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Pensamiento :: 13/07/2011

El trabajo sindical es un tema de gran importancia para el movimiento comunista

Info Extremadura

El trabajo sindical es un tema de gran importancia para el movimiento comunista y que genera no pocas controversias. Desde que el sindicalismo apareció este movimiento ha sufrido de importantísimos cambios, de las primeras tradeunions, se pasó a los enormes sindicatos de clase (donde abundaban dirigentes amarillos) y de esas enormes organizaciones a los sindicatos-instituciones de escasa representatividad entre la clase obrera, especialmente entre sus sectores más explotados y los más potencialmente revolucionarios. Es cierto que cada país tiene sus realidades específicas y que este breve repaso histórico puede estar demasiado centrado en la realidad española y europea pero en líneas generales creo que ese ha sido el devenir del sindicalismo

Los primeros partidos comunistas realizaron un amplio trabajo sindical. Una parte de este trabajo estuvo centrado en la participación en los sindicatos reaccionarios, pues eran en esas organizaciones donde se concentraba el grueso de la clase obrera, el objetivo de la participación comunista en dichos sindicatos era utilizar esas organizaciones como “correas de transmisión de la línea del partido”. Participando de las luchas obreras por las mejoras inmediatas los comunistas intentaban dotar a esas luchas de una visión política revolucionaria global, introduciendo en los trabajadores la conciencia de pertenecer a una misma clase, con unos mismos objetivos (el socialismo y el comunismo) y con unos mismos enemigos. El sindicato por si solo, como organización de masas que era, no podía aportar esa conciencia revolucionaria, la cual tenía que ser transmitida por el partido pero si que constituía un buen medio para difundirla y desde luego que el trabajo partidario se notaba en la política de unos sindicatos que hacían en buena medida de medidor del grado de conciencia de la clase obrera de cada país

Los comunistas no renunciaban a combatir esos sindicatos. Todo lo contrario, la participación de los comunistas en los sindicatos reaccionarios iba contra la esencia de dichos sindicatos (como estructuras reformistas que eran ), no era una participación acrítica, no era una participación destinada a salvar al sindicato de las garras de un capital empeñado en su extinción. Al contrario, el trabajo comunista en los sindicatos reaccionarios iba también dirigido a promover otras formas de organización superiores, como en el caso de Rusia fueron los soviets.

Basándose en ese justo trabajo sindical realizado por los primeros PCs, los revisionistas justifican su defensa de participar de manera sistémica en los sindicatos-instituciones y más concretamente en Comisiones Obreras. Desde luego que la situación no es la misma, solo el mero hecho de que los índices de afiliación hayan descendido hasta situarse por debajo del 10 por ciento constituye un cambio a tener en cuenta a la hora de establecer cualquier tipo de análisis en esta materia, también hay que tener en cuenta el proceso de institucionalización de esas organizaciones que han pasado de defender desde posiciones reformistas los intereses inmediatos de los trabajadores a domesticar a los obreros y traicionarles continuamente no teniendo ninguna independencia respecto al Estado sin existir si quiera un cierto margen de maniobra “autónomo”.

A esos factores generales habría que añadir en el caso de nuestro país el modelo sindical diseñado desde la transición, que facilita enormemente la traición sindical y la degeneración del movimiento obrero al atacar la representatividad de la asamblea como órgano de decisión en favor de los comités de empresa, así como la pervivencia del fascismo que elimina las libertades de sindicación y el ejercicio real del derecho a la huelga

Estas limitaciones importantes han hecho del trabajo en los sindicatos reaccionarios un trabajo por lo general estéril. El que escribe esto no niega la posibilidad de afiliarse a alguno de los grandes sindicatos, y de trabajar en él en nuestro centro de trabajo, creo que se puede realizar un trabajo sindical en CCOO o UGT lo que pasa es que para que sea un trabajo verdaderamente eficaz este se debería centrar en empresas concretas, sin meternos en las estructuras de los sindicatos ni mucho menos en sus puestos de poder para “desplazar a los amarillos” pues no se trata de desplazar a este o aquel dirigente sino que es la estructura misma la que está podrida y deberá ser demolida en su momento, exactamente igual que con el resto de instituciones del Estado

Una organización comunista no se debe cortar un ápice a la hora de señalar a CCOO y UGT como enemigos de la clase obrera y animar y promover entre los trabajadores la necesidad de organizarse al margen de estos. Habrá quien vea contradicción entre estas líneas y lo escrito anteriormente pero no la hay pues es perfectamente posible trabajar en algunas de los centrales sindicales (o en sindicatos alternativos) en determinadas circunstancias, a la vez que la táctica general de la organización comunista sea el boicot a dichas instituciones y el llamamiento a organizarse al margen.

