lahaine.org
Estado español :: 30/05/2009

El Capitán General de Canarias apuesta por un archipiélago al servicio de Occidente en África

Armando Quiñones
Su artículo no es más que una precisión castrense del quehacer que los intereses económicos occidentales le van a imponer a Canarias.

Hace un par de semanas el diario monárquico ABC publicaba un artículo en el que, bajo el título "La importancia de Canarias en la defensa de España", el teniente general Jefe del Mando de Canarias -
rango militar que sustituye actualmente a la antigua figura de los Capitanes Generales - José Luis Vega Alba analizaba el papel del Archipiélago canario en la logística militar española. Que el escrito de este Teniente General pasara desapercibido, tanto en los medios informativos como en los círculos políticos de Canarias y el resto del Estado, no debe resultar extraño. Los militares españoles, en general, se caracterizan por su agrafía, y cuando algunos incursionan en el terreno de la letra escrita lo hacen por imperativo de su cargo y manejando un conjunto de tópicos que no invitan a leerlos. El caso al que nos referimos, sin embargo, constituye una excepción

Aunque el encabezamiento del artículo del Teniente General Vega Alba podría inducir a pensar que su contenido alude exclusivamente a la defensa estratégica de España y su relación con Canarias, en la medida que avanzamos en su lectura va quedando claro que lo que realmente Vega Alba desea enfatizar es que la naturaleza archipielágica de Canarias y su proximidad al Continente africano juegan un papel de primer orden en relación con la política exterior española.

Para el Teniente General, el Archipiélago canario está inserto en el marco geoestratégico de Occidente, y como miembro del mismo le corresponde desempeñar una función acorde con esos intereses.
Dicho con palabras de Vega Alba "la concepción estratégica española ha apostado por un multilateralismo activo". Pero, ¿en qué consiste realmente eso del "multilateralismo activo”? El Ministerio de Asuntos Exteriores español define con intencionada ambigüedad el multilateralismo activo como "un instrumento eficaz y legitimado al servicio de la gobernabilidad democrática mundial" y subraya que este se ha convertido en un "componente esencial de nuestra política exterior". O expresado sin fraseología huera que entorpezca su comprensión: en la actualidad hacemos "multilateralismo activo" en Afganistán, Líbano y Yugoslavia. Durante la presidencia de Aznar este peculiar tipo de “multilateralismo” lo ejercimos en Irak.

Sin embargo, de acuerdo con la doctrina exterior española, nuestro “multilateralismo” no se reduce estrictamente a la intervención militar. Abarca también, no podía ser de otra manera, la intervención económica internacional, la expansión de nuestras multinacionales o de las europeas y norteamericanas, encubierta en variadas formas de "cooperación al desarrollo", "lucha contra la
pobreza", etc.

Sólo teniendo en cuenta el autentico sentido y significado de estas abstractas expresiones puede entenderse al Teniente General Vega Alba cuando escribe "vivimos en un mundo con múltiples
contingencias y la proximidad a zonas de inestabilidad en el continente africano nos enfrenta a peligros variados, y también nos ofrece oportunidades para fomentar su estabilidad y desarrollo
económico, como recoge la nueva directiva de defensa al establecer el África subsahariana como uno de los marcos de actuación y de decisión, constituyendo Canarias una valiosa plataforma hacia esa zona, geopolíticamente inestable".

No es necesario ser un especialista en geoestrategia militar para llegar a la evidencia de que entre nuestros vecinos - próximos y lejanos - no es posible encontrar una amenaza que ponga en peligro la
seguridad de Canarias ni de España. Basta con contemplar el desolado panorama africano, sus penurias, el nivel de su desarrollo tecnológico o el potencial militar de sus ejércitos para recusar como falsa la afirmación de Vega Alba cuando afirma que "el continente nos enfrenta a peligros variados". El Teniente General resulta más verosímil, en cambio, cuando nos augura "oportunidades para fomentar su desarrollo económico". Es desde esta última perspectiva desde donde puede adivinarse el significado del siguiente párrafo de la máxima autoridad militar del Archipiélago:

"Las islas configuran una plataforma especial, en la que cada una de ellas parece ofrecer un espacio definido para su protección por el efecto delimitador de sus costas, efecto que se difumina, a la vez
que complica, al observarla en su conjunto. Si uniésemos los vértices de un polígono irregular formado por sus islas tendríamos una superficie próxima a la de Andalucía con centros de gravedad en
Tenerife y Gran Canaria y las restantes islas en los flancos, dando idea de las capacidades de control de espacios aéreos y marítimos, de la necesidad de sistemas de inteligencia, de vigilancia y de los retos que presenta el ejercicio de mando y control".

