tener un portavoz homogéneo entre ellos. Pero ha sido una operación que ha fracasado, porque ha creado muchas reticencias entre la otra rama del islamismo reaccionario, la wahabita (Arabia Saudita), porque se ha ido al traste en Egipto, porque se ha estrellado hasta el momento en Siria frente a la resistencia de Al-Assad y porque en Libia ha derivado en un caos incontrolado.

En estas fechas, coincidentes con el 13 aniversario del 11-S de 2001, el imperialismo norteamericano, ha considerado que el “trabajo” empezado entonces no está concluido, que no ha podido con Siria, que Irak se le está escapando de las manos, que frente a Irán hay que cambiar de estrategia y que Rusia está siendo un obstáculo importante para sus planes. En razón de ello estamos presenciando estos últimos meses una auténtica vuelta de tuerca del imperialismo en dos frentes: en Ucrania y en Siria e Irak mediante la utilización del Emirato Islámico como coartada. En relación con ello, ha tratado de consolidar, ampliar y disciplinar sus alianzas habituales en Europa y el Oriente Medio y poner a punto la OTAN (cumbres del 4 y 5 de septiembre en Gales).

El proceso habido en Ucrania, está ampliamente documentado y es bien conocido. Un proceso marcado por la voluntad de desintegrar y dominar cuanto antes a Rusia, convertido en impedimento importante para sus planes y que es a la vez un espacio inmensamente rico en recursos energéticos de los que el imperialismo quiere apropiarse en su marcha triunfal por el mundo. Controlar un lugar como Ucrania de una importancia geoestratégica muy particular, y acercar toda la parafernalia militar de la OTAN a las fronteras rusas era fundamental para los EEUU. La estrategia empleada ya la sabemos. Han utilizado al principio el malestar social de las masas expresado en Maidán, lo han canalizado mediante la utilización de los oligarcas, sectores nazis, conservadores y del aparato policial y militar “trabajados” y controlados desde hacía muchos años y con muchos medios, y con la ayuda imprescindible de medios financieros, militares y de asesoramiento renovados desde la OTAN y la UE, para dar un golpe de Estado en Kiev, que concluyera la tarea. Esta consistía en controlar la política y la economía de Ucrania, convertirla en pasto de las multinacionales, integrar el país militarmente en la órbita occidental, tumbar su papel de bisagra en la distribución del gas ruso a Europa, eliminar todo resquicio cultural o político que tuviera algo que ver con una cultura hermana y muy arraigada en Ucrania como es la rusa y barrer todo lo que sea de izquierda. Pero se han encontrado con una resistencia feroz que no esperaban en Donbass, por parte de los mineros, trabajadores y pueblo, en defensa de su soberanía y en contra del fascismo de Kiev. No han dudado en ejercer una represión brutal contra ellos, guiada por los sectores nazis y la OTAN, pero de momento no han conseguido disuadirlos ni hacerlos retroceder.

Este proceso además de mostrar la prepotencia de los EEUU, ha revelado que la mentira constante, compulsiva, cada vez que abren la boca (el supuesto cohete contra el avión malasio, las supuestas infiltraciones de tanques y tropas rusas…) siempre con amenazas, demonizando ante el mundo a Putin y a Rusia como los culpables y provocadores de la situación, imponiendo sanciones y embargos como si fueran los amos del mundo, corresponden a la manera de actuar habitual del imperialismo. El proceso de Ucrania como cada campaña del imperialismo va acompañado de su correspondiente política de alianzas. En este caso, los EEUU han tratado de atar en corto a la UE, para implicarla en la campaña militar y en las sanciones, de cara a romper al máximo los vínculos con Rusia, aun al precio de efectos muy negativos sobre su propia economía ya en capa caída. Por otra parte, ha sido una ocasión para los EEUU para hacer incrementar los compromisos militares de los países del Este, antiguos miembros de la Unión Soviética, frente a Rusia e incrementar la presencia militar de la OTAN en ellos.

