13 y 14 de julio: acto y concierto de presentación del colectivo editorial "La Pelona"

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La aparición en los medios de comunicación de noticias referidas a la guerra, al impresionante beneficio económico de las grandes potencias en perjuicio de los pueblos pobres, es una retórica que podría llegar a inducir, que podría implicar la idea de que no existe mecanismo alguno para que los pueblos oprimidos, para que las víctimas del capitalismo( desempleados, jubilados, víctimas de la guerra, trabajadores en general...) tengan alternativa a este orden de opresión, empobrecimiento y precariedad.

Treinta mil personas mueren todos los días en el mundo producto del hambre o de enfermedades ligadas a la pobreza. En el año 2006, se produjeron en el Estado Español 900.000 accidentes laborales de los cuales casi un millar acabaron en fallecimiento de los accidentados. El capitalismo, la doctrina de la ventaja económica a toda costa, es cruel por naturaleza. No existe bajo el orden económico capitalista un orden justo. Incluso en aquellas zonas del planeta que parecían símbolos de bienestar social bajo el modelo neoliberal, están empezando a empeorar las condiciones de vida (Alemania, Francia, Suecia...).
En ese contexto, los medios de comunicación y la doctrina del pensamiento único pretenden extender la idea de que liberalismo es bueno, la protección social es mala, lo que no es competitivo no sirve y por tanto, que el capitalismo es lo mejor a lo que los pueblos pueden aspirar. Pero la realidad no es así, y para ello la Memoria Histórica juega un papel primordial. Existieron y existen claros ejemplos de lucha de los pueblos por su liberación. Existen multitud de ejemplos políticos y económicos que han puesto las bases de un modelo social justo, solidario e internacionalista.

Para rescatar la cultura de la solidaridad y la movilización, presente históricamente en el movimiento obrero, es necesario dotarse de una serie de elementos teóricos para entender lo que pasa en el mundo, y para que podamos dar una respuesta a los acontecimientos que nos afectan a los trabajadores y las capas populares: desde la guerra por los recursos naturales hasta las reformas laborales.

Este es el objetivo que el Colectivo Editorial "La Pelona"(nombre extraído de la denominación que les dieron los milicianos y combatientes antifascistas a las prisioneras políticas antifranquistas), se ha marcado. Contribuir a un debate amplio que implique la necesidad de transformar este orden económico injusto. Contribuir a la concienciación de aquellos sectores que bajo este modelo, no pueden decidir su futuro.