No hace mucho tiempo se daba por descontado que la guerra de Irak sería el tema central en la campaña presidencial, como lo fue en las elecciones de mitad de período de 2006. Pero prácticamente ha desaparecido

Los estados que poseen armas nucleares son estados criminales. Tienen la obligación legal, confirmada por la Corte Mundial, de acuerdo con el Artículo 6 del Tratado de No-Proliferación Nuclear (TNP), de llevar a cabo negociaciones cordiales para eliminar las armas nucleares completamente.

En el Oriente Medio rico en energía, solo dos países han dejado de subordinarse a las exigencias fundamentales de Washington: Irán y Siria. Y como cabría esperar, los dos son enemigos; Irán, por mucho, el más importante.

Los individuos capaces de fabricar consenso son los que tienen los recursos y el poder de hacerlo -la comunidad financiera y empresarial- y para ellos trabajamos

Nadie debería subestimar la fuerza de la política exterior del régimen de EE.UU. para mantener su control sobre los recursos de la región. Una soberanía iraquí difícilmente será tolerada por el poder ocupante.

El imperio de los hombres de mejor calidad. Extracto del libro "Hegemonia o superviviencia" (2003) citado en la Asamblea de la ONU

Alentado por estos tiempos de invasiones y evasiones, el debate de la "guerra justa" ha resurgido entre los expertos e incluso entre los que se ocupan de crear políticas.

Según una clasificación ya canónica en los Estados Unidos para justificar el uso de la fuerza en el plano mundial, los estados fracasados no pueden lidiar con su seguridad, su economía y la democratización de sus instituciones. Chomsky refuta este concepto.

Nunca ha sido más grande la inquietud causada por la proliferación de armas nucleares, ni mayor la urgencia por lograr su eliminación. El fracaso en concretar ese desarme va a conducir casi con seguridad hacia nefastas consecuencias, incluso hacia la finalización del único experimento de la biología con una inteligencia superior al resto de los animales.

Acicateada por estos tiempos de invasiones y de evasiones, la discusión sobre una "guerra justa" ha tenido un renacimiento entre expertos e inclusive los encargados de formular políticas.