Testimonios de Eduardo (compañero torturado junto a su hermana por la policía, al pillarle con una bandera republicana)
Provocaciones y agresión en la detención
Más tarde los dos hermanos se desplazaron al Teatro El Bosque - dónde tambien acudieron los Principes- . La Policía le pidió la identificación a la chica y el hermano, que estaba algo alejado de ella, se acercó. Un antidisturbios y preguntó al jóven: "¿Eres republicano?" y ante la respuesta afirmativa del chico, el agente contestó: "¡Pues cógemela con la mano!".
"A mí me hizo gracia y sonreí, y entonces el policía me pegó un bofetón que me tiró al suelo". Ya con la cara contra el asfalto, Eduardo recibió patadas en las costillas y fue esposado.
Su hermana Naiara intentó separar al policía de su hermano y fue también tirada al suelo por los agentes. "Cuando abrí los ojos, tenía la cabeza llena de zapatos. Le metí un mordisco a la bota de una de las policías y esta empezó a gritar que si le había pegado el sida [2]", relataba Nayara.
"Y el policía que me había pegado el bofetón me dijo: "¿Ésa es tu hermana? Porque por cada grito tuyo ella se va a llevar una hostia"", asegura Eduardo.
A Naiara Cabrera, en el forcejeo con los policías durante su detención, se le bajaron los pantalones hasta los tobillos. "Les pedí que me dejaran subírmelos, y un policía me contestó: "Ése es tu lugar: con el culo al aire, ¡que te vea todo Móstoles!"".
Torturas en la furgoneta
La furgoneta arrancó, con los dos jóvenes vigilados por cuatro policías, giró dos calles y se paró en seco. "Entonces nos gritaron: "¡Rojos de mierda, estáis aquí para que os peguemos!".
Yo me había meado encima dos veces por el miedo y un policía le dijo a otro: "Es una guarra, puedes mearla que no se va a notar", afirma la chica. Ésta no se amedrantó y escupió a uno de los policías a la cara. Su hermano lloraba desconsolado. "Vaya un rojo de mierda, que no hace más que llorar", le increpó un policía.
"Ellos se lo estaban pasando en grande", recuerda Eduardo. La furgoneta, con el indicativo Puma 79, llegó a la comisaría y a Naiara, según su versión, la arrojaron al suelo. "¡Me vais a matar!", les gritó, al ver cómo un coche casi se la lleva por delante.
Vejaciones en la comisaría
En la comisaría de Móstoles, ambos hermanos fueron separados. "A mí me metieron en un cuarto y me dejaron sola con un policía al que se le caía la baba al mirarme. Me soltó: "Los piercing te los tienes que quitar y si tienes uno en el coño, ya te lo estás quitando"".
Los dos pasaron la noche en calabozos separados, vomitando y llorando. Estaban en celdas contiguas y se comunicaban por una rendija. "El calabozo estaba asqueroso. Olía a meado. Nos despertaron a las siete de la mañana para preguntarnos si queríamos metadona".
La policía les negó que pudiesen declarar esa misma noche por lo que pasaron toda la noche allí a pesar de haber solicitado el Habeas Corpus (derecho a comparecer inmediatamente ante un juez), y allí, según afirmaban hoy les fueron propinadas contínuas bofetadas y golpes "con la mano abierta".
Nayara, que incluso estaba vomitando y tenía un esguince, gritaba desconsoladamente que le llevasen a un hospital, pero le decían que no había ningún coche. En cambio se llevaron a Eduardo, que sí recibió asistencia hospitalaria por tener la cara hinchada por los golpes.
Secuelas por ejercer su libertad de expresión
La chica sufre heridas en un brazo, que lleva en cabestrillo, mientras que la policía alega que "se hizo daño con las esposas".
Eduardo Cabrera, que trabaja en la construcción, está de baja en la obra por lesiones en la columna, mientras que su hermana dice "estar muy mal física y psicológicamente porque en mi vida me habían tratado así".
"Nos tiraron al suelo, nos pegaron, nos maltrataron y nos insultaron, no puedo olvidar lo que pasó porque a quién pegaban era a mi hermana y a mí", añadió.
La policía pide "disculpas" pero les acusa de agresión
La Comisaría de Policía Nacional de Móstoles ha pedido "disculpas" a Eduardo y les han devuelto la bandera. Los jóvenes se han querellado contra los 11 policías que les detuvieron. Los príncipes se han comprometido a contestar una carta entregada por una edil de IU siolicitando una investigación de los hechos.
"Les estuvieron pegando dentro de la comisaría y sobre la 01.00 la policía les llevó al hospital de Móstoles. La chica tiene el brazo en cabestrillo, chichones y moratones, y él tiene las muñecas muy fastidiadas, con magulladuras y en carne viva", añadió la abogada.
Los jóvenes, que ya están en libertad con cargos, son acusados por la policía por atentado, desórdenes públicos y deshonor a la figura del Rey.