Finalmente, prescindiendo de los subterfugios ambiguos utilizados a lo largo de todo el artículo, pero encubriendo todavía la acción militar ofensiva con una supuesta "defensa de Canarias", Vega
Alba precisa:

"El resultado, basado en una calculada y prudente gestión del riesgo es un despliegue equilibrado y disuasorio que garantiza los intereses nacionales en esta zona mediante unidades navales, aéreas y
terrestres, cuyo componente humano es el mejor activo en la defensa de Canarias. Las primeras aseguran el control de las aguas circundantes y el espacio que las cubre, respectivamente, y las últimas materializan la presencia en tierra con unidades polivalentes, ágiles, capaces de ser proyectadas rápidamente entre islas, profesionalizadas y adiestradas".

Por si existiera alguna duda acerca de quienes serían los protagonistas de esas "unidades polivalentes, ágiles y capaces de ser proyectadas" el Teniente General caracteriza sus perfiles:

"Soldados con causa, mayoritariamente canarios, resistentes a la fatiga, acostumbrados a moverse en terreno difícil, leales, disciplinados y con espíritu de sacrificio; espíritu que tiene su exponente en la tradición e historial de uno de sus regimientos de infantería: el Soria 9, que en este mes de mayo celebra el V centenario de su creación. Velázquez inmortalizó la entrega de las llaves de la ciudad de Breda al mariscal Spínola, quien está rodeado de soldados con picas pertenecientes al Tercio Viejo de Nápoles, nuestro actual Soria 9, con sede en Fuerteventura, que próximamente
participará en el esfuerzo de la comunidad internacional para estabilizar Afganistán, expresión del compromiso de España con la paz y seguridad internacionales".

El Teniente General José Luis Vega no responde, ni mucho menos, a la figura clásica del militar burócrata, que ha ascendido por la suma de años de servicio. Natural de Algeciras, nació en 1945 e
ingresó en la carrera militar en 1961. Ha estado destinado en el Estado Mayor del Ejército, en el Batallón de Helicópteros de Ataque y en el Estado Mayor Conjunto. Cuando ascendió al generalato fue
nombrado adjunto al jefe de la Fuerza de Maniobras y jefe de Estado Mayor del Cuartel General Terrestre Español de Alta Disponibilidad. Ha sido jefe del Regimiento de Infantería Acorazada Alcázar de Toledo, jefe de la División de Operaciones del Estado Mayor del Ejército y jefe del Estado Mayor del Cuartel General Terrestre de Alta disponibilidad como coronel. Ha tomado parte en varias "misiones de paz" en la antigua Yugoslavia, donde fue segundo jefe de SPABRI IX en BiH durante seis meses. Se trata, pues, de un hombre cuyo historial y características coinciden con el patrón y funciones que se pretende otorgar a las unidades del Ejército en Canarias.

En realidad, su artículo no es más que una precisión castrense del quehacer que los intereses económicos occidentales le van a imponer a Canarias. Hace ya algunos años, en el Club Prensa Canaria, el ex presidente Felipe González había sido menos críptico que el militar cuando hablando de cuál debía ser la política exterior española, afirmó rotundo: "Si Europa quiere dejar sentir su peso en el mundo debe disponer de destacamentos militares capaces de desplazarse a cualquier parte del planeta a prestar ayuda allí donde sea necesario". Entre sus atentos oyentes se encontraban el actual Presidente del Cabildo de Gran Canaria José Miguel Pérez y el senador psocialista Arcadio Díaz Tejera. Ambos aprendieron la lección y tomaron buena nota de la contundente admonición del patriarca. El primero, se convirtió en el teórico insular del "gran proyecto africano" que las multinacionales europeas y norteamericanas preparan para nuestro vecino continente (1). El segundo, a modo de precoz adelantado, se dedicó a organizar viajes al Sáhara ocupado para políticos y empresarios canarios ávidos de negocios fáciles.

Notas

(1) "Para España, el vuelco hacia la vertiente euroafricana representa una baza extraordinaria para reforzar su proyección exterior”, porque “gran parte del futuro de Canarias se dilucidará en esos nuevos escenarios”. (Declaraciones al periódico CANARIAS 7. Domingo, 9 de julio de 2006).


Armando Quiñones, es colaborador habitual de Canarias Semanal

 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal