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James Petras, Mundo :: 20/03/2015

El vicepresidente uruguayo representa lo que podemos llamar científicamente un cipayo

James Petras - La Haine
A Obama le quedaban pocas posibilidades al fallar la vía electoral, la económica y la del golpe en Venezuela. Ahora la única solución es la amenaza de invasión directa de EEUU

Análisis de James Petras en CX36, lunes 16 de marzo de 2015, www.radio36.com.uy. Escuchar:http://www.ivoox.com/analisis-james-petras-cx36-lunes-audios-mp3_rf_4223130_1.html

Efraín Chury Iribarne: Comencemos con lo que está sucediendo en Venezuela, lo que se ha declarado desde el gobierno uruguayo al respecto y la reunión de Cancilleres de UNASUR, que por la alineación uruguaya al imperio, se realizó en Ecuador.

JP: Hace tiempo que entendemos que Tabaré Vázquez y su equipo tuvieron siempre en el ojo la idea de ser los mejores aliados de EEUU en el Cono Sur. No es nada nuevo, en su primer gobierno también fijaron acuerdos, ejercicios comunes con el Pentágono y siempre mantuvieron distancia con el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez. Una relación correcta pero bastante fría. En cambio, un notorio acercamiento a la Embajada norteamericana siempre fue la prioridad en la agenda.

Ahora, en el nuevo período de gobierno, con el Vicepresidente ultra pro Pentágono, el señor Raúl Sendic [no confundir con su padre, el revolucionario Raul Sendic], tenemos una persona que representa lo que podemos llamar científicamente un cipayo.

Venezuela descubrió un complot, con nombres y apellidos de los conspiradores y sus vínculos con la Embajada norteamericana y el representante de las agencias que canalizan el dinero para los opositores. Frente a estas pruebas, bastante bien documentadas, el señor Sendic declaró que ya no cree en ninguna injerencia norteamericana. Es decir, repite como papagayo la misma propaganda que la Casa Blanca. Es como si no quisiera pensar con su cabeza, piensa con la cabeza de la Casa Blanca.

Esa es una forma de dar cobertura a la agresión norteamericana en un momento de gran tensión, porque lo que está en juego no es las sanciones contra los siete funcionarios venezolanos, sino que es también la declaración de Obama de una “emergencia nacional” y “un peligro” para la seguridad de EEUU. Y esa es una señal para movilizar recursos militares hacia una invasión norteamericana.

En ese momento, el gobierno de Uruguay decide fortalecer la posición norteamericana, negando la reunión de UNASUR en Montevideo, es decir, bloquear el apoyo latinoamericano hacia Venezuela y dar paso libre a la agresión norteamericana. Cuando EEUU veía que UNASUR está debilitada, dividida, incapaz de actuar, gracias al presidente Tabaré Vázquez, al Canciller (Rodolfo Nin) y al Vicepresidente (Raúl Sendic), fue un momento de gran aprecio aquí en Washington.

Pero en el momento que el presidente (ecuatoriano, Rafael) Correa declara que la emergencia de la situación requiere una reunión de UNASUR en Quito, el asunto se escapó de las manos de los gobernantes uruguayos y mandaron al Canciller allí a declarar y firmar el documento denunciando la injerencia norteamericana. O sea, estaba obligado por todos los otros países, incluso los colombianos y otros gobiernos conservadores, a adherir a esa declaración. De lo contrario quedaban desnudos, aislados, 11 contra 1, pues Uruguay era el único defensor del imperialismo norteamericano en la región.

Y eso no se podía dar. Era mala publicidad, mala imagen, especialmente frente al público uruguayo que a pesar de no ser revolucionarios se alinea con la no intervención. Todo el mundo reconoce que la declaración norteamericana es una agresión. Entonces quedaban solos Vázquez y Sendic. Por eso tenían que aprobar la resolución de UNASUR. Pero no de buena gana, debemos decirlo.

EChI: ¿En qué puede terminar esta arremetida de Obama contra Venezuela?

JP: Podríamos decir que hay muchas cosas detrás de esto. ¿Por qué declara Obama en este momento esta política invasora? Hay varias razones. En principio porque sus operativos fracasaron.

Primero perdió las elecciones con su candidato (Henrique) Capriles. Después fracasaron en la campaña de deslegitimar los resultados electorales de las elecciones que ganó el presidente Nicolás Maduro. Después de eso, apoyaron la violencia callejera que terminó con 43 muertos, pero también los terroristas fueron derrotados y el capo, el señor Leopoldo López está encarcelado. Después fracasó el golpe cívico militar que lanzaron este año, ya que fue descubierto por el equipo de Maduro.

