Disputar con estrategias de poder popular
América Latina debe apuntalar un modelo económico propio asentado en tres pilares: resistir la dominación de EEUU, renegociar en bloque con China y privilegiar la integración regional
América Latina debe generar respuestas conjuntas a la agresión de Trump, combinando la redistribución del ingreso con la soberanía comercial y un modelo de industrialización asentado en la recuperación del poder de compra. La integración regional exige superar la presión balcanizadora de las clases dominantes, que estanca a UNASUR y la CELAC. Un enlace promisorio con los BRICS presupone, además, otra postura de Brasil. Con proyectos de poder popular se pueden superar las vacilaciones del progresismo.