Los revisionistas suelen trabajar de lleno en los sindicatos, es su táctica general y ni liberados, ni comités de empresa, ni huelgas farsa les harán bajarse de la burra. En la mayoría de los casos se trata de un trabajo acrítico, apoyando o justificando las sucesivas traiciones de estos y haciendo un trabajo al estado en la tarea de mejorar la nefasta imagen de uno de sus tentáculos; los revis van a rebufo de los acontecimientos y lejos de llevarles la línea del partido, el partido lleva la línea de los sindicatos.

En otros casos la defensa del sindicato vertical se combina con una crítica a su cúpula o en el mejor de los casos a su burocracia, situación que tendrá su fin desplazando a los actuales dirigentes. Las actuaciones vendeobreras de los sindicatos se explican porque una camarilla conspiradora ha tomado el poder en la estructura organizativa y no porque esa misma estructura y hasta el modelo sindical legal estén en bancarrota

¿Y entre los partidarios de actuar al margen de los sindicatos verticales?. Pues también hay divergencias, ya que son muchos los que se lanzan a la creación o al refuerzo de alguno de los muchos sindicatos “alternativos” que surgen.

Esta concepción del trabajo en el movimiento obrero me parece también errónea, en primer lugar porque el sindicato debe surgir de las amplias masas obreras y no de reducidos sectores de la vanguardia y en segundo lugar porque la mayoría de los sindicatos “alternativos” aceptan el modelo sindical impuesto desde el estado y actúan en la más estricta legalidad con sus sedes, sus subvenciones, sus registros etc… lo que les lleva o a ser extremadamente vulnerables a la represión o a ser ineficaces a la hora de traspasar ciertos límites.

De lo primero tenemos el ejemplo de las comisiones obreras de finales de los 60, que, al ser tomadas por el revisionismo acabaron abrazando el legalismo con la consiguiente, exposición pública de numerosos militantes combativos que acabaron sufriendo la brutal represión franquista. De lo segundo tenemos el caso de la CSI y las expulsiones llevadas a cabo en dicha organización contra los obreros más radicalizados que en ella militaban.

¿Qué alternativa se nos presenta? En primer lugar la defensa de los métodos asamblearios, el exponer la nula necesidad que tienen los trabajadores de delegar en otros lo que ellos mismos deben y pueden resolver y en un plano más profundo la necesidad de organizarse de manera amplia, con o sin sindicados, al margen de la legalidad y de los chivatos, de una manera semiclandestina y con la presencia de los militantes comunistas aprendiendo de las masas y educándolas

En un primer término esta autoorganización solo se puede llevar a cabo en cada centro de trabajo o en todo caso a nivel local pero si desde el partido se introduce conciencia de clase entre los trabajadores, será cuestión de tiempo que está nueva forma de organización alcance mayores nivel de coordinación pudiendo plantearse la configuración de un sindicato estatal o no. Es un proceso largo donde los obreros sindicados honestos participarán y ya están participando.

Lo que aquí se expone no es nada extraño y ajeno a la lucha de clases que se ha venido practicando en nuestro país. Las primeras CCOO, los comités contra la reconversión, las asambleas de parados, las luchas que todos los días se desarrollan con la escasa intervención de los sindicatos como tales (o interviniendo como apafuegos) etc… son ejemplo de lo que decimos

La clase obrera, ante la falta de un sindicato que defienda sus intereses puede y debe organizarse en cada puesto de trabajo y puede luchar, hay que bajarse de la burra hoy CCOO y UGT como organización y obviando casos puntuales no son un instrumento de lucha obrera, el camino es el de la organización independiente al margen de la legalidad fascista.

 

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