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¿Maniobran Cebrián y Felipe Gonzaléz para quedarse con el Grupo Prisa?
Hecha la alianza, faltaría el capital. Y para eso está el multimillonario amigo del ex presidente español. El mexicano Carlos Slim es, según la revista Forbes, el tercer hombre más rico del mundo, con una fortuna valorada en 30.000 millones de dólares
La enfermedad que al parecer sufre Jesús de Polanco alimenta todo tipo de especulaciones, y El Confidencial, medio que dirige Jesús Cacho, cuya aversión al Grupo Prisa es antigua e intensa, afirma que el actual consejero delegado de Prisa ha convencido a su viejo amigo Felipe González para hacerse con el holding, ayudados por la fortuna de su colega, el multimillonario mexicano Carlos Slim.
El diario de Jesús Cacho asegura conocer de buena mano la maniobra que pergeña Juan Luis Cebrián. Tras conocerse la decisión del presidente del grupo, Jesús Polanco, de designar como heredero en el cargo a su hijo Ignacio Polanco Moreno, manteniendo la bicefalia en segundo grado de Cebrián y el sobrino de Jesús, Javier Díez de Polanco, el consejero delegado no acaba de fiarse.
Por el momento está asegurado su statu quo, pero nunca se sabe, y quizás ya se había hecho ilusiones de verse al frente del Grupo mediático que tanto le ha dado, personal, profesional y económicamente.
FELIPE GONZÁLEZ Y LA NOSTALGIA DE PRISA
Por este motivo habría acudido a su aliado y amigo Felipe González, con quien trabajó mano a mano en los años de poder de éste. Uno al mando del Gobierno de España y el otro al del medio que le bailaba las aguas. Si Aznar quiere ponerse al frente de un medio apadrinado por su "jefe" Rupert Murdoch, a Felipe González podría hacerle gracia hacer lo propio, movido por la ambición y la nostalgia que seguramente despiertan en él los medios del Grupo Prisa.
Hecha la alianza, faltaría el capital. Y para eso está el multimillonario amigo del ex presidente español. El mexicano Carlos Slim es, según la revista Forbes, el tercer hombre más rico del mundo, con una fortuna valorada en 30.000 millones de dólares. Habiendo escuchado la propuesta de los españoles, se ha mostrado interesado y dispuesto a intentar la maniobra.
La dificultad, según El Confidencial, estriba en convencer a alguno de los principales socios de Prisa -los cuatro hijos de Polanco y Francisco Pérez González- para que vendan.