La reciente intervención de los EEUU en Irak y Siria frente al Emirato Islámico (EI) es el otro frente. El escenario creado en esta zona supera lo imaginable, y se muestra como la mayor manifestación de cinismo y mentira, como la mayor farsa y operación teatral habidas en la historia de la Humanidad. Ahora resulta que aparece el EI como un enemigo peligrosísimo, para Oriente Medio y toda la humanidad, al cual hay que destrozar y a quien los EEUU van a perseguir hasta las puertas del infierno. Cuando es bien sabido que ese monstruo que es Al Qaeda y todas sus variantes, el EI incluido, al igual que todos acrónimos de mercenarios islamistas extremistas criminales, han sido creados, alimentados, financiados, armados y coordinados por los EEUU, por la CIA y en colaboración estrecha de todos sus perros de presa, las potencias occidentales y los Estados terroristas islámicos a su servicio. Hay infinitas pruebas documentales que lo demuestran, incluyendo declaraciones de asesores, periodistas de investigación, políticos y militares norteamericanos, declaraciones de prisioneros, observaciones de movimientos de armas y mercenarios, informaciones del mismo Snowden, del PKK, etc. Los EI, como el ESL, al Nusra, el Frente Islámico, que son los mismos perros con distintos collares, han sido impulsados en los últimos años, especialmente en Libia y sobre todo en Siria.

Sin ir más lejos, por ejemplo, el Congreso de los EEUU decidió en enero de este año 2014, en una sesión a puerta cerrada y secreta, financiar el armamento, el equipamiento y el entrenamiento de todos los grupos rebeldes sirios sin excepción, hasta el 30 de septiembre de este año. Armas pesadas compradas recientemente en Ucrania, han pasado por Turquía en tren para suministrar al EI. El petróleo que roba el EI de Siria e Irak y que proporciona muchos millones de dólares diarios a las arcas del EI, pasa a través de las tuberías turcas hasta el puerto de Ceihan, en donde con la colaboración de Israel es cargado en barcos que pasando por Israel, lo distribuyen y venden en Europa. Entre los miembros detenidos del EI por fuerzas irakíes se encontraban cuadros militares turcos, con pasaportes especiales, que declararon el apoyo de Turquía y la transmisión de información obtenida por sus satélites sobre el movimiento de tropas de Irak, al EI. El líder del EI, uno de cuyos muchos alias es al-Bagdadi, antiguo preso de Guantánamo, que no se sabe ni cuándo ni cómo salió, que estuvo en un curso militar del Mossad durante un año, se le ha visto conversando con el ínclito senador norteamericano McCain, y otros responsables islamistas, como miembro a la vez de la jefatura del Ejército Sirio Libre y de la jefatura del Emirato islámico, y de quien McCain decía que era un “moderado” “no peligroso”. La pretendida diferencia entre “moderados” y “radicales” es una falacia para confundir a la opinión pública, jugando según los intereses y el momento con los “rebeldes buenos” (es decir los mercenarios ”buenos”) y los “rebeldes extremistas” (es decir los mercenarios “malos o asesinos degolladores”) cuando todos ellos son igual de asesinos, rebanacuellos, crucificadores y bárbaros de la peor especie. Y es también mentira que las armas fueran destinadas exclusivamente para los pretendidos “moderados”. El gobierno sirio presentó en la ONU un informe de unos acuerdos firmados por Francia y Turquía, en donde requerían que de las armas y equipamientos que se les pasaba al Ejército Sirio Libre, un tercio quedara para el ESL y dos tercios para Al Nosra y Frente Islámico, es decir Al Qaeda. Este informe no ha sido desmentido ni por Francia ni por Turquía.

La postura de los EEUU y potencias occidentales frente al EI responde a uno de los guiones bastante habituales de funcionamiento del imperialismo con el tema de Al Qaeda. Propiciar Al Qaeda en un país o en una zona para desestabilizarla, crear tensiones y conflictos internos y crear una coartada para “justificar” bombardeos o intervenciones militares de los EEUU e intervenciones de estos en la política e instituciones del país. Es el caso por ejemplo de Yemen, Pakistán, Somalia, Mali y otros países.

