Cuba 1959, minuto cero


Fidel 30 DE JULIO DE 1959 (conmemoración del aniversario de la caída de Frank País):
»Los verdaderos revolucionarios no son los revolucionarios de un día, de una hora o de un año o de varios años; los verdaderos revolucionarios son aquellos que no mancillan jamás su vida, los verdaderos revolucionarios son los que no cambian, los verdaderos revolucionarios son los que no dejan de ser jamás revolucionarios. Asco dan, repugnancia producen aquellos individuos que creen que tantos miles de jóvenes cayeron, que tanto sacrificio se hizo para que ellos trepen, para que ellos perciban beneficios de tipo personal; porque los que tal piensan no hacen sino insultar a nuestros muertos, ultrajar el honor de nuestro pueblo y venir aquí a hacer el ridículo papel de imaginarse que una lucha que ha encendido tantas virtudes, un sacrificio que ha despertado tantas ilusiones, se puede venir aquí a prostituir y se puede venir aquí a tratar de inculcar de nuevo los vicios que, si no erradicados del todo, no pararemos hasta que no los hayamos erradicado del seno de nuestra patria».
Utopía contra la distopía ráfagas de vida y lucha, llamas que nunca se apagan
Cuba, 1959, minuto cero de la revolución; el yanqui desencadena su instinto animal, el pueblo cubano se vuelca del lado de los líderes de la revolución y héroes que van cayendo en combate, la hace suya, la defiende, derriba a uno de los títeres potenciales del vecino del norte: el asesino Batista. Se desata la tormenta; las sanciones no se hacen esperar, los embargos, el cerco comercial con su bota militar y sus leyes. Afina las garras el monstruo; se revuelve y expande como la pólvora, los amos de la economía mundial imponen su ideología imperial. EEUU, 1961; el vecino del norte dos años después de la revolución: pichón a la presidencia del águila imperial de la mano de la otra cara del dolar Republicanos y Demócratas, en camino expansionista. Yohn Kennedy, gana las elecciones a Richard Nixon; lo mismo da que da lo mismo, promete cambiar su país, en dominio del mundo.
No repartió oleas gratuitas ni aleluyas a favor de su programa de gobierno; cacareó victorias, palmaditas en la espalda a calmar la tos de los buitres empresarios y entre damas agraciar e imprimir promesas para la prensa entre saltitos al descorche de champán. Máscara en márquetin inflamado al olor a la Casa Blanca (Y la ‘Casa’) lo integró de ipso facto entre sus hienas de turno e igual hizo el Pentágono. Su acogida infló al pavo su disposición rastrera; amplió aún más su cobertura de labios, al falso sentir y manifestar, y organizó el primer grupo de mercenarios con agentes de la CIA a invadir Cuba a través de Bahía Cochinos, con respaldo naval y aéreo. Rotundo fracaso; la llama seguía viva, resplandeciente en vivero de cuadros dentro del partido, y el pueblo, una vez más respondió. El pavo humillado intentó en su desmembrado articular estructurar su cinismo herido; avanzó cegato de odio, a trasvase de alguna fechoría aún más repulsiva, que lo acreditara por décadas al sillón de los fogonazos de mayor impacto: ‘La historia del capitalismo es la historia de la piratería organizada de unos pocos, apropiándose del trabajo de unos muchos’ (Che). Rusia reacciona, mete algunos misiles en la isla a reforzar su defensa, y Kennedy, se fajó, agüita, ¡a punto de iniciar la tercera guerra mundial!!! La ambición persuasiva ciega favorece su ambición; amplia horizontes y objetivos, la nueva hiena, excita a la Casa Blanca. Su filántropo pichón se empeña a contratiempo perfeccionar la escalada bélica al orgullo americano de corsarios y piratas desvalijando naves al reviente del mundo. Y sonriente vuelve la palomita de maíz rosada inflando al pavo obsesionado en colmar la tos preocupante de la oligarquía financiera. Embebido en su desquicio Yohn Kennedy, al éxtasis de la nueva aventura deja la máscara de pavo, y agarra la de la multinacional de guerra, obstinado en triunfar en Vietnam. Y en ésto la mitología crítica del estadounidense cineasta Oliver Stone, no le impidió su cordura incongruente convertir al criminal en una leyenda, que poco tuvo de ella, y todo, de patético realismo al desafío del esperpento más monstruo que Nerón.
