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Me llamo Ángel cuando de la Justicia se trate
Ángel se acostó una noche estudiante y se levanto de madrugada minero. Se puso sombras de mina en el corazón y un brazalete de la U.H.P en el pensamiento. Se traslado desde Alcobendas a la antigua Avenida de la Unión Soviética de Madrid. Hizo aleación con los obreros de la cuenca de Asturias y León y en un par de minutos estaba en el adentro de la protesta.
Ángel, al que le gusta paladear la historia, se encontró en un momento esposado y recluso. No hizo herida a nadie, no levanto parapeto, ni inicio ninguna primavera de los pueblos. Estaba hermanándose con los trabajadores del carbón solamente.
Ahora le piden una larga condena, porque Pasaba por allí como diría Luis Eduardo Aute. Ángel no tiene un Víctor Manuel que le transforme al canto en Manuel Llaneza, ni pertenece a Partido, ni sindicato alguno que le de publicidad, solo a la asamblea del 15-M. Por ser un solidario menos épico que los de Durruti y García Oliver, le quieren asfixiar y cegar su futuro en una prisión.
Sobran los Lisardo Doval en la UIP y faltan mas Ángeles, sin alas, bravos y comprometidos por derribar esta Econo- tiranía de mercado. Yo también soy Ángel el estudiante de Alcobendas y si este simulacro de democracia le pone reja, deberá ser el horizonte de la III Republica quien le ponga en libertad. Absolución para Ángel. Salud y puños en alto.
* Eduardo Andradas es investigador Histórico, poeta, sindicalista y candidato a Alcalde de Alcobendas en las elecciones municipales del 2003 y 2012.