En cuanto a las razones que pudieran explicar la intervención de los EEUU y la implicación de sus alianzas en esta nueva aventura, aparentemente contra el EI, puede haber varias. Todo apunta a que el Irak de Maliki estaba yendo por derroteros que no son del gusto de los EEUU, a que quieren volver a la carga con Siria porque no han podido con su gobierno y su ejército, porque quieren tratar de involucrar a Irán en una guerra regional chiita-sunita, porque quieren consumar el fraccionamiento de los territorios del Oriente Medio para mejor dominarlos y que no lo han podido lograr todavía y para disciplinar a sus estados terroristas vasallos, unos de la familia de los Hermanos Musulmanes y otros de los wahabistas, que están teniendo tensiones “peligrosas” últimamente entre ellos.

Para empezar, la ofensiva tan rápida y contundente del EI, bien armado pero con un relativamente escaso número de efectivos en ese momento inicial –se habla de 7000 0 10000- frente a un ejército bien armado, muchísimo más numeroso (de cientos de miles) y bien adiestrado por los EEUU, que ha terminado en desbandada –y abandonando por cierto mucho material militar en la huida-, es imposible sin que haya habido una complicidad directa del imperialismo a través del control de cuadros militares u otras formas. El PKK del Kurdistán turco denunció la reunión de preparación de la ofensiva que tuvo lugar este verano, en la que también participaron, además del EI, los kurdos de Barzani y diversos países patrocinadores como Turquía, Qatar y EEUU entre otros. Y la ofensiva la iniciaron a la vez el EI y los kurdos de Barzani, unos en la zona sunita y los otros en territorio kurdo. Al principio los EEUU aparte de declaraciones vacías no movieron un dedo. Fue cuando el EI intervino en la zona kurda cuando reaccionaron y empezaron a hacer amenazas y a realizar algunos bombardeos. ¿Quizá porque el EI se extralimitó de acuerdos sobre límites territoriales? Los kurdos de Barzani, desde la primera guerra de Irak han sido colaboradores del imperialismo, protegidos por estos, muy amigos de Israel y paradójicamente de Turquía. Hoy hay muchas informaciones que apuntan a que quienes se están enfrentando ahora al EI, no son los kurdos de Barzani sino los del PKK. El tiempo nos mostrará lo que hay detrás. Y lo que es llamativo también es que el apoyo de armas de las potencias occidentales no vaya orientado tanto al gobierno de Irak como a los kurdos de Barzani.

La intervención de EEUU en Irak tiene la clara intencionalidad de controlar su gobierno, su política y su ejército, para reencaminarlo hacia los intereses de los EEUU. Al Maliki, fue puesto por los EEUU ciertamente, pero las relaciones y acuerdos de suministros de armas entre otros, que estaba estableciendo con Iran por una parte –rompiendo su embargo- y con China, convertida en el principal cliente del petróleo de Irak y en un gran inversor en Irak, añadido al proyecto de oleoducto que existía que partiendo de Irán pasara por Irak y Siria, era algo que desquició a Obama y los EEUU y que “no lo podían permitir”. Empezaron por acusarle a Maliki de ser el responsable de la ofensiva del EI por su “sectarismo chiita” –cuando si alguien ha creado sectarismo en Irak y guerras religiosas han sido los EEUU- y de haber sido “incapaz” de haber resistido a la ofensiva –planificada por los mismos EEUU-. Después en un acto de prepotencia sumo por parte de los EEUU, decidieron intervenir en Irak –ya sabemos que EEUU se autoarroga lo que nadie en el mundo, el “derecho” a intervenir en cualquier parte del mundo si entienden que afecta a sus intereses-, empezando por chantajear para impedir que Maliki formara gobierno, pisoteando de nuevo la soberanía de Irak, que ya será una constante a partir de aquí. De hecho, condicionaron su apoyo en armas y su posible intervención contra el EI, a que Maliki fuera apartado, incidiendo en que se pusiera a otro miembro de su partido, Haïdar al-Abadi, que ha vivido muchos años en Inglaterra, y mucho más sumiso y manejable que al Maliki. Según la Constitución de Irak (artículo 73) había de ser Maliki en tanto que líder del principal grupo de la Cámara, quien debería formar gobierno. Nada más ser nombrado al-Abadi primer ministro, fue felicitado por Obama y de hecho Obama esperó a que fuera nombrado Primer Ministro para presentar púbicamente en rueda de prensa su campaña contra el EI en Irak y Siria. Y el siguiente paso fueron las declaraciones de John Kerry diciendo que iban a reorganizar el Ejército irakí. Pero ¿quiénes son los norteamericanos para reorganizar el ejército iraki? Reorganización que por otra parte, consistirá más que nada en convertir al ejército irakí en sumiso a los EEUU y a sus intereses y planes, antes que a los propios de Irak.

