¿Por qué la religión fuera de la escuela? Continuación

¿Por qué la Religión fuera de la escuela?

En los últimos meses se ha agitado sobremanera la polémica de la religión en la escuela.
Muchos han sido los esfuerzos de las personas que defendemos la escuela Laica por intentar paliar los efectos de la religión en la escuela (en particular) y en la sociedad (en general). Pero ¿Por qué tanto empeño? Se preguntará mucha gente.

Los y las "maestras" que imparten la asignatura de religión en los colegios públicos son elegidas a dedo por el obispado. Esta elección la hace el obispado, como es lógico, en función de sus intereses. No la realiza en función de intereses pedagógicos, humanos, psicológicos Esto conlleva que las personas que imparten dicha asignatura no tienen necesariamente porque haber cursado estudios pedagógicos y psicológicos. La consecuencia es bien sencilla: personas incompetentes pedagógicamente hablando, pueblan los centros de enseñanza públicos amparados por la legalidad actual.

Aún es más, las personas que hace pocos meses (recordemos lo que manifestó la conferencia episcopal) dijeron que los malos tratos son consecuencia de la "revolución sexual de los últimos años", que afirman que el divorcio es inadmisible, y que recomiendan "la contención" al uso del preservativo para frenar el contagio del SIDA. Esas personas digo, son las mimas, que eligen a dedo a quienes irán a los colegios a decirles tres cuartos de lo mismo a los niños y niñas de este país.

Si entendemos la educación como un proceso en el que los seres humanos desarrollan sus capacidades y aptitudes para desenvolverse en la sociedad. Si entendemos que este proceso debe darse en unas condiciones de respeto, igualdad, libertad y, que, al mismo tiempo debe fomentar la participación del alumnado; la religión, no tiene cabida dentro de esta concepción pues es todo lo contrario. La religión y sus valores educan en la obediencia, la sumisión, el machismo, la pasividad y el conformismo. La moral cristiana ha inundado la historia de sangre, de muertes y de injusticia contra las personas más oprimidas. La pregunta es bien sencilla: ¿Qué es lo que queremos, la primera concepción educativa o la segunda? Elijan ustedes mismos pero sepan que la una no puede ir de la mano de la otra, como en la actualidad se nos quiere proponer.

La constitución habla de la aconfesionalidad del Estado. Sin embargo los centros públicos están plagados de crucifijos y otras insignias religiosas. Los niños y niñas comienzan a los 3 años a recibir clases de religión; como ven el adoctrinamiento comienza bien pronto. Así mismo, en las escuelas de magisterio se imparten las asignaturas "Doctrina católica I y II"

A estas alturas de la película debemos abogar por una educación científica y racional. Por una educación que explique el origen del mundo a partir de lo que sabemos por las teorías empíricamente demostrables. Queremos una educación científica que explique la realidad de una manera lógica, y que no eduque a las personas más pequeñas con teorías del tipo "el mundo se hizo en seis días y el séptimo se descansó". No más mentiras por favor.

Una educación que de una visión real sobre lo que se sabe de nuestra evolución y no de lo que no se sabe. Que hable del mundo que existe y no del que no existe. Que ofrezca al alumnado una autonomía suficiente para desenvolverse en la vida, para no ser conformista y luchar por un mundo más pacifico, más justo y más igualitario. Una educación que luche contra los perjuicios y no los perpetúe como la religión hace.

Por todo ello considero que la religión debería desaparecer de los centros educativos, por lo menos de los públicos y que ni siquiera se contemple como optativa. ¿Ustedes darían a elegir una pastilla que saben de ante mano que es dañina contra sus hijos o ni siquiera se la ofrecerían?

Continuación:

Hay que prestar mucha atención a estos últimos anuncios de cambios que dice va a realizar el PSOE mostrados en estos últimos 7 días. Por un lado sale a la luz la propuesta inminente de las bodas para las personas homosexuales, incluso se contempla la posibilidad de la adopción, al mismo tiempo parece haber un retroceso de la influencia de la religión en las escuelas. Por otro lado, paralelamente a estos hechos, se libera por motivos de salud a Galindo - ¡cuántxs presxs con enfermedades incurables llevan pudriéndose años en sus celdas!- exgeneral de la guardia civil que, junto con otros guardias, torturó y enterró vivos a dos vascos produciéndoles la muerte. No fue ni la mayor, ni la peor de las acciones de los GAL.

La estrategia ha sido buena, se ha hablado mucho más de lo primero, religión y bodas homosexuales, que de lo segundo, liberación a un terrorista de Estado. La Iglesia está que trina, a pesar de que ZP haya garantizado que no va a ser modificado ningún acuerdo Estado-Iglesia. Por su parte, las organizaciones capitalistas de gays y lesbianas dan todos los problemas de la humanidad por solucionados.

