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Mundo :: 08/02/2010

¿Por qué la prensa estadounidense guarda silencio sobre el papel de Israel en el vuelo NW 253?

Patrick Martin
[Traducido del francés para La Haine por Felisa Sastre] ICTS se ha establecido para "garantizar" la seguridad en los aeropuertos de Francia, Gran Bretaña, España...

Hace casi una semana, el 10 de enero, el periódico israelí Ha’aretz publicaba una artículo de su corresponsal, Yossi Melman, señalando el papel desempeñado por la compañía israelí de seguridad International Consultants on Targeted Security (ITCS), durante el intento frustrado de activar una bomba a bordo del vuelo Northwest Airlines 253.

Las filiales de ICTS, I-SEC y PI son las responsables del control de pasajeros en el aeropuerto Schipsol de Amsterdam donde el acusado del intento de atentado suicida, Umar Faruk Abdulmutallab, embarcó en el vuelo con destino Detroit. La compañía utiliza un sistema de filtrado según el perfil de los pasajeros y la identificación de riesgos para la seguridad, basado en la experiencia de los servicios de espionaje israelíes. Personal de la antigua compañía aérea El AL y del Shin Bet en 1982 fundaron ICTS con el propósito de vender su experiencia, y numerosas compañías aéreas estadounidenses utilizan sus servicios o su tecnología.

Según Ha’aretz, Abdulmutallab estaba controlado por ICTS pero los agentes de seguridad no fueron capaces de identificarlo como individuo peligroso a pesar de contar con pruebas suficientes.

“Aunque los servicios de espionaje hubieran fracasado y el nombre del pasajero no figurara en la lista de sospechosos para la compañía aérea, debería haber despertado las sospechas de los agentes de seguridad”, se decía en el periódico. “Su juventud, nombre, el itinerario de vuelo tan poco lógico, su caro billete de avión comprado en el último minuto, su embarque sin equipaje (sólo con un maletín) y otros muchos detalles debieron ser suficientes para alertar a los agentes de seguridad y justificar un examen más a fondo del sospechoso. En cualquier caso, el responsable de seguridad de I-SEC y PI le permitió embarcar”.

La prensa israelí y europea han llamado la atención sobre el nexo israelí. Además de Ha’aretz, el Jersusalem Post y la televisión israelí entrevistaron a un directivo de la empresa quien confirmó que se había sometido a Abdulmutallab al control de seguridad.

En Gran Bretaña, Francia, Alemania, Países Bajos, España e Italia, se publicaron también artículos en periódicos y en Internet, pero nada de eso ha aparecido en los principales periódicos estadounidenses: ni una palabra en el New York Times, el Washington Post, el Wall Street Journal o en cualquier otro diario, y total mutismo en de la cadenas de televisión o de redes de información por cable.

El contraste entre el tratamiento mediático en Europa y en Estados Unidos es una señal de que el papel de ICTS no es un detalle nimio. Claramente, se ha dado la consigna de no hablar del asunto, bien sea de forma directa por parte de los servicios de seguridad estadounidenses bien sea indirectamente por la autocensura de los medios de información que no es menos eficaz por el hecho de ser “voluntaria”.

¿Qué razones han podido existir para encubrir el papel desempeñado por ICTS?

En primer lugar, algunos hechos pertinentes: ICTS era la encargada de la seguridad del aeropuerto Charles De Gaulle cuando el “hombre del zapato” (terrorista del zapato), Richard Reid [que había escondido un explosivo en su calzado] subió el 22 de diciembre de 2001 a bordo de un avión que iba a Estados Unidos. La misma compañía garantizaba la seguridad de los autobuses londinenses cuando se produjeron los atentados del 7 de julio de 2005. ITCS, asimismo, formaba parte del sistema de seguridad del aeropuerto de Boston Logan, el 11 de septiembre de 2001, desde donde despegaron dos de los cuatro vuelos desviados, origen de los atentados.

Lo menos que se puede decir es que se producen unas extrañas coincidencias, habida cuenta sobre todo de la pretendida experiencia de los servicios israelíes de seguridad para identificar y prevenir atentados terroristas. Personal de ICTS estaba de servicio cuando tuvieron lugar cuatro de los atentados terroristas más terriblemente famosos de estos últimos diez años, y en todos ellos fueron incapaces de hacer algo para detener a los terroristas.

En sus 28 años de historia, ICTS se ha establecido en 22 países para garantizar la seguridad en los aeropuertos de Francia, Gran Bretaña, España, Hungría, Rumania y Rusia, donde tiene más de 11.000 agentes. La empresa tenía contratos en muchos aeropuertos estadounidenses hasta el 11-S, cuando el control de pasajeros se retiró de las empresas privadas para ponerlo bajo la responsabilidad del Departamento de Seguridad en el Transporte (TSA, en sus siglas inglesas) de nueva creación.

La historia oficial del vuelo Northwest 253, según la versión ofrecida por la Casa Blanca de Obama y por los servicios estadounidenses de espionaje, es tan increíble que da la impresión de haberse producido una maniobra conjunta para que el asunto se fuese olvidando y para desviar la atención de la opinión pública hacia otras cuestiones. En ese contexto, el silencio total sobre la responsabilidad de la compañía israelí de seguridad plantea todavía más preguntas relativas al papel desempeñado por los servicios de información estadounidenses y de otros países durante los días anteriores al incidente de la festividad de Navidad, que pudo costar la vida a unas 300 personas.

Mondialisation, 21 de enero de 2010

 

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