"Ante la duda, no lo apagues"

Soldados de patrulla contra incendios en Galicia deberán responder a población hostil con "el látigo de la indiferencia"

Un documento de la BRILAT les aconseja evitar enfrentamientos y les recomienda no apagar ningún fuego excepto cuando peligren vidas

MADRID, 27 (EUROPA PRESS) - Uno de los batallones de la Brigada de Infantería Ligera Aerotransportable del Ejército de Tierra (BRILAT) desplegado durante este verano en el dispositivo militar de prevención de incendios en Galicia ha recomendado a sus militares que eviten enfrentarse a la población civil que se muestre hostil a su presencia y que le respondan con el "castigo" del "látigo de la indiferencia". (Publicidad)

Esta consigna está incluida en el documento ’Normas de actuación’, distribuido a los integrantes del citado batallón que participa con varias de sus compañías en la operación ’Centinela Gallego’ y al que tuvo acceso Europa Press.

El tríptico recoge toda una serie de recomendaciones de diferente índole, como la petición de que los soldados sean "extremadamente educados" y "extremadamente escrupulosos con la uniformidad" durante la misión y les recuerda que su imagen es "la de las Fuerzas Armadas".

En el apartado sobre el uso de armamento, subraya que "la disuasión no implica el uso de la fuerza" y que los soldados sólo tienen autorizada su autodefensa "aplicando la mínima fuerza necesaria, limitada tanto en duración como en intensidad".

En este punto, recuerda a los militares de la BRILAT que deben llevar su arma con dos cargadores, uno con balas de fogueo y otro precintado con munición de guerra, y que sólo la tienen para defenderse, "no para convencer a nadie ni disuadirlo de cometer un delito".

ANTE LA DUDA, NO APAGUES EL FUEGO

Las normas concretas relacionadas con la actuación ante incendios se centran en transmitir al militar que debe limitarse a "vigilar la aparición de nuevos focos" y que sólo debe actuar contra el fuego cuando estén en peligro vidas humanas. "Recuerda, eres de la BRILAT, no bombero ni de la UME, ante la duda no lo apagues", apostilla.

El tríptico incluye recomendaciones sobre el modo concreto en que deben proceder los soldados cuando observen a una persona iniciando un fuego o cometiendo un delito y les recuerda que no pueden retener a los civiles a la fuerza aunque sí impedir el comienzo de un incendio "si están en peligro terceras personas".

En los casos en que los militares se encuentren con población "hostil", el manual recomienda informar "rápidamente" a la cadena de mando, evitar el enfrentamiento y la discusión y ofrecer la siguiente respuesta: "Castígalos con el látigo de tu indiferencia". El último consejo en este apartado es culminar la misión y abandonar la zona.

El documento interno de la BRILAT recuerda a sus soldados que no pueden realizar declaraciones a los periodistas "sin una autorización expresa" ni posar para fotografías y les pide que remitan a los medios de comunicación a la oficina de comunicación pública de la unidad, situada en la base de Figueirido.

El tríptico ’Normas de actuación’ está incluido en un documento de de carácter operativo de mayor extensión que explica características generales y pormenores de la misión Centinela Gallego y de las circunstancias concretas en la zona de despliegue del batallón.

Este segundo documento señala una zona "muy determinada" en la que los militares de la BRILAT se encontrarán con población "claramente contraria" a su presencia. Se trata de un área delimitada por el triángulo que forman tres municipios y en la que la población "ha amenazado con realizar incendios sin importarle la posible presencia de las patrullas".

El documento establece que los militares que realizarán las patrullas —en grupos de doce efectivos con cuatro vehículos todoterreno— estarán alojados en julio y agosto en un gimnasio "con espacio para doce hombres, agua corriente y electricidad" y que el próximo mes de septiembre deberán encontrar un nuevo alojamiento para la siguiente rotación. Señala además que las comidas se realizarán en "los bares y restaurantes de la zona" con cargo a las dietas asignadas a los soldados.

QUEJAS POR LAS CONDICIONES DE VIDA

Estas condiciones de vida han generado "malestar" en algunos de los soldados desplegados en la operación Centinela Gallego por el nivel de precariedad de las instalaciones en las que tienen que pernoctar, después de cumplir seis horas de patrulla de día y, una vez cada cuatro días, otras seis horas de vigilancia nocturna, según explicaron a Europa Press fuentes militares .

Las fuentes consultadas aseguran que los soldados se ven obligados a dormir cada noche en colchonetas en un gimnasio y se quejan de la situación de las duchas y del hecho de que las dietas que se les han asignado para alimentación (37 euros al día) no cubren el gasto del desayuno porque supuestamente éste iría incluido con el alojamiento.

En este sentido, recuerdan que el convenio de colaboración firmado por la Xunta de Galicia y el Ministerio de Defensa contempla una partida de gastos de personal sufragada por el Gobierno autonómico y que la misión Centinela Gallego no es una operación improvisada sino que ha sido programada con antelación suficiente para conseguir unas mejores condiciones de vida para los integrantes de las patrullas.

Los militares han expresado además su malestar por el hecho de que, al carecer del carácter de agentes de la autoridad, no pueden retener a los pirómanos que detectan y tienen que limitarse a avisar a la autoridad competente y esperar su llegada, así como por la imposibilidad de extinguir incendios excepto en el caso de que el fuego esté cercando una casa habitada.