‘Ninguna nación de Indoamérica podrá luchar contra el imperialismo aisladamente, solamente cuando existan movimientos nacionales unificados internacionalmente, se podrá pensar en victoria’ (Julio Mella). Había que ejemplarizar la máquina de guerra, conseguir logros como fuera ante el fracaso mundial contra la revolución cubana. El agente naranja asomó, tras la máscara del presidente; patentó su fuero interno a la intensificación de bombardeos de impacto devastador con el propósito de no dejar rastro de vida humana. La sonrisa “angelical” de la hiena de la Casa Blanca excitó al Pentágono; y, empezó a abrumar a algunas gentes, que no entendían la necesidad de seguir llevando a sus hijos a reforzar escuadrones de la muerte por el mundo. Su hermano Robert, también quiso compartir el éxtasis, saborear los alucinógenos, y la popularidad en familia; los Kennedy estaban dispuestos a tomar el rumbo en sus manos y le hizo Fiscal General –aunque resultó finiquitado en otro repentino plisplas– era el que supervisaba los atentados contra Fidel Castro. Y la rueda de turno no se detiene ante nada; otros presidentes se involucrarían en el ansiado crimen con la misma arrogancia que les dota el orgullo “americano”. Así es como todos los presidentes han ido destilando su veneno además de acosar e imponer el arrastre a la miseria y su dependencia. Ninguno ha hecho ni hará nada que favorezca a Cuba; ni para abandonar la base (cárcel) de Guantánamo, ni para dejar de financiar grupos terroristas, porque no hay mayor terrorismo que ellos; ninguno el menor amago, ni Carter, ni Clinton, ni el patético belicista Barack Obama, ni por senil el belicista Biden, porque su misión objetiva es apoyar el sistema que les acredita como asesinos: ‘La mentira es la antesala de la traición’ (Che). La justificación mercenaria está al orden del día; la trampa y la mentira, y también la traición, en reniego de principios. Que es lo que hacen las democracias europeas (de izquierda capitalista), otorgando poder de la vida misma al capitalismo, y por ende al imperialismo, propósitos de economía geopolítica descabellada y genocida enmarcan a Cuba terrorista.
Universidad de La Habana – diecisiete de noviembre de 2005 – miles de universitarios aguardaban impacientes la llegada de Fidel; discurso crítico que expuso su entrega y rigor marxista leninista, en el que subyace el entendimiento racional revolucionario de cualquier proceso histórico en latente reversibilidad de sus transformaciones, con la misma entrega, respeto y amor a la revolución que asentó la abolición de la explotación: Entre los muchos errores que hemos cometido todos <<el más importante error era creer que alguien sabía de socialismo, o que alguien sabía de cómo se construye el socialismo>>, o al cuestionarse si las revoluciones están llamadas a derrumbarse… <<¿puede o no impedir la sociedad que las revoluciones se derrumben? (…) Esta Revolución puede destruirse… nosotros podemos destruirla, y sería culpa nuestra>> . Hay otro enemigo de masas que no representa en sí la sociedad pero sí al enemigo de ésta, constituido como información y noticia para que te sientas parte del “dios verdadero”: tribuna de masa alienada filtrando el poder absoluto con sus medios “libres de hoy” y “mercenarios de ayer”. Redes “sociales” en manos de agua estancada, estado mayor en pregón de la verdad, inducción de paladines entradas y salidas al filo de la navaja.
Imposición persuasiva de sensacionalismo deforme, personajes, historias y acontecimientos internacionales que ni siquiera existen o muy alejados de como se presentan, carga hiriente al desgaste de culturas y evoluciones propias individualizando superdotados al arrastre de la clase obrera inevitable. Son muchos los vividores que van de intelectuales como si nada tuvieran que ver con el sistema de degradación, y son los nadie alienados de masa amorfa utilizada, coronando sus devaluaciones contra la reconstrucción social de otro mundo posible, que ellos quieren negar incluso los que dicen estar, es el márquetin que encaja en los slogans del poder que engaña y devora, son sus mosquitos del dengue repartidos por el mundo imponiendo doblegación.
Fidel dejó grandes enseñanzas a lo largo de su vida al aroma de su traje verde olivo (como guerrillero dirigiendo la revolución), como en Nicaragua fueron hojas destacadas, en El Salvador, Colombia, Perú… Habló de revolución, habló de la vida; de principios de clase, de camaradería, de amistad constructiva que induzca a la solidaridad internacional activa, y al derecho de todos los pueblos a levantarse contra la opresión; a vivir en paz y no con la paz antagónica ofrecida a doblegar; y habló de lo hermoso, de la naturaleza no especulada, ni mutilada y hasta destruida quedando sobre el planeta apenas bosquejos; habló de la construcción de una sociedad socialista donde el parásito es el que más ha de trabajar, el necio intelectual y el más ‘listo’ cantamañanas,; habló en definitiva de lo nuevo contra el viejo sistema capitalista, del imperialismo y su Europa, de guerra, muerte y paz. Y habló Fidel, del que en su tiempo de olivo de laureadas hojas trasmitió ciencia y dialéctica prediciendo en 1992: «La próxima guerra en Europa será entre Rusia y el fascismo, solo que el fascismo se llamará democracia». Hablo de los falsos días de las patrias, que conmemoran como estos días en Canarias (30 de Mayo) el día de la derrota ante el colono español, como no tuvo sentido celebrar el, V centenario, de la invasión a Indoamérica; habló contra las guerras imperialistas de ayer, de hoy, y siempre, contra las que dijo el camarada Fidel: «He cometido errores, pero ninguno estratégico, simplemente táctico. No tengo ni un átomo de arrepentimiento de lo que hemos hecho en nuestro país. Son las ideas las que nos unen, son las ideas las que nos hacen pueblo combatiente, son las ideas las que nos hacen, ya no solo individualmente, sino colectivamente, revolucionarios, y es entonces cuando se une la fuerza de todos, cuando un pueblo no puede ser jamás vencido. Educar es hacer prevalecer en la especie humana la conciencia por encima de los instintos. Quien no sea capaz de luchar por otros, no será nunca suficientemente capaz de luchar por sí mismo».
