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Asturies :: 20/04/2013

Poner el debate político en primer plano, una necesidad del sindicalismo alternativo de clase

Alonso Gallardo
Desde la experiencia de lucha y resistencia del movimiento obrero asturiano, amplia y universal

En diciembre de 2012 los sindicatos mayoritarios en la función pública asturiana, acordaron un nuevo pacto sindical por la anulación del anterior por el gobierno del PP de Rajoy por el Real Decreto-Ley 20/2012 der 13 de julio, poco tardaron en llegar a un nuevo acuerdo los sindicatos mayoritarios del sistema, primero en la mesa general de la administración general del estado, marcando las líneas generales de por donde pasaban los nuevos criterios para el capital dominante en su relación con sus sindicatos subordinados: recortes de liberados/as, centralización, sustracción de las horas sindicales a los delegados sindicales y miembros de comités de empresa y juntas de personal, jerarquización y verticalidad total en la relación de los delegados sindicales con el aparato dirigente y la burocracia sindical, poco importaba que se saltasen a la torera lo limitado por el decreto del Sr. Rajoy.

Los apéndices asturianos de estos sindicatos del sistema, acordaron en diciembre un nuevo pacto para ajustarse a las nuevas condiciones impuestas por el sistema al sindicalismo dependiente, la CSI de acuerdo con su historia y experiencia sindical, presentan un recurso ante los juzgados, pero la necesidad del sindicalismo fácil juega una mala pasada cuando la estrategia fundamental para estos compañeros/as, es combatir con las mismas estrategias al sindicalismo mayoritario, que pasa por centralizar la negociación por la mesa general de la función pública asturiana, si se adopta la misma estrategia, valen incluso los mismos medios.

De ello, y no creo que por más inteligente el Sr. Director de la Función Pública asturiana que los anteriores, propone un pacto de funcionamiento con la CSI, siempre que con su aceptación retire el recurso presentado sin necesidad de firma ninguna, pacto de funcionamiento que mantiene todos los privilegios de los sindicatos firmantes y obligaciones, todos los delegados/as tienen que firmar la cesión de sus horas por toda la legislatura a la bolsa de horas sindicales, donde no obliga a dedicar el 60% de las horas sindicales a liberaciones, pero tampoco lo excluye.

La sorpresa no surge de la posición de aceptación de esta propuesta por la mayoría de los y las sindicalistas de la administración pública asturiana, sino de la aceptación por parte de la Ejecutiva de Asturies de la CSI, que rompiendo con su historia, su pasado, asume el pacto de relaciones propuesto a la CSI-Autonomía, justificándolo en cuanto que no lo hemos firmado y que anula la marginación histórica de la CSI, evidentemente, por lo tanto es correcto retirar el recurso.

Este regate corto y miope, por parte de la Ejecutiva, viene de el último congreso de la CSI, donde ni se elaboró estrategia, ni análisis de la crisis, ni nada, solo exclusiones, sectarismos y un radicalismo falso, más cercano a las posiciones anti-políticas y anti-partidos que nacen de la presión de las políticas dominantes y que llevan a sectores del sindicalismo, la política y movimientos sociales a escapadas populistas, con falsos radicalismos, mucho localismo y una tremenda carga contra los partidos comunistas, revolucionarios y movimientos sociales de base estratégica y consolidados.

La apuesta de dirigentes históricos de la CSI, de dar sin debate político la dirección del sindicato a estos nuevos sectores, está llevando a la CSI a un callejón sin salida política. La estrategia de apoyar este pacto sindical y corrupto, no es fruto de la coincidencia de estrategia sindical con los mayoritarios por parte de estos dirigentes históricos, es el todo vale con tal de impedir un debate en la CSI y de impedir, ante el bloqueo sectario del debate, la formación de un amplio y plural sector que apuesta por poner la política en primer plano, desde la experiencia de lucha y resistencia del movimiento obrero asturiano, amplia y universal.

La resolución del sector de justicia de la CSI, sitúa el debate públicamente como instrumento o medio de recuperar para el sindicalismo una alternativa de clase, que supere fronteras localistas sectarias, ponga nombre al enemigo principal de nuestra clase y en unidad con el conjunto de la clase obrera del estado luche por la única alternativa que tenemos las clase trabajadoras: el socialismo.

* Alonso Gallardo responsable del sector de justicia de la CSI

 

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