Asturias: Tres concentraciones por conflictos laborales boicotean el acto de colocación de la primera piedra del acuario de Gijón

Decenas de trabajadores del astillero de Naval Gijón, en demanda del pago de nóminas atrasadas y de un proyecto de viabilidad para la empresa; estibadores del puerto de El Musel, en huelga desde el pasado noviembre, y funcionarios municipales, en demanda de un nuevo convenio colectivo, lograron impedir los discursos oficiales, que tuvieron que ser suspendidos y trasladados a un acto en el salón de recepciones municipal.

La acción de los manifestantes retrasó en cerca de veinte minutos el acceso de la alcaldesa a la carpa en que se debía proceder al acto de inicio de las obras. Felgueroso pudo finalmente acceder al recinto escoltada por agentes policiales y entre los gritos y empujones de los trabajadores.

En el caso de los trabajadores de la estiba, el de ayer fue el segundo acto público de la alcaldesa boicoteado desde el inicio del conflicto en El Musel.

La alcaldesa olvida a los trabajadores en lucha, pero se acuerda del acuario de Gijón, un negocio redondo "que dará trabajo"

Fernández Felgueroso lamentó el incidente y postó por que "no empañe la importancia de este día", en el que se dió inicio a un proyecto "que ha sido muy trabajoso pero que dará trabajo" en forma de "una mayor actividad económica y turística".

El acuario de Gijón, que tendrá un coste de unos 10 millones de euros, será construido por la UTE Fomento de Construcciones y Contratas y Alvargonzález, bajo la dirección de obra de la empresa especializada Coutant Aquariums, que se encargará de la gestión del recinto tras su apertura, en el verano de 2005.

El edificio tendrá una superficie ligeramente superior a los 4.600 metros cuadrados y ofrecerá al visitante un recorrido por una docena de zonas marítimas de todo el mundo. El complejo lo integrarán 67 piscinas, una sala de proyecciones con capacidad para 70 personas, un taller de pedagogía y divulgación, un restaurante panorámico, un observatorio de aves marinas y una dársena de recuperación de animales marinos que serán atendidos por personal especializado de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de Especies Marinas (CEPESMA), con sede en la localidad astuariana de Luarca.