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Negu Gorriak, despedida y sentimiento

Aquí os escribo este testamento. Quise hacerlo breve, pero he comenzado a citar las primeras canciones y he llegado a la conclusión de que mejor citar las 30 que han sido parte de la despedida y fiesta de NG.
(26.02.01)

En una cafetería cercana al Velódromo de Anoeta, unos chavales «falan galego» con el del bar. Cuentan que han salido de trabajar y que, sin dormir, se han puesto rumbo a Donostia para ver a Negu Gorriak, aunque, antes, un poco de fútbol, pues televisan el Depor/Real Madrid. Le explican al del bar, siempre en galego, quiénes son Selektah Kolektiboa, quiénes son Banda Basotti y se desparraman en elogios cuando llegan a Negu Gorriak.

Dentro del Velódromo de Anoeta, unos valencianos quieren intercambiar una camiseta, la de ellos es de un bar que ha fabricado unas cuentas en conmemoración con la despedida de Negu Gorriak.

Este sábado es un día de fiesta por muchas razones. Negu se despiden, proclaman la victoria sobre uno de los símbolos del Estado español, el tricornio, sea de analfabeto, cabo o general; pero también se aclama la reunión de cinco músicos tan vivenciales como preparados técnicamente. Además, es carnaval, con lo que el colorido y el ánimo rebasan límites.

La noche es fría, alrededor de los siete grados. Llueve a capricho. La entrada al Velódromo impacta por varios motivos: son las desagradables caretas con la cara de Galindo, es el gentío que se reparte por brazos, estómagos y piernas del Velódromo, es la sonrisa de cada uno de sus habitantes, la simpatía de algunos disfraces.

Ha concluido la actuación de Banda Basotti. Está claro que llegamos bastante tarde, disculpas, Selektah; nuestro respeto, Banda Basotti. Se encienden las luces para el oportuno arreglo de escenario. Una cuadrilla de skinhead nos dice que quieren charlar con los italianos, que a ver si puedo hacer algo. Se les ve con ganas de alentarles. Esto es lo único que podemos hacer, referirlo. Las ikurriñas ondean, pero llama aún más la atención la cantidad de senyeras que abren el aire, impresionante. Visca Catalunya, sin duda.

Por la libertad de expresión

Sin ceremonias ni grandezas de multinacional salen a escena Negu Gorriak, 22.30, hora prevista. "Ez dut ezer nahi" y la popular "Hitz egin" abren concierto con la lógica de ser dos composiciones relacionadas con la libertad de expresión. Todo suena tan fresco, tan inmediato, que parece que nunca hubo una pausa, un adiós condicionado.

Cada Negu se ha colocado en el puesto de vigilancia habitual. Kaki a la izquierda, atrás, y a su lado los vientos; en el centro, Fermin; en el centro a la derecha, Mikel, y en el extremo, Iñigo; al fondo, Mikel a los parches. Izaskun Forkada, voz en el talde 2 Kate y coros en varias canciones, se sitúa en la línea de la batería, entre Mikel e Iñigo. Es la línea del frente, músicos y compromiso.

"Bost gehiago" es el tercer encuentro. Por la mejilla de Fermin aparece la primera gota de sudor. Kaki retuerce el wha wha. Comienza a dar la impresión de que los temas van a saco, sin divagaciones. Como finalmente sería. En veinte minutos han engullido los títulos señeros como "Txikito", "B.S.O.", con él llegaron los sonidos dub, e "Itxafero mekanikoa". Concluido el tramo, Fermin saluda, reprocha la censura y elogia la victoria.

Los dos siguientes momentos son parte de lo más intenso de la jornada. "Lehenbiziko bala" despega a Kaki del suelo repetidamente, Mikel garabatea en el espacio con su manta de pelos sin gravedad, Fermin compone decenas de imágenes repletas de elasticidad.

De "Ideia zabaldu", y en el mismo orden, sacan "Ipurbegia" y "Nire baitan daude biak", de aires latinos mezclados con tiras de jarkore; para la segunda, Izaskun refuerza la línea melódica, y visual, desde el fondo. "Autogestioa, erabaki ahalmena bultzatuz, esan ozenki eta ideia zabaldu" es parte de la letra de "Ideien kontrabandoa", el primer espacio de la noche, con el motor del jarkore más revolucionado. Fermin, empapado en sudor, ondea una senyera catalana que le han arrojado y que encaja con el texto: «Euskal Herri askatutik Catalunya lliurera». Emocionante.

Aires latinos, jarkore y regue

Eneko Bap! es el invitado de "Ez dezagun sal", canción que da paso a los primeros acordes de aire ska, los que vienen con "Kolore bizia", para goce de los numerosos "cabezas rapadas" que se han dado cita en el Velódromo de Anoeta, donde, casualidades sentimentales de la historia, vimos a un skin de Getxo que hace años lloraba en el último concierto de Kortatu.

Iñigo Muguruza inicia uno de los mejores temas del amplio repertorio NG, "Itxoiten", los acordes, las notas iniciales valdrían para el mejor cuadro musical surgido en el grunge de Seatle. Muy inspirado el desarrollo y minutos de intensidad.

"Oker dabiltza", "Hipokresiari stop" e "Irakatsi ziguten historia" inician la parte media final del set, prácticamente las canciones empalmadas y con el pedal pisado a fondo. El denso e incitante regue de "Borreroak baditu milaka aurpegi" da paso a Jon Maia, que le dedica unos versos a Galindo, entre los aplausos de toda la peña. Suena "Song numer one" y explota "Kaixo", de los Delirium Tremens vía admiración Iñigo, quien arranca los iniciales tonos a su guitarra.

"Errespetua" es el "Respect" de Otis Redding, un potente tema que los NG amplifican y que Izaskun carga de curvas cual diablo sexual metido en el alma del soul. Los vientos a tope. "Begirunea" nos lleva a la despedida. Tras ésta, Fermin cambia de camiseta y luce la marca del sello que toma el relevo a Esan Ozenki, Metak.

El poder de los bises

"NG, geurea da garaipena", "Negu Gorriak", con ondeo de banderas sobre la tarima, y "Bertso hop" forman la exultante tripleta de asalto en el primer bis. El ambiente es extraordinario, el cuerpo de Fermin despide vaho. Iñigo atiza el solo sureño de "NG"... El escenario es color, fiesta y compromiso. Joseba Tapia lo celebra como un fiera en la pieza "Gora Herria". "Aizu" y "Radio Rahim" forman parte del segundo bis de la banda, con esta última Izaskun Forkada y Amaia Alkorta llevan la plástica al límite: talento, coordinación, belleza y subidón.

Despedida de nuevo y gritos de Kortatu, algunos de los que llenan el Velódromo ya se saben que "Zu atrapatu arte" puede ser parte de la cita y lo es. Se arma el cirio entre el público, fiestón, y cierre con "Hator, hator", la canción número treinta. "Etxera", subtítulo.

Negu Gorriak se despiden con la emoción en la mirada, en plena forma, pues, al fin y al cabo, continúan ejerciendo de notables músicos, con un Velódromo repleto. Gente de varios puntos de Europa, de la Península. Un adiós tan profundo y artístico que siempre formará parte del futuro.

Pablo Cabeza

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