Otra derechada del gobierno: No cerrará los CIE

Suma y sigue.

Nunca se sabrá si durante las campañas electorales a los dirigentes políticos reformistas se les calienta la boca, o que saben que si no hay mentiras no hay sueldo. El caso es que los candidat@s de Unidas Podemos hablaron una y mil veces de la necesidad de cerrar los CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros), en realidad cárceles donde se sitúan a los emigrantes antes de ser expulsados. Su razón de ser, sumadas las condiciones de vida que existe en ellos, le otorgan una realidad de «campo de concentración», donde se han dado muertes y malos tratos ampliamente denunciados. El nombrado por Marlaska en Interior, Rafael Pérez Ruiz, como secretario de Estado de Seguridad, ha defendido en las últimas horas que el llamado «modelo español» funciona y lo «avala» las cifras de los últimos años. Así mismo, ha subrayado que es necesaria la colaboración con terceros países para trabajar en el retorno, en sus dos versiones, voluntaria y forzosa, y agregó que «los CIE son necesarios ya que son el único medio para garantizar y materializar el retorno de migrantes». El silencio de UP, la otra pata del ejecutivo, resulta definitiva.

La indignación de colectivos y organizaciones de apoyo a los emigrantes han manifestado su indignación con este nuevo giro a la derecha el gobierno (PSOE/UP). Así, en la web podermigrante se puede leer:

Esta semana alertamos de la decisión del gobierno de reabrir los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIE), que funcionan como cárceles encubiertas después de meses de pandemia. Con esta decisión el gobierno ha dado el primer paso para retomar sus políticas de deportaciones masivas.

Durante estos días recibimos mensajes de incredulidad, e incluso recibimos acusaciones de que nuestra alerta era un bulo, una noticia falsa. Que el PSOE era “incapaz” de hacer algo semejante. Que solo intentamos infundir miedo en las personas.

A lo largo de la semana no solo se confirmó la noticia, sino que además ya comenzaron a encerrar a personas migrantes, entre ellas personas que provienen de países en guerra.

El gobierno se esfuerza por vender el mensaje de que estas cárceles racistas son “necesarias” utilizando para ello argumentos cada vez más surrealistas que van en perfecta sintonía con la derecha y ultraderecha. Son un ejemplo de cómo el racismo se convierte en la práctica en políticas antiimigrantes que afectan nuestras vidas.

Son políticas basadas en mentiras. Precisamente esta semana hemos conocido un estudio de la Universidad de Comillas y Cáritas con datos demoledores: la población migrante en España es joven, con estudios universitarios y los peores salarios. El informe revela que el perfil de la población migrante afincada en España es muy diferente a la que los mensajes mediáticos y políticos racistas han construido en el imaginario colectivo.

No es casualidad que el gobierno de España ponga en práctica políticas antiinmigrantes, sino que va de la mano con la Unión Europea, que recientemente presentó su “nuevo plan” de inmigración y asilo europeo, endureciendo sus políticas antiinmigratorias y el racismo institucional todavía más. El “nuevo” plan no sólo no obliga a los países miembros a acoger a las personas migrantes, sino que impulsa las deportaciones masivas. “Decepcionante e hipócrita”, lo describen algunos.

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