Entre la manipulación y la estupidez

Algunos comentaristas se sorprenden, o aparentan tal cosa, por el aparente cambio de actitud de Merkel/Alemania en esta fase de la crisis con respecto a 2008. Merkel no ha cambiado, han cambiado las circunstancias. Mantener la posición de 2008 simplemente sería liquidar en un proceso acelerado lo que queda de la UE; y por supuesto, eso no le interesa al eje germano-francés. La UE para ellos es su espacio de dominación esencial. Su mantenimiento es vital para sus intereses. Esa es la auténtica razón del aparente cambio, que no es tal, sino una adaptación a las circunstancias.

Una vez contextualizada la cuestión global, pasamos a comentar algunos de sus aspectos concretos. De los 1,5 billones de euros que el propio Pedro Sánchez reivindicaba, o los 1,6 billones de euros que reclamaba el Comisario Europeo de Comercio Thierry Breton hace unos pocos meses como recursos necesarios para afrontar las repercusiones de la actual crisis, se ha pasado a los 750.000 millones en total, distribuidos en 390.000 millones en ayudas directas y 360.000 en préstamos. De estos a España, en principio, si todo discurre según las previsiones del Gobierno, le corresponden 140.000 millones: 72.000 millones de transferencia y 68.000 en préstamos.

Llegados aquí hay que hacerse varias preguntas

Primero, ¿de dónde van a salir esos 750.000 millones? Desde luego no los van a aportar los diferentes Estados de la UE; por el contrario Dinamarca, Suecia, Países Bajos, Austria y Alemania aportarán 52.000 millones menos a los presupuestos de la Unión. Al final son los que salen directamente más beneficiados.

Esos 750.000 millones van a salir de la emisión de deuda pública por parte de la UE. Deuda pública por la que habrá que pagar intereses en su totalidad. Parece que 360.000 millones se van a emitir en el formato de “deuda perpetua” en la que no hay plazo para su devolución y, por tanto, los intereses que hay que pagar son más altos. Los 390.000 millones restantes se emitirán como deuda ordinaria con un plazo de devolución que finalizará en 2058. Esto significa que el endeudamiento en el Estado español aumentará de una forma muy significativa, así como el pago de intereses que ya estań en unos niveles descontrolados. De eso no nos hablan.

Los condicionamientos para recibir los pagos

Hay varios tipos de condicionamientos: lo que suponen los políticos ya se está comprobando. La política económica en el Estado español ha de estar supeditada a los intereses del eje germano-francés. Todas las prioridades económicas que nos cuenta el Gobierno van en esa dirección, en la integración al “capitalismo verde” en el que están inmersos Alemania y Francia, impidiendo desarrollar otras opciones de mucho mayor interés para nosotr@s.

Los sociales: ya han avisado que sin cumplir las condiciones no habrá fondos y también han avisado que habrá que hacer una reforma de las pensiones, así como que nada de tocar la reforma laboral del PP. Eso así, para empezar, también plantean la necesidad de seguir introduciendo cambios (privatizaciones) en el Sistema Sanitario Público.

A nivel general de la política presupuestaria de la UE las cosas tampoco son buenas, muy especialmente para Castilla.

La política agraria común tendrá un recorte del 10% con una disminución de 4.000 millones de euros. Se recorta también el programa para desarrollo rural. El programa europeo de I+D pasa de 11.500 millones a 5.000 millones. Estos son algunos ejemplos.

En cualquier caso, si el proceso para crear los fondos supera todos los obstáculos pendientes, estos empezarían a distribuirse en un 70% entre 2021 y 2022. El 30% restante quedaría para 2023.

El Banco de España ya anuncia que las necesidades para remontar la actual crisis son muy superiores a los fondos previstos para la UE, y eso si las cosas no empeoran.

¿Cuál es la situación real?

O no se enteran, o no nos dicen la verdad, o seguramente ambas cosas.

La crisis socioeconómica es anterior a la pandemia, y la pandemia durará con diferentes niveles de intensidad varios años.

El modelo económico español, basado en el sector terciario -especialmente en el turismo masivo y el ocio- es incompatible con la lucha eficaz contra la pandemia.

Estamos ante una oportunidad histórica para replantearnos el modelo socioeconómico, pero para ello es imprescindible acabar con el actual Régimen político.

La finalización de la pandemia del coronavirus en el Estado español irá de la mano de la derrota del virus borbónico.

Ello nos pondrá en condiciones óptimas para construir un futuro sólido para nuestro Pueblo.

Izquierda Castellana, 24 de julio de 2020.