lahaine.org
Pensamiento :: 26/06/2006

Okupación del antiguo cine Bogart: "La batalla política está en conseguir visibilidad?

Mariano Pujadas - La Haine
Cerca de medio centenar de colectivos madrileños se han organizado alrededor de la campaña "Rompamos el Silencio", que pretende desarrollar una semana de desobediencia civil no-violenta a través de acciones simbólicas. La primera acción ha saltado a los medios de masas, a la vez que ha desatado actitudes de resistencia y solidaridad militante.

A las 19 horas del domingo 25 de junio se daban cita unos 200 activistas en la plaza de Alonso Martínez. Pocos sabían lo que ocurriría pero el plan estaba cerrado desde hacía semanas.

Una media hora más tarde un militante indicó a la multitud que había que trasladarse en metro hacia otro punto cercanod de la ciudad. Curiosamente, la primera acción del día trataba de reivindicar que el transporte debe ser gratuito... por tanto los activistas saltaban los tornos hasta que en medio del operativo un valiente guardia de seguridad se plantó en medio de la gente y exclamó: "¡eh, donde vais, que os estáis colando todos!". Un aplauso por la astucia. Aunque de poco le sirvió cuando un portavoz de los activistas le explico: "esto es una reivindicación política, somos doscientos y vamos a pasar", y el infeliz segurata se apartó disimuladamente.

Transbordo en ópera y dos paradas más por la línea roja llevaron a los manifestantes hasta la estación de Sevilla, fin del recorrido. Entonces los acontecimientos se aceleraron. Se oyen los gritos y los cánticos, y de pronto la multitud se agolpa delante del antiguo cine Bogart, en la calle Cedaceros 5, mientras un grupo abre las puertas del edificio. Comienza la okupación de lo que se espera sea la sede organizativa de "Rompamos el Silencio", una campaña que llevará a cabo 7 días de lucha social en Madrid.

Un cuarto de hora después llegaban dos furgones de los antidisturbios. Meditaron un rato entre los agentes, cuando una activista pasó al lado de ellos y les oyó rumiar "a estos con un par de palos los disolvemos". Los uniformados se lo tomaron con más calma de la anunciada, si bien finalmente una decena de ellos decidió achuchar al medio centenar de solidarixs que se habían apostado en frente del edificio okupado. Con los cascos puestos identificaron a los presentes asegurando que "el que no tenga el carné nos lo llevamos a comisaría", como efectivamente ocurrió durante unas horas con una persona.

Tras esto, la acción se congeló. La policía detuvo el tiempo. Mientras los okupantes discutían en asamblea cómo organizarse y qué hacer en caso de desalojo, las fuerzas del orden precintaban la zona de la entrada al edificio y no permitían acrcarse a nadie. Esta situación duró varias horas. Los antidisturbios no tenían intención de negociar con los activistas y únicamente explicaron que "estamos esperando órdenes".

Y aquí se desprendió la violencia del estado. Una acción de desobediencia civil no-violenta se encontró nuevamente con la violencia de la policía. Esta vez sin porras, pero con la misma violencia silenciosa que sufren millones de personas en el mundo. El calor desgastaba a los activistas y la tensión crecía por momentos cuando los agentes prohibieron el suministro de víveres. Ni agua ni comida. Ni siquiera medicinas pueden hacer llegar a los que resisten dentro.

A la vez que los medios de comunicación alternativos trabajaban a toda máquina, los medios empresariales se empezaban a interesar por los hechos e hicieron acto de presencia por la zona. Varios medios como EFE, Canal +, ABC o La Vanguardia, se hacían eco de la noticia. ElMundo.es colgó la noticia en su portada. El silencio mediático empezaba a romperse.

Finalmente comenzaron las negociaciones. Si salís todxs no habrá identificaciones, dijo la policía. Pero eso no es negociar sino imponer, dijeron los activistas, por tanto todxs no saldremos. Lo harán los que lo necesiten por razones personales, los demás nos quedamos.

Medio centenar de okupas salieron uno a uno tras ser minuciosamente identificados, al tiempo que lxs solidarixs aprovechaban para lanzar algunas botellas de agua y paquetes de comida a las ventanas más bajas. El ambiente se animaba.

"Tenemos que mantener una confrontación en términos dialécticos con el poder institucional"

Los canticos reivindicativos y los aplausos se sucedían por parte de lxs solidarixs cuando los casi 50 okupas iban saliendo del edificio.

Mientras tanto, cerca de las 01.30 de la noche, Nacho, portavoz del eje de okupación de la campaña Rompamos el Silencio, valoraba los hechos de manera positiva. "Un amplio grupo de gente ha conseguido hacerse con el edificio, y de momento se ha conseguido crear un impacto mediático muy bueno. La delegación de gobierno ha dejado la decisión de desalojar este espacio en stand by y pensamos que no le interesa en absoluto que en las páginas de los periódicos y las parrillas televisivas se vuelvan a ver salpicadas con sucesos como los que acaban de tener lugar con la okupación de un centro de internamiento de inmigrantes en Barcelona (en el que se han produjeron más de 50 detenidos), y tenemos que jugar esa baza política. Tenemos que mantener una confrontación en términos dialécticos con el poder institucional para denunciar las problemáticas más acuciantes que estamos viviendo en la ciudad. Queremos seguir tomando este espacio para poner sobre la mesa problemas como el de la vivienda o la especulación urbanística, y los compañeros han tomado una decisión muy acertada que es la de seguir resistiendo", afirmó este activista.

Los medios burgueses estaban convocados a la acción y tal decisión había surgido efecto. Nacho valoraba que "lograr acaparar la atención de los mass-media es importante porque nosotros no sólo existimos en funcion de lo que ellos digan, sino que nos interesa de cara a lograr una visibilidad pública de alcance. Aqui han venido diferentes medios de comunicación que han dado cobertura a la noticia, y ya sabemos que el tratamiento que dan a los hechos dependen de los intereses corporativos que estén en juego, pero en un principio es reseñable que esos medios hayan venido. Creo que es síntoma de que tenemos fuerza y que se ha trabajado bien la convocatoria".

Sin embargo, en la medida en que no se consiguiera mantener la okupación y por tanto quedarse durante toda semana con el edificio como "sede", podría entenderse como que ese objetivo político habría fracasado. Pero el portavo de los activistas fue conciso: "Yo creo que no. Creo que la firme voluntad de la gente gira en torno a tomar la calle y visibilizar la protesta en el centro de Madrid. Eso en buena medida se va a lograr. Entiendo que la batalla política no está en que nos desalojen de un espacio físico sino en conseguir visibilidad y en la firme voluntad que tienen los compañeros de salir a la calle a denunciar los problemas de esta sociedad y de seguir rompiendo el silencio".

Los activistas pasaron la noche en el abandonado cine Bogart, ahora reconvertido en símbolo de protesta temporalmente. Por la mañana y tras negociar con la Delegación de Gobierno, la policía se retiró en medio de la euforia de los activistas. La campaña Rompamos el Silencio interpretó la jornada como una victoria, pero en cualquier caso uno de sus principales objetivos, el de conseguir visibilidad, se logró antes del desenlace final.

La semana de lucha social continua.


www.theplatform.nuevaradio.org
www.corrienteroja.net
 

Este sitio web utiliza 'cookies'. Si continúas navegando estás dando tu consentimiento para la aceptación de las mencionadas 'cookies' y la aceptación de nuestra política de 'cookies'.
o

La Haine - Proyecto de desobediencia informativa, acción directa y revolución social

::  [ Acerca de La Haine ]    [ Nota legal ]    Creative Commons License ::

Principal