Ha sido tremendo el impacto de los supuestos "cambios" de la asignatura de religión en la escuela. Los cambios consisten en que la religión va a dejar de contar en la nota media final de las enseñanzas obligatorias. Así mismo, mientras que con el PP la religión era optativa (decían ellxs): se elegía entre religión y una asignatura de ética con contenidos idénticos a la sumisión de la moral cristiano-católica. Ahora, esta optativa deja de tener lugar y todavía no se sabe muy bien donde irán a parar los alumnxs cuyos padres-madres no elijan religión.

Esos son los "grandes cambios". En consecuencia, la religión sigue teniendo total presencia en la escuela, de manera optativa, desde los 3 años de edad. Además no cuenta para la media. Todo esto, a todas luces, no supone un cambio significativo. En el último colegio público que visité, 22 de las 24 criaturas de 3 a 5 años recibían la asignatura de religión, eso sí, de manera optativa.

Como suelen hacer, los medios de (des)información ocupan todo el tiempo en sutilezas, matices sin importancia y no profundizan en el real debate y la raíz del problema. Tal y como está organizada la asignatura de religión en la actualidad (véase el artículo anterior) no se puede hablar de enseñanza de la religión. Una cosa es enseñar y otra bien distinta adoctrinar.

En la asignatura de religión se inculcan unos valores subjetivos determinados a lxs niñxs tales como la auténtica veracidad de la existencia de dios. Se muestra ante ellxs como una verdad inalterable la existencia de otro mundo, de un ser suprabueno que juzga y controla sus actos, se les hace un croquis, basado en la moral católica del bien y del mal. Todas estas cuestiones se dan por consabidas cuando, sin embargo, no hay ninguna certeza científica que verifique tales afirmaciones. No hay ningún dato empírico que corrobore semejantes contenidos trasmitidos a lxs niñxs.

Cosa bien distinta sería, por ejemplo, plantearles a lxs niñxs de uno modo neutral - sin doctrinas- la existencia de la religión, hacerles saber que existe una tradición cristiana en estas tierras, su evolución a lo largo de la historia y su teoría del más allá, que aunque carente de corroboración científica, mucha gente cree y otra tanta no. Además éste apartado explicativo bien podria incluirse en un tema del área que abarca las Ciencias Sociales y no mediante una asignatura entera anual, más aun teniendo en cuenta que existen saberes importantisimos y universalmente demostrados que apenas tienen influencia en la escuela.

Plantearle a las criaturas pequeñas los hechos tal cual son y no de manera tendenciosa predisponiéndoles así a una determinada creencia. Que sean ellxs con el paso del tiempo quienes decidan a cerca de su fe, porque los asuntos de fe son asuntos de cada persona y no contenidos educativos por muy optativos que sean y no cuenten para la nota media.

Para hacer esta tarea de explicar el hecho religioso en las escuelas hacen falta maestrxs de historia y de filosofía, no esbirros enviados por el obispado sin más tarea que la de secuestrar la libertad de las tiernas mentes de lxs niñxs. Personas bien formadas que sepan diferenciar sus creencias personales de los contenidos a explicar.

Por ello la religión, como ya he dicho en tantas ocasiones, debe desaparecer de la escuela. Contemplarla como optativa no es eliminar el problema si no contentar a un sector de la población. El adoctrinamiento, cualquiera que sea, no es materia de escuela aunque sea de modo optativo. Por muy ateo que yo sea, que lo soy, nunca vería con buenos ojos el Ateismo como asignatura optativa en los centros de enseñanza del mismo modo que no veo bien el actual adoctrinamiento religioso.

Como decía Ricardo Mella "lo que para los adultos es simplemente propaganda para los niños resulta imposición" (1) . Por lo tanto son ellxs lxs que han de llegar, avanzando en su proceso reflexivo, a sus propias conclusiones sobre la realidad. Las creencias, los prejuicios, en definitiva, los hechos no demostrables que unas personas creen y otras no, no deben tornarse en imposiciones y verdades absolutas para el alumnado, insisto, ni de manera optativa.

Esto que acabo de exponer es la raíz del problema, sin embargo ningún medio, ningún político, ningún pedagogo destacado habla de ello. Si hubiera un verdadero afán por conseguir una escuela laica éste sería el eje del debate pero mucho me temo que no es el caso. Se crea un espectáculo sobre el tema, un cambio ficticio para contentar a los sectores "progresistas" y conservadores, para ganar poder, pero a mí que no me tomen el pelo.

¡Por una enseñanza laica, científica y racional!
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1- R. Mella. Ensayos de Enseñanza Libertaria

crespez@hotmail.com