Entonces le quedaban pocas posibilidades al fallar la vía electoral y la vía del golpe. Por eso Obama decidió que la única solución es la amenaza de invasión directa de EEUU. Pero también es una forma de desgastar al gobierno venezolano, creando situación de tensiones, creando la impresión de que algun hecho militar está por pasar; y eso busca presionar al gobierno de Venezuela, que debe gastar muchos recursos económicos en Defensa, en vez de volcarlos a aliviar la situación económica.

En este sentido, Obama ha abierto la posibilidad de una situación de tensiones prolongadas para desgastar al gobierno y cansar a los militantes con las movilizaciones. Y después cuando la situación económica se deteriore, van a llamar a sus operativos otra vez a salir en marchas que den cobertura a los terroristas y lanzar provocaciones invitando a la represión del Estado, obligada para mantener el orden. Y cuando el gobierno defienda la orden constitucional contra los terroristas, Washington podría pensar en ese momento para realizar una intervención, supuestamente “humanitaria”, para "defender a las víctimas de la agresión”.

Ese es el escenario que están preparando. Hasta el momento es una guerra de nervios, probando la preparación que tiene Venezuela y como podría responder ante una amenaza militar. Ver si hay lazos débiles, si los políticos podrían debilitarse y buscar conciliaciones. Ver si hay algún sector militar en el que puedan pescar para conseguir oficiales golpistas. Son pruebas para ver dónde son más vulnerables los venezolanos, y esa es una instancia más: probar para después golpear. En este momento son amenazas, la próxima vez puede ser el ataque.

Y más allá de eso, tienen encarcelados a sus principales operativos. Washington ha perdido al alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, un golpista involucrado en la conspiración; tienen encarcelado al capo del terrorismo, Leopoldo López; han descalificado a varios diputados involucrados en el terrorismo. Toda esta gente está ahora en la cárcel, bastante desmoralizada con el fracaso. Esta declaración de Obama es también una forma de animarlos, y las sanciones serían también una especie de castigo al gobierno por su encarcelamiento.

Pero este tipo de consuelo sicológico no va a ayudar a los terroristas a escapar de la ley venezolana. Y el presidente Maduro muestra una enorme capacidad de resistir. Ha declarado a Washington que no se van a rendir, que no se van a entregar. Han movilizado a más de cien mil civiles para entrenamiento militar y a soldados con armas modernas. Cuentan con el respaldo de Rusia y China, de la UNASUR, finalmente incluso con Uruguay; a lo que se suman otras declaraciones regionales de apoyo.

Debemos anotar además que ningún país en el mundo está apoyando la declaración de Obama de que Venezuela amenaza la seguridad de EEUU. Nadie cree eso, ni siquiera aquí en Washington. Lo único que consiguió fue que el Parlamento Europeo pida la liberación de los terroristas venezolanos. Pero más allá de eso el Parlamento Europeo no se atreve a seguir los pasos extremistas de Obama, por lo que diplomáticamente quedó aislado, a pesar de Sendic –que quedó como un loco desnudo en este contexto. Los demás como (el presidente colombiano, Juan Manuel) Santos y su Canciller -que son los aliados más cercanos de Washington- no se atrevieron a apoyar las injerencias de Obama.

EChI: Por último, ayer hubo multitudinarias manifestaciones fascistas en Brasil. Es compleja la situación.

JP:Si, es compleja.Pero yo no creo que todos los participantes en las movilizaciones de ayer fueran fascistas y mucho menos golpistas. Un gran número de trabajadores, empleados, profesionales, están protestando por la corrupción en el Partido de los Trabajadores (PT) y en la cúpula del gobierno; y también por el ajuste fiscal neoliberal que el gobierno ha instituido en el último período. No hay que olvidarse que desde hace dos semanas el gobierno de Dilma con su ministro de Finanzas, Joaquín Levy, están eliminado gastos sociales para jubilaciones y pensiones, atacando los derechos laborales.

Hay muchas razones para denunciar y manifestarse contra el gobierno en Brasil, más allá de los golpistas que estén involucrados, que piden un golpe y la expulsión del gobierno. Y tampoco debemos pensar que como jefa de Petrobras, durante el período de máxima corrupción, Dilma no supiera nada, que fuera ignorante de lo que sucedía con los sobornos y el financiamiento del PT. Hay razones para marchar, denunciar y pedir un referéndum.

No hay que mezclar los golpistas con los manifestantes que tienen causas justas. Ahora, uno puede decir que los progresistas deben separarse de los golpistas y no estar en los mismos espacios físicos, dando la impresión de que todos están atrás de un golpe de Estado. (...)

Extractado por La Haine

 

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