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Estado español :: 30/11/2020

Pacto de Toledo, el virus privatizador de las pensiones

Pep Juárez
Bajo el amable y eufemístico nombre de Pacto de Toledo se refiere a una comisión parlamentaria cuyo objetivo es fomentar el negocio privado en las pensiones públicas

El 27 de octubre pasado, la Comisión del Pacto de Toledo anunciaba un acuerdo entre las principales fuerzas parlamentarias, con el visto bueno del poder empresarial, financiero, y los “agentes sociales”. El jueves 19 de noviembre, el pleno del Congreso respaldó mayoritariamente sus 21 “recomendaciones”.

1. De tal palo, tal astilla

Bajo el amable y eufemístico nombre de Pacto de Toledo se refiere a una comisión parlamentaria cuyo objetivo es fomentar el negocio privado en las pensiones públicas, desde que hace 25 años fuera propuesto por CiU. Esta misma derecha neoliberal tuvo especial incidencia en el último gobierno de Felipe González, y ya un año antes (1994) inspiró una de las “reformas” (otro eufemismo) laborales más agresivas que se recuerdan, la de los “contratos de aprendizaje”, o contratos basura, que llegó para quedarse.

El Pacto de Toledo siempre hizo honor a tan distinguida paternidad. No solo no ha criticado jamás ninguna limitación o recorte al derecho a las pensiones públicas de la gente trabajadora (Art. 50 CE), como las “reformas” de las pensiones de 2011 y 2013, sino que, por el contrario, siempre ha estado al acecho de las posibilidades para saquearlas, al dictado de los poderes financieros.

2. La revuelta pensionista: la lucha paga

El Movimiento Pensionista eclosionó como respuesta a la carta insultante que recibieron las y los pensionistas en enero de 2018, por parte de Fátima Báñez y Mariano Rajoy, anunciando la subida del 0,25% de las pensiones. Y lo hizo fuera de la tutela de CC.OO. y UGT, que habían firmado la “reforma” de las pensiones de 2011, de nefastas consecuencias.

El Movimiento creció y se fortaleció en torno a una tabla reivindicativa unitaria: pensiones mínimas de 1.084 euros, la eliminación de la brecha de género en las pensiones, la derogación de las dos “reformas” de pensiones de 2011 y 2013, el saneamiento de las cuentas de la Seguridad Social y el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones (según el IPC real). Y un mensaje alto y claro: NO al Pacto de Toledo.

Parte de esas reivindicaciones se fueron consiguiendo por la lucha pensionista, como las subidas según el IPC en estos años, arrinconando en la práctica aquel 0,25%, o lograr poner en evidencia las mentiras en torno a las cuentas de la Seguridad Socialy el saqueo sistemático de sus recursos. El Movimiento Pensionista se extendía por

todos los territorios del Estado, alcanzando su punto de movilización culminante el 16 de octubre del año pasado, ante el Congreso de los Diputados.

3. El gobierno “de los nuestros”

El nuevo gobierno de coalición PSOE-UP, formado a raíz de los resultados de las elecciones del 10 de noviembre de 2019, ya anunció desde principios del año 2020 que la cosa no iría por lo que querían las y los pensionistas. Sánchez segregó del Ministerio de Trabajo las competencias en materia de pensiones, y las encomendó a un “especialista”, como José Luís Escrivá, titular del nuevo Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Poner a un banquero a gestionar las pensiones públicas, es como meter la zorra en el gallinero.

Así, el gobierno de Sánchez convocó de nuevo al Pacto de Toledo, y en febrero de 2020 puso al frente de este organismo a Magdalena Valerio. Evidentemente, algo importante se estaba cociendo en materia de pensiones.

4. Los asaltantes de cielos

Uno de los factores que han hecho posible la “resurrección” del Pacto de Toledo, ha sido el giro radical de la posición de Unidas Podemos. En febrero del año pasado, su posición respecto al Pacto coincidía con la del Movimiento Pensionista, y eso fue determinante, junto a la movilización, para el fracaso del PdT.

Pero parece que la privatización de las pensiones tiene el rango de “asunto de Estado”. El año pasado y por “efecto dominó”, el fracaso del PdT en febrero, determinó el fracaso de los PGE, y todo ello provocó la convocatoria de elecciones del mes de Abril. En esa lógica, el actual Pacto de Toledo facilitará ahora la plasmación, en los futuros PGE, del proyecto privatizador.

Unidas Podemos no ha explicado el porqué del cambio, del año pasado a este, en su postura. Por supuesto, no ha escuchado al movimiento pensionista (¿no venían de los movimientos sociales?) ni tampoco ha consultado a “sus bases” para este giro de 180 grados, en un asunto san sensible.

Es lógico pensar, pues, que todo esto se fraguó en las negociaciones para la formación del gobierno de coalición, siendo una de las condiciones para que Unidas Podemos pudiera sentarse en el Consejo de ministros. Esto explicaría el silencio e, incluso, la actitud huidiza de sus dirigentes, cuando se les pregunta. Los otrora asaltantes de cielos, quizá han visto mucho más práctico apuntarse al asalto de las pensiones.

Pep Juárez es militante de Anticapitalistas y miembro de la Plataforma de Mallorca per a la Defensa del Sistema Públic de Pensions.

https://poderpopular.info/2020/11/28/pacto-de-toledo-el-virus-privatizador-de-las-pensiones/

 

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