En cuanto a las intenciones de los EEUU con respecto a Siria, está muy claro que lo que quieren es lo que no han conseguido hasta ahora, derrocar al gobierno, fracturar Siria y ponerlo al servicio de sus intereses. Así de claro. Primero dicen que van a bombardear al EI en Siria ¿al EI o al Ejército sirio? Y que no piensan colaborar con Assad, además de prometer más ayudas, armas y financiación a los “rebeldes” supuestamente “moderados” para que le derroquen a Assad –alargando el plazo decidido por el Congreso que iba hasta el 30 de septiembre-.Ante la exigencia por parte del Gobierno de Siria de que no van a permitir intromisiones en su territorio sin que sean coordinadas con ellos, los EEUU se niegan a realizar ninguna consulta, se arrogan una vez más el derecho a intervenir donde quieran y, encima, una vez más, haciendo ostentación de su inmensa prepotencia, amenazan que como se les ocurra disparar contra un avión norteamericano o aliado, van a destrozar las defensas antiaéreas sirias -que supuestamente las tienen mejor localizadas que las del EI- y que van a derrocar el gobierno sirio. Luego dicen que se van a limitar a intervenciones aéreas y que no van a entrar por tierra –afirmaciones para consumo interno estadounidense que no quieren que mueran soldaditos suyos-, pero lo harán sin ninguna duda –lo están haciendo ya- y no para enfrentarse al EI sino para destrozar lo que puedan de las defensas sirias y del ejército sirio. Así fuerzas de elite estadounidenses y británicas están formando lo que llaman el “Task Force Black”.

Otra de las vertientes del gigantesco cinismo con que actúa el imperialismo norteamericano es con la creación de las alianzas que está tratando de conformar. Además de implicar a la UE también en la aventura de Irak y Siria, está tratando de formar una alianza contra el EI entre justamente todos los estados terroristas islámicos que financian y arman a los mercenarios, habidos y por haber, de todos los colores, incluido el EI, en Libia, Siria, Irak y tantos sitios, como son Qatar, Arabia Saudita, Turquia, Emiratos Arabes Unidos y Kuwait. Incluye curiosamente a Egipto, lo cual muestra más claramente que a la vez de sus objetivos sobre Irak y Siria, está la de disciplinar las familias básicas del terrorismo islamista en torno a la obediencia a EEUU, la de los Hermanos Musulmanes y la de los wahabitas, con fricciones surgidas de la marginación por los EEUU de Arabia Saudita(núcleo principal del wahabismo) en favor de los Hermanos Musulmanes, capitaneados por Qatar y Turquía, en el montaje de las Primaveras árabes. El desbancamiento del poder por el ejército egipcio de los Hermanos musulmanes y de Morsi por su catastrófica y autoritaria gestión, las buenas relaciones establecidas posteriormente con Arabia Saudita en sustitución a Qatar, y las informaciones obtenidas por el ejército egipcio de la intención de los Hermanos Musulmanes de desbancar del poder en favor de los Hermanos Musulmanes de la monarquía y príncipes de Arabia saudita y Emiratos Arabes Unidos, ha creado un fuerte malestar en estos y peligrosas tensiones entre estas familias sunitas extremistas, que son las que tratan de apaciguar los EEUU, el gran mentor de todos ellos.

