España, como ejemplo de una desastrosa política para afrontar la crísis

De la misma forma que Zapatero y su ministro Solbes (Economìa) estuvieron mintiendo desde 2007 a la sociedad española respecto de la crisis, hasta que el PSOE respiró al perder las elecciones anticipadas, el PP continúa su escalada salvaje de manipulaciones, recortes y falsedades en lo que se refiere al inevitable rescate, que niegan hoy con la misma y ridícula tozudez con la que el presidente anterior a Rajoy desmentía la existencia de una convulsión económica, que hoy ha sumido al país, por culpa de la evasión, estafa y robo de capitales (incluido dinero público) en un escenario similar al de la tragedia que lacera a Grecia.

Las medidas que se siguen adoptando para reducir la velocidad de esa crisis, afectan únicamente a los trabajadores y pensionistas, por lo que generarán mayor precariedad, menos empleo, se disparará la pobreza (que hoy roza el 30%), aumentarán los conflictos laborales, se frenará el consumo y la situación no podrá reconducirse hasta que el pueblo salga a las calles, rodee el parlamento, lo ocupe si es preciso y comience una huelga general con carácter indefinido.

Los sindicatos mayoritarios, timoratos y pusilánimes, solo tienen una salida digna a su lamentable actitud servilista, aunque clamen hoy por una nueva jornada de paro nacional. Los políticos del PPSOE y su monarca han sobrepasado el límite de lo tolerable.

Lo que se debe proponer a a sociedad es una revolución pacífica pero radical, al lado de la masa trabajadora, desobediencia civil, devolución de todo el dinero robado por la banca privada, retorno de los miles de millones evadidos a paraísos fiscales, supresión inmediata de salarios superiores a 5.000 euros mensuales, derogación de todas las medidas y recortes que comenzó a implementar el PSOE, además de la celebración de un referéndum para acabar con la monarquía y el régimen borbónico. Solo así podríamos vislumbrar un futuro mejor para nuestros hijos y nietos.