¿A que es incomprensible el título? En realidad pone «nacionalistas de pega», sólo que al revés, pero creo que, precisamente por su incomprensibilidad, refleja a la perfección el farragoso galimatías que utilizan los políticos de PNV-EA-IU-Aralar para liar al personal y no contestar de modo claro y contundente a una serie de sencillas preguntas que todos, o al menos los votantes de Batasuna y los 80.500 firmantes de AuB, nos hacemos, y de entre las que, en este momento, destacaría un par: dado que ustedes se declaran inmaculados demócratas y que la legitimidad democrática sólo la puede dar la exquisita observancia del derecho a voto de todas las opciones, ¿van ustedes a impedir, sí o no, que el represivo ultranacionalismo español consuma su amenaza y pisotee ese principio, dejando fuera de las urnas a un importantísimo sector de la población vasca? Si tal cosa ocurriera, sería una medida fascista que deteriora gravemente la credibilidad democrática de quien la acata. En ese caso, ¿cuál de las siguientes medidas tomarían ustedes para no mancillar su intachable pedigrí ciudadano?: ¿seguir la vía gandhiana de resistencia pasiva, apartándose de su política de colaboración con Madrid y rompiendo todo pacto de gobierno con los causantes de semejante tropelía?; ¿no presentarse a las elecciones del 25-M?; ¿votar con papeletas de AuB, como muestra de desobediencia a una ley injusta?; ¿convocar a huelga y a manifestaciones, como acostumbran a hacer cuando ETA comete algún atentado?; ¿dejar de hacer esa absurda comparación entre magnitudes diferentes como son la violencia de ETA y la del Estado policial, que a su imagen de «centro» tan conveniente resulta, pero que no hace sino apuntalar la táctica granespañola de meter a todas las organizaciones de la izquierda abertzale en el mismo saco (ETA) para así ilegalizar el independentismo?

Hay viperinas lenguas que dicen que a ustedes les horroriza responder a tan simples preguntas porque, de hacerlo, sería meridiano que su ultrajada dignidad democrática y su enfrentamiento verbal con PP-PSOE no son más que un vodevil para idiotas pactado con Madrid para seguir haciéndole el trabajo sucio y, de paso, robar con carroñera avaricia votos que no les pertenecen. Que así fuera mostraría, entre otras cosas, una falta total de ética política, mortalmente dañina para el futuro de Euskal Herria.

Decía, creo que Lenin, que deber de todo revolucionario es hacer política revolucionaria. Del mismo modo, deber de todo auténtico nacionalista es hacer política nacionalista. Y eso, en este momento, pasa por defender por encima de cualquier interés partidista el derecho a votar y a tener representación propia de quienes se proclaman nacionalistas de la izquierda abertzale.

Gara
28/04/03

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