Contar conmigo?

Me han escrito los de Amnistía Internacional, no a mí solito, claro, sino a cientos de miles de seres humanos. Y esto es así, recurrentemente, cuando nos recuerdan algunas fechas importantes… Y es que el próximo 10 de diciembre se celebra, al parecer, el Día Internacional de los Derechos Humanos, una fecha de celebración por los derechos alcanzados y también para recordar que hay muchas personas que todavía carecen de ellos. Una fecha para seguir trabajando por esas personas y que no caigan en el olvido, dice el texto de la tan famosa ONG.

El texto también dice que me necesitan y que quieren contar conmigo, para seguir avanzando. Y es que todavía son muchos los Estados que aún utilizan la tortura y la pena de muerte y muchas las personas perseguidas sólo por sus opiniones. Que millones de mujeres y niñas sufren la violencia de género y que millones de personas viven en la más absoluta pobreza. Llevan razón los de Amnistía…

Y como quieren contar conmigo, yo les cuento: que Aminatou Haidar está poniendo en juego su vida para conseguir que se reconozcan estos “derechos” que ahora se celebran. Ella ha sido violentada y violada en su dignidad con la complicidad de un gobierno y una monarquía, la española, “amiga íntima” de la marroquí, responsables directos del lento genocidio, entre otros, que se está cometiendo contra otro pueblo abandonado: el saharaui. Lo que exige Aminetu al gobierno que preside un tal Zapatero es que se la devuelva a su tierra: El Aaiun, el Sahara, porque fue expulsada de ella de manera tan injusta como ilegal… ¿Y por qué? Por exigir con su voz, con su inteligencia, con su compromiso personal y político la autodeterminación de su pueblo, que, por cierto, es otro derecho “reconocido” en esa Convención, conglomerado de supuestos derechos, tan lindos como inútiles para la mayoría de la humanidad.

Ya que quieren ustedes, señores y señoras bienintencionadas de Amnistía, contar conmigo, pues les cuento que no quiero celebrar absolutamente nada, mientras la tierra se muera de hambre y sed porque su espacio está comprado a sangre y fuego por unos cuantos cientos de terroristas con corbata; no quiero celebrar nada mientras los santos inocentes tengan que seguir soportando tener que esclavizarse para poder comer. No quiero celebrar nada mientras se confundan interesadamente las causas y las consecuencias de los conflictos. No quiero celebrar nada mientras se midan por el mismo rasero a violados y violadores, a violentos y violentadores, no quiero seguir alimentando con tiritas un enfermo que se desangra…

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*Gonzalo Romero es miembro de la Asociación Cultural Candela
(Botón de muestra emitido el 5 de diciembre 2009 en El Candelero, RVK, 107.5 FM)
www.nodo50.org/candela