En cuanto a Irán, no ha sido invitado por los EEUU a esta alianza del Oriente Medio. Pero sí ha habido intentos por involucrarle físicamente en la guerra contra el EI, que podría derivar en el caso de Irán en una guerra chiitas-sunitas, con riesgo de adquirir una dimensión regional imprevisible e incontrolable, y que es lo que quisieran los EEUU. Pero Irán se ha negado. Irán ha repetido que los EEUU sobran en Irak y Siria para resolver el problema del EI, que la alianza surgida entre los patrocinadores de los mercenarios de Siria e Irak, y del mismo EI, es “sospechosa” y que el EI ha sido creado por los EEUU. Sigue mostrando su apoyo a la lucha de Palestina y al Hezbolah del Líbano. Las intenciones de los EEUU siguen siendo las de destruir Irán, pero dado que el eje de la resistencia formada por Hezbollah del Libano, Siria, Palestina e Irán, permanece muy duro, parece que están optando por un cambio de estrategia, pasando de la perspectiva de un ataque directo a otras más sibilinas basadas en involucrarle en una guerra regional del Medio Oriente o en tratar de debilitar sus defensas, a través de presionarle con las negociaciones sobre la energía nuclear y los embargos, que pueden favorecer, de hecho lo han hecho, a las corrientes más conservadoras y posibilistas de Irán. Intentaron desbancarle a Mahmud Ahmadineyad en 2009, el más antiimperialista, el más firme defensor de la soberanía iraní y el más anticlerical, mediante la “revolución verde” acusándole de fraude, pero fracasaron. Pero luego los sectores más conservadores del clero impidieron que se presentara a las elecciones de 2013, favoreciendo a Rohani. De todas formas Rohani, no está permitiendo hacer concesiones a los EEUU.

Para redondear y confirmar toda esta estrategia agresiva ha venido la Cumbre de la OTAN en Gales los días 4 y 5 de septiembre de este año 2014. En los 113 puntos de su Declaración Final, aparte de palabrería hueca, de grandes afirmaciones sobre valores occidentales y democracia, lo que se muestra es que se autoafirma como instrumento del orden mundial, es decir de dominación mundial, de todos y cada uno de los rincones del Mundo. Sigue en la tónica de acusar y responsabilizar del conflicto de Ucrania a Rusia, demonizándola una vez más, hablando del peligro ruso. Responsabilizar a Siria, al “régimen de Bachar al-Assad” de haber contribuido a la emergencia del EIIL (utilizan este término y no el de EI) en Siria y de que se extendiera más allí de sus fronteras. Dicen que el EIIL se ha convertido un obstáculo para una solución política de Siria y que es un riego grave para la estabilidad y la integridad de Irak. Los habitantes de Siria y de Irak, y más en general los de la región, -dicen- necesitan de la ayuda de la comunidad internacional para frenar esta amenaza (es decir “necesitan de la OTAN”). Asimismo que será necesaria una coordinación internacional. Por otra parte se viene a obligar a los países miembros a ir aumentando su contribución económica hasta el 2% del PIB, a tratar de que de los gastos militares se llegue a que el 20% sea para renovación y mejoras tecnológicas. Apuestan por la creación de un cuerpo de intervención rápida bien dotado y con miles de soldados, más bases militares en el este, más ejercicios militares, más presión a Rusia en definitiva. Se sienten “preocupados” por el devenir de Libia. En suma que la OTAN, en concordancia con sus mentores principales, los EEUU, pretenden avanzar en el control y dominio del mundo, acelerar la carrera de armamentos y acercarnos a situaciones realmente peligrosas que pueden conducir a una tercera Guerra mundial.

Y para terminar, no podemos dejar de mencionar el triste papel, por no decir nulo, que está jugando la izquierda, o eso que se llama la izquierda, ante esta gravísima situación y ante esta escalada. La izquierda se encuentra absolutamente anestesiada y albardada, sin norte, desubicada y confusa, con la cabeza muy comida por las mentiras de los medios, con el discurso del poder en cierto modo asumido y por tanto sin capacidad crítica ni de movilización. Sectores de cierta importancia de esa izquierda están conduciendo a la inmovilidad o al inmovilismo, a dejar que el capital y el imperialismo campeen a sus anchas. Y es hora de romper con ello. Es preciso rearmarnos críticamente contra el capital y el imperialismo, y sin olvidar que mientras no cortemos las garras del imperialismo no será posible ningún cambio social ni la defensa de la soberanía de los pueblos. Es preciso exigir la disolución de todos los grandes instrumentos del imperialismo, la disolución de la OTAN, el que al menos cada país se salga de la OTAN, y movilizarnos contra las guerras y contra cada agresión que realiza el imperialismo, sea donde sea, exigiendo que se larguen. Las luchas concretas de cada día contra el sistema en nuestros contornos concretos, fundamentales por supuesto, no deben de hacernos olvidar la espada de Damocles imperialista que todo lo condiciona.

 

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