La historia del rock siempre estuvo escrita por minorías

Primera Línea (Chile)

La historia lo confirma

No es difícil adivinar que la historia del rock siempre estuvo escrita por minorías que, por lo mismo, generaron las transgresiones más importantes del género.

El blues nació de los esclavos exiliados de su África natal que llegaron a trabajar en los campos y las plantaciones del sur de Estados Unidos. Sometidos a una brutal explotación, plasmaron sus lamentos en cantos sufridos y en relatos que evocaban las imágenes de su marginalidad. El ícono del blues rural es Robert Jonhson, un negro pequeño y vagabundo que hasta fue acusado de satánico por sus letras.

Entrado los 50, otro negro de facha callejera aparece con un ritmo más acelerado y bailable que la herencia bluesística anterior. Chuck Berry, quién había trabajado como peluquero y mecánico, presenta el rock´n´roll con letras que denotaban una picardía encubierta y una vida de vagos consagrada a la playa y a los Cadillacs. Pero su estilo hizo que los norteamericanos prefirieran a un blanco de fina estampa y un injusto apodo de "el rey del rock". Tras la presencia de Elvis había muchos otros de mayor talento y capacidad, pero con muchos menos atributos vendibles.

"No te olvides que los hippies también fueron perseguidos por el gobierno de Nixon, que los trató de vagos e inservibles porque no deseaban ir a Vietnam. En Chile se les denominaba maracos a los coléricos que usaban flores y el pelo largo", acota el historiador de rock, Fabio Salas, pero también apunta a otro factor a tomar en cuenta: cuando los grupos discriminados avanzan con su ideología, la industria los hace suyos y termina aceptándolos en pos de que su fuerza de cambio no introduzca mutaciones radicales. Salas dice que "a partir de los 80 cualquier movimiento contestatario fue asimilado por el sistema como algo absolutamente natural".

El vocalista del grupo punk, Vadca, Miguel Aguiló, cree que este punto desemboca en que "los grupos que más abiertos de mente se muestran son los más discriminadores, porque quieren cambiar el sistema para imponer el suyo, cayendo en la misma ideología fascista que desean destruir".

En Chile, sería largo y tortuoso indagar sobre el tema, presente en polos que van desde el exilio y el asesinato (Víctor Jara y los integrantes del Canto Nuevo) hasta la no autorización de recintos para tocar (Los Prisioneros, en 1988, anunciaron una gira de 40 shows y terminaron realizando 4, sólo porque invitaron a decir que "NO"). Hasta hoy sigue con la horrenda falta de respeto que los organizadores del Festival de Viña tuvieron con Illapu y Dj Méndez, dejándolos al final del certamen, cuando ya la transmisión finalizaba.

9 de Abril de 2002

 
         
   
 

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