8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora

El Día Internacional de la Mujer Trabajadora se ha intentado instrumentalizar y rebajar su contenido en muchas ocasiones. Una gran prueba de ello fue e cambiar su nombre oficial por el Día Internacional de la Mujer, de manera que se eliminaba su contenido de clase y se institucionalizaba, olvidando su historia. Así se banaliza un día que representa los logros alcanzados con esfuerzo por las mujeres trabajadoras a lo largo de la historia.

Ahora, una vez más, se vuelven a aprovechar de este día. En muchos territorios se ha prohibido realizar la manifestación el legítimo día 8 de marzo, pasándolo al día 7 excusándose en que el 8 es jornada de reflexión. Resulta evidente que este 8 de marzo será utilizado por los partidos parlamentarios, PSOE-IU, como un instrumento más de campaña, intentando ganarse el voto de las feministas.

Sin embargo, durante el resto del año, estos partidos no hacen mucho por romper con las desigualdades de género. Centrados en crear leyes que evoquen a la igualdad, no van a la raíz del problema, afianzándose la contradicción entre los géneros. Se crean leyes contra la violencia de género, pero ésta aumenta; se elevan las penas para los maltratadotes pero las mujeres siguen desprotegidas. Se hacen leyes para la igualdad, que utilizan herramientas como la paridad, pero se permite la perpetuación de los mitos sobre la mujer mediante los medios de comunicación, o los propios libros de texto en las escuelas, mitos como la mujer madre dedicada a su hogar, o el mito erótico. Hablan de prohibir la objeción de conciencia a aquellos médicos que se nieguen a realizar abortos en los hospitales públicos, pero se niegan a despenalizar el aborto, haciéndolo libre y gratuito.

En este sistema, donde el patriarcado y el capitalismo se complementan es imposible alcanzar la emancipación de la mujer. La mujer está doblemente explotada. En el mercado laboral, además de sufrir la precariedad a la que el sistema capitalista nos lanza, sufre perjuicios propios por su sexo. Salarios aún menores que el de los hombres (diferencia salarial del 42%), despidos por maternidad y acoso sexual forman parte de una larga lista.

Por ello es necesaria la lucha contra el capitalismo y contra el patriarcado. Muchos resumen su dedicación a romper con las desigualdades a la conmemoración de 3 días al año. Pero la lucha por la emancipación de la mujer ha de darse durante todo el año. Es necesario profundizar en el conocimiento de la situación en que hoy viven las mujeres y su desigualdad, producto del patriarcado, para poder confrontar con tales desigualdades y emitir soluciones que lejos de radicar en la ética la estética o el electoralismo, den soluciones políticas reales al fondo de la cuestión en los ámbitos público y privado.

Los CJC animamos a que el día 8 de marzo salgamos a la calle para reclamar y recuperar la tradición de este día, tradición que pertenece a las mujeres de la clase obrera, y a los trabajadores y trabajadoras en su conjunto.

¡Por la lucha de la mujer trabajadora!

emancipación de la mujer!

¡Viva la lucha de la clase obrera!

Comité Central de los CJC, Marzo de 2008.

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