La Cultura Quinqui, “borrón” de la Transición
La historiografía oficial ha contado la Transición como un proceso exportable, como una historia de reyes, prohombres moderados que blanquearon sus biografías y un pueblo lleno de sentido común que supo estar a la altura delos tiempos. Huelgas, encierros en fábricas y parroquias, conflictos obreros y luchas de vecinos y estudiantes quedaron debidamente integradas en la memoria oficial. Pero un silenciamiento mayor, si cabe, fue el aplicado al fenómeno quinqui, surgido a finales de los 70 y principios de los 80 en las barriadas periféricas impulsadas por el “desarrollismo” franquista. Fueron jóvenes pobres de extrarradio, en muchas ocasiones víctimas de la prisión y la heroína, a quienes sin empleo y sin futuro no se les dejaba más opción que el robo.
El Vaquilla, El Torete y el Club de Fans del Seat 1430.