Hay tantos librepensadores prestos a la descomposición intelectual revolucionaria, que a la vez critican y a su vez profesan y admiran del capitalismo ¨su estabilidad económica¨; nada más falso, sobre todo, para la gran masa trabajadora. Admiración sibilina consciente de que aunque la pobreza crezca a mayor ritmo que la riqueza y por ende las injusticias, a ellos no les hiere de igual manera, aunque cebar cebe siempre al que por pobre se la impone, no les afecta. Es su empeño el recrearse y gozar a pierna suelta los países que se conocen como primer mundo, y en eso empeñan sugerencias cándidas, asesoramiento entusiasta y acciones favorables a implantar como evolución la prostitución política con su corrupción económica. Medidas que embargan y condicionan abogando a la asfixia más pronto que tarde al país que sea y quiera ser independiente. Pretender mantenerse al lado del nivel de unos cuantos miles de millonarios que dominan la economía de mercado frente a miles de millones, en escala de desigualdad en todo el mundo, hasta llegar a la desprotección y marginación total de las capas más bajas subordinadas a la exclusión social: y eso pasa en EEUU y en Europa bajo la misma ambición y dominio. Intentar equiparar una economía anclada a la fase superior, que dota al imperialismo como potencia extraordinaria, frente a todas las demás, es encerrona peligrosa aunque se aferre a no pretender unirse al desarrollo capitalista de Estado. La suma de intereses a pagar es absoluta además de que, no todos los paises están preparados para ello –aunque haya espejos mágicos en el mundo que ilusionen su despertar propio económico– salvo que sueñen con permanentes ‘ayudas’ que en el fondo favorecerán la entrega y no el control del país. La rapiña, vive de ello; no descansa, otea persecutoria, siempre al acecho de nuevas ocupaciones, incluido los países de desarrollo capitalista, que por otro lado los trabajadores, de estos países, no solo no disfrutan su economía sino que son victima de ella.
Es cierto que los pueblos y culturas que luchan por su soberanía, se enfrentan a un sobreesfuerzo que, deben hacer frente a la hora de analizar el destino que toman, por el que luchar con orgullo contra la lástima y la piedad, a sumar su desafío a volcarse hacer frente a las grandes dificultades e insuficiencias en lo económico; un objetivo prioritario en toda sociedad en busca de otro mundo posible. Pero los peligros no se detienen; el mundo capitalista, está lleno de ellos, no basarse por ejemplo en las propias fuerzas como dijo Fidel. La revolución no se hace en todos los países al mismo tiempo y no es el enemigo quien ha de consolar ni marcar nuestro destino. Ser autosuficiente, es revolucionario, así como toda aportación desmedida mediática capitalista es contrarrevolucionaria: se llamen guerras, se llame turismo como industria, se llame música en lata desarraigada, deporte de élite y miseria en las calles, pizzas o hamburguesas del MacDonald. El absolutismo capitalista impone no solo su economía; en ella, va inserta la contrainformación y contracultura, la imposición y hábitos de idioma, de personalismo arribista, de exclusión social, de oscurantismo de dominio, religión y sumisión. Una cultura (contracultura) en abolición de todas las demás en cadena de degradación mundial a través de cine, televisión, libros, redes digitales, forma de vestir de hablar de relacionarse involucrando al consumismo hiriente adentrándote a su panal de abejas con violín y también con el látigo, con piano y también en cadena de explotación en salarios de miseria. Una evolución (contraevolución) donde hacer frente su humillante economía o perece tu integración social, por donde aflora como campo de primavera su turismo colonial con derecho a todo, hasta comprar y subdividir el país en porciones de inversión privada: donde vos se queda sin casa, donde comprar no puedes, y el alquiler, es vacacional impuesto a gran escala. Por eso es que cuando el mundo está en nuestras manos, no en la de los buitres, las cosas, los hechos, y la propia vida, se ve más clara y profunda más mágica y digna sin lodo ni ceniza en ascuas bélicas, con que infligir y desgarrar la verdad de la vida y de la historia por donde zumban guerras imperiales. ¡Viva la revolución y los pueblos que la defienden!
Maité Campillo (actriz y directora d` Teatro Indoamericano Hatuey)
La Haine