En materia de género y economía: nueva cátedra en la UBA

El martes, en la Facultad de Ciencias Económicas (UBA), fue presentada la materia “Género y Economía” para la currícula de la Licenciatura en Economía. Estudiantes, docentes de distintas facultades y hasta la legisladora porteña –y ex directora del INADI-, María José Lubertino, debatieron sobre la importancia de la cuestión de género en las Ciencias Económicas.

Los expositores, Guillermo Gigliani (docente de la FCE y Secretario General de AGD-Económicas) y Florencia Chahbenderian (docente de la FCE y miembro el Grupo de Estudios de Economía y Género, GEEG), rescataron el carácter político de la nueva materia, que se expresa tanto en el aval de las autoridades para su incorporación en el plan de estudios, como en presiones actuales a las docentes a cargo del curso Género y Economía.

El moderador de la charla pidió disculpas por la ausencia de las docentes a cargo. Valeria Esquivel, Doctora en Economía e Investigadora Docente adjunta de la UNGS, y Corina Rodriguez, Licenciada en Economía, Magíster en Políticas Públicas e Investigadora CONICET, decidieron no asistir a la charla ante presiones de las autoridades de la carrera. Según diversas fuentes, desde los altos cargos no estaban de acuerdo con que las docentes a cargo del curso participen en una charla de supuesto índole político.

Chahbenderian explicó que la incorporación de la materia al plan de estudios es una concesión de las autoridades de la carrera ante la demanda de estudiantes y docentes por un “conflicto misógeno” desatado por el docente Nicolás Salvatore.

Según la joven economista, intentaron “tapar el sol con las manos”, ya que concedieron esta reivindicación para intentar evitar las repercusiones que generaba en el ámbito local el caso de Salvatore. El profesor ocupaba el cargo de Secretario de la Carrera en Economía cuando estudiantes y organizaciones –entre las que se encuentra el GEEG- presentaron denuncias en su contra ante el INADI y la Facultad por maltratos y abusos verbales y físicos hacia estudiantes de sexo femenino.

A continuación, Gigliani agregó que la “Economía Feminista surge al calor del estudio y de la reivindicación de la lucha de la mujer”. Para eso recordó que ya en los 60’, la cuestión de género compartía, junto con la cuestión de clase y de raza, la bandera de de las luchas que se llevaban adelante por los jóvenes en Estados Unidos.

El Secretario General de la AGD definió a la economía de género como “una materia que estudia la organización del trabajo en la empresa”. Es por eso que no dudó en afirmar que debe dictarse no sólo en la Licenciatura en Economía, sino también en la de Contador Público y de Administración de Empresas.

Desigualdades entre hombres y mujeres en el mercado de trabajo

Al momento de las intervenciones del público, María José Lubertino aseguró que cuestiones sensibles entre las que se destaca la trata de personas vienen avanzando en cuanto a legislaciones y conciencia social, aunque las problemáticas referidas al trato de la mujer en el ámbito laboral –como la brecha salarial entre hombres y mujeres, la diferencia cuantitativa en cargos gerenciales para uno y otro sexo y el maltrato y acoso hacia las trabajadoras- siguen siendo relegadas. Al respecto, la diputada de la Ciudad de Buenos Aires por el Frente para la Victoria expresó la necesidad de legislar sobre estos problemas y de crear un organismo público donde las discriminadas puedan “denunciar con confianza”.

Las desigualdades en el ámbito laboral son respaldadas por numerosos trabajos. Según un informe del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo (CEPED) de la UBA, la desventaja salarial de las mujeres con respecto a los varones es, en promedio, del 25%. Los desequilibrios se acentúan según su calificación ocupacional. Así, según dice el estudio, “en la categoría profesional, que muestra una alta tasa de femineidad, y en las categorías técnica y operativa, la brecha se ubica por debajo de la media general”. Mientras que “entre los no calificados, la distancia entre los ingresos percibidos por mujeres y varones resulta ser mayor”. La brecha salarial en la Argentina es, incluso, muy superior a la de la Unión Europea (17%).

La conclusión de que la brecha salarial es más grande cuando menos calificados e irregulares son los empleos se ve potenciada, ya que la participación de las mujeres desciende a medida que se consideran los cargos jerárquicos superiores y aumenta con los inferiores –que a su vez suelen ser los empleos del tipo precario-.

Comisión de Género y campaña para la difusión de los derechos

Gigliani destacó que desde ADE, la agrupación que conduce el gremio de AGD, se va a impulsar una comisión de género pluralista con el objetivo de “difundir y de explicar los derechos de igualdad de género que tienen que ser respetados”. Es por eso, que en los próximos días estarán anunciando una campaña en la que se organizará un ciclo de charlas con la idea de masificar las ideas hacia adentro de la facultad y en “abrir el debate con todos los profesores para permear en el resto de las universidades del país”.

Encuentro mundial de economía y género en la UBA

Lubertino explicó que asistió a la charla con la finalidad de acercar una propuesta para realizar, en la UBA, un encuentro global sobre economía y género. El encuentro sería auspiciado y financiado por la AWID (Asociación para los Derechos de la Mujer y el Desarrollo, por sus siglas en inglés), y significaría una oportunidad única para la región. La otra posibilidad –aclaró la legisladora- es realizar el encuentro en Brasil, pero ella insistió ante la organización del evento que se lleve adelante en el país para fomentar el desarrollo del estudio de la materia.

Nicolás De Mestico, para ANRed. Foto: Patricia Laterra.