Radical Mestizo, música sin fronteras: Lo marginal toca en el centro

x Tania Molina Ramirez - Masiosare

Son hijos de la globalización, de la migración, de los avances tecnológicos. Crecieron escuchando rock, pero por las venas de muchos de ellos corre sangre latina, africana, árabe. Escogieron reinventar la música. Fusionan géneros musicales y cantan en varios idiomas. Se formaron tocando en la calle, no son, pues, músicos de estudio. Para la mayoría de ellos, el arte es un arma social: las letras de las canciones hablan de los sin papeles, buscan abrir espacios de producción distintos a los establecidos por los grandes sellos discográficos y participan en "cosas en el barrio".Estas bandas hacen música mestiza. Una selección internacional de ellas, Java, Ojos de Brujo, Dusminguet, Sargento García, Amparanoia y Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, tocará en el Zócalo dentro del Festival del Centro Histórico el 20 y 21 de abril.

"En cada planeta hay música distinta/ gente diferente/ gente guay en París o Bombay/ ...reggae, heavy, punk, merengue, rap y salsa/ el ritmo de la calle sigue siendo el más fuerte/ blues y jazz, hard core, trikitixa/ el ritmo de la calle une a la gente/ del sur pal norte/ del este pal oeste/ de abajo pa'rriba/ ¡Gózalo gózalo!/ ... Música mestiza/ que todo el mundo la goza", canta Sargento García al compás de la banda Los Locos del Barrio.

El Sargento, de padre vasco, madre francesa y familia argelina, vivió en Barcelona y ahora en París. En Los Locos del Barrio hay un afrocubafrancoespañol, franceses y cubanos. Juntos, hacen música que mezcla géneros y que El Sargento, para evitar posteriores definiciones, nombra "salsamuffin". Esta banda se presentará, junto con Dusminguet, Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, Java, Ojos de Brujo y Amparanoia, en el Zócalo, como parte del programa Radical Mestizo dentro del Festival del Centro Histórico.

"Radical Mestizo es el título de tres volúmenes de música de fusión internacional compilada por el dj Floro; el nombre fue inventado por el crítico español Diego Manrique, y lo retomo para este proyecto", explica Pacho Paredes, quien además de ser el baterista de Maldita Vecindad, es escritor y promotor cultural ?como tal, organiza Radical Mestizo?.

"Lo de radical alude a que la mayoría de estos grupos tiene canciones con letras con una visión política callejera, y a su vez el mestizaje sonoro produce innovaciones radicales sorprendentes", dice Pacho.

Lenguaje sin fronteras

Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio combinan elementos chilangos, son jarocho, mambo con música africana y árabe, reggae, ska y rock, haciendo una música "maravillosamente mexicana", dice Diego Manrique a Masiosare. Y "la llevan a la esfera global, hacen que la música local sea parte de lo global", explica el estadunidense Josh Kun, investigador?periodista que participará con Manrique y Carlos Monsiváis en el coloquio La globalización en la música, dentro de Radical Mestizo, en el festival el 19 de abril a las 20 horas en el Museo de la Ciudad de México.

Toda la música, claro, es "producto del intercambio y del mestizaje", explica Pacho. Pero, sigue, después de la Segunda Guerra Mundial, gracias al avance en los medios de comunicación, las migraciones y la urbanización, este proceso se aceleró enormemente.

Música de migrantes. Hijos de la globalización,que buscan que ésta sea "horizontal, es decir, más plural y democrática", señala Paredes.

El barrio

Música de la calle. Música de barrio. Muchas de estas bandas se formaron tocando en las fiestas, en las plazas, en los festivales y luego grabaron en estudios. A excepción de Manu Chao y Maldita Vecindad, no venden cantidades exorbitantes de discos, más bien la gente los escucha en directo. Será por eso que son grupos que establecen un lazo muy fuerte con su público, como Amparanoia o Sargento García, cuyos discos en vivo, para Manrique, "son de los más extraordinarios".

Incluso algunas de estas bandas incorporan ruidos de la ciudad en su música.

Y es en el barrio donde mantienen firmemente puestos los pies. "Es importante no perder lo local al volverse global; para no perder el piso tienes que saber de dónde vienes", advierte Josh Kun.

Lo radical

Las bandas que tocan música mestiza entienden al arte como un arma social: sus letras hablan sobre los sin papeles, los sin hogar, buscan abrir espacios de producción y distribución distintos a los establecidos por los grandes sellos discográficos y participan en "cosas del barrio".

"Lo que me interesa es la gente, no la política", dice Amparo Sánchez, la voca de Amparanoia. Ella conoció a la fotógrafa mexicana Yuriria Pantoja en su primera visita a este país y juntas gestaron el Sound System La Realidad -una exposición de fotografías de la vida cotidiana en las comunidades indígenas zapatistas con música- que estuvo en Madrid, Valladolid y Barcelona en enero de 2001. En el proyecto participó Joan Garriga, cantante de Dusminguet. El dinero recaudado fue entregado a las comunidades chiapanecas.

Amparanoia también participa en conciertos de organizaciones como Papeles para Todos.

"Participamos en cosas del barrio, como colaborar para la operación de ojos de alguien necesitado, o para una escuela", dice Juan Lu de Ojos de Brujo. Este grupo estuvo, con un sound system, en las manifestaciones en Barcelona hace unas semanas durante la cumbre de la Unión Europea, y Dusminguet participó en el concierto en esa ocasión.

Y, claro, en las canciones se refleja el compromiso social. "Muchas de las bandas, como Sargento García, dan voz a los clandestinos, a todos los que no tienen hogar nacional ?explica Josh Kun?; cantan sobre 'la otra Europa', la que no entra dentro de la historia oficial".

Kun lo resume así: "Es lo marginal tocado en el centro".

La tendencia de la globalización es la homogenización: en la comida, en la forma de vestir, y, sí, en la música

"Las grandes disqueras buscan imponer patrones", explica Manrique. En cambio, las bandas que tocan música mestiza "desean aumentar la diversidad".

Pero los sellos dominantes ven que estas músicas tienen mercado y "algunas propuestas de las pequeñas compañías son absorbidas por las grandes", sigue el periodista.

"La gran industria musical crea cantantes y grupos para determinados mercados regionales, como Ricky Martin para el mercado latino (la fórmula Miami)", dice Manrique.

El dominio del mercado musical es impresionante. En España, ejemplifica Manrique, cinco grandes trasnacionales (Virgin, EMI, BMG, Universal y Sony) acaparan 82% del mercado.

"El peligro de depender de una de ellas es enorme; por ejemplo, Virgin recién anunció que debido a la crisis que atraviesa la compañía ?de 10 mil empleados? 20% del personal será despedido y 600 artistas desaparecerán". Y alerta: "Sellos interesantes como Chewaka (con el que tienen contrato Dusminguet y Manu Chao) y Hierbabuena, que dependen de Virgin, peligran".

Frente al monstruo musical, hay algunas experiencias de disqueras independientes exitosas, como Esan Ozenki ?en México, Discos Armados?.

"Muchos artistas ya no quieren ser empleados sino socios", dice Manrique. Como Ojos de Brujo, cuyos integrantes montaron el sello La Fábrica de Sueños, para estar con gente que te entiende, no con empresarios", dice Juan Lu. Y añade: "Además puedes ser dueño de lo que haces".

 
         
   
 

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