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Genocidio aéreo sobre los pueblos norte de Madrid (1936-39)
Duele la historia desterrada de Torrelaguna, Colmenar Viejo, Talamanca
del Jarama, El Molar, Lozoyuela…puestas de escombro desde el cielo,
por la aviación franquista y sus aliados del Eje, antes que el pasto
de llama tocara Londres.
Quemaduras del Jarama en el surco estirado de campesino, la tierra en
pena de Castilla, nubes anteriores a la noche pesada de invierno. Y
tembló la cal, incendio la muerte y el día encontró cinco ataúdes, que
firmo Franco desde su gobierno de Burgos en Talamanca del Jarama.
Y la sierra quiere empezar de canto y yerba y subirse a Manzanares del
real. El sol de junio quería poblar de verano y conducir el viento
tranquilo. Paso veloz la ametralladora por un Colmenar Viejo
asesinado, desprevenido en la huerta y en los manantiales de las
dehesas. Quedo alejada de bomba de siete flechas y un yugo.
Noviembre violencia de motor y ala, al Molar le entierran de pólvora
de aire, se desangran sus muros de fusilamiento de avión. Y el
invierno tapa el hambre de sus campos, el frio de la guerra y se
alarga el cementerio de paisanos.
SD-10 made in Hitler, plomo veloz contra la Torrelaguna, que dócil
escarbaba en el paisaje y planto de espoletas y lloros el Heinkel 51
que invito desde Alemania la España negra.
A Lozoyuela la oculto relámpagos aéreos. Hoy un ayuntamiento
impostor, sigue indultando al monumento al Partido de José Antonio
Primo de Rivera, el mismo que impulso el vuelo de esos cazas de Cruz
de San Andrés.
Algete alta y resonada de CNT. Se refugiaba de la batalla de Madrid,
en sus paredes agrandadas de blanco, en sus tejados de paja caliente.
Y Garcia-Morato villano de de CR32 por el Soto del Duque, voló con su
mortaja que buscaban la fosa de los olivos mudos de 1936.
Alcobendas, en el miedo de las sombras aladas del cielo, vive en la
viña de la Carretera de Francia, agachada y quiere bunker en su plaza
de la Republica. No la necesitara la bombardearan con principio de
dictadura el 28 de Marzo de 1939.
Y el reloj olvido, en el mediodía de esas horas de una primavera
matada. Que de pequeños Guernicas salpico el General Franco y su
hinchada, la geografía norte de los extramuros de Chamartín de las
Rosas y Fuencarral.
Que esperan su Núremberg, pacientes.
Ninguna población mencionada tenia defensa de la DCA, ni disponía de
objetivo militar, excepto sus civiles, obreros, mujeres y niño/as.
Eduardo Andradas
Cultura Indigente
