Prohibido, pero nunca en silencio

Estuvo 14 veces preso; sufrió lo más terrible que se puede sufrir: uno de sus hijos fue asesinado por la triple AAA, la organización armada fascista que diezmó la militancia argentina y preparó la llegada del golpe.

Trabajó como obrero gráfico y de allí dio el salto hacia la dirigencia sindical. Fue Secretario General de la legendaria CGT de los Argentinos. Sufrió encarcelamientos, allanamientos, secuestros y humillaciones varias. Pero nunca quiso abandonar su país. Sólo cuando le asesinaron un hijo resolvió cambiar de postura y marchar hacia el exilio. Denunció a través del mundo la represión en Argentina, mientras se prohibía mencionar su nombre en cualquier medo de difusión del país.
Sin embargo, Ongaro continuó siendo el símbolo del gremialismo combativo para el movimiento obrero. Místico, estudioso, locuaz, orillando los 60 años no se propuso nuevas metas. Solo continuar luchando por las justas reivindicaciones de los trabajadores .

Presentamos un texto escrito por Ongaro en abril de 1984, en el que hace un repaso a su vida.

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