Asturias: Detenidas 12 personas por cortar el paso de la Vuelta al inicio del Angliru

Era sostenida por seis de ellos, mientras que otros se encadenaban entre sí y decenas tapaban la carretera portando banderas palestinas.
El temor ante un boicot antigenocidio provocó que la Vuelta a España entrase en Asturias arropada por un gran dispositivo de represión. Las numerosas concentraciones convocadas en distintos puntos de la región hacían viable que se repitiesen las protestas contra las matanzas de Israel del miércoles en Bilbao, que obligaron a acortar la undécima etapa y a dejarla sin ganador.
Y así fue. Doce personas resultaron ilegítimamente detenidas como autores de un delito de "desórdenes públicos" por detener la marcha de los ciclistas durante la decimotercera etapa.
Iniciaban João Almeida y Jonas Vingegaard la subida al Angliru cuando se vieron sorprendidos por un nutrido grupo de personas que irrumpieron en la carretera para cortarla mediante la colocación de una pancarta contra el genocidio de Netanyahu, mientras otra parte del grupo se encadenaba entre sí.
La protesta obligó a los ciclistas a detener su marcha, hasta que los represores de la Guardia Civil de Tráfico y del Grupo Rural de Seguridad que conforman la Unidad de Movilidad y Seguridad Vial los apartaron a golpes y patadas de la carretera.
Las protestas por la participación del equipo sionista Israel-Premier Tech se repitieron a lo largo de la mañana en todo Asturias. Una de las concentraciones más numerosas tuvo lugar en la rotonda de Pancar, en el concejo de Llanes, donde centenares de personas recibieron al pelotón entre banderas palestinas y pancartas reivindicativas.
«Palestina libre», «Asturias con Palestina» o «Esto no es una guerra es un genocidio» fueron algunas de las consignas más repetidas durante la movilización, que estuvo acompañada del himno de Asturias interpretado con gaita.
La protesta trascurrió sin incidentes represivos a pesar de la masiva presencia policial. Según explicaron los asistentes, la acción fue convocada a través de redes sociales y del boca a boca, aprovechando el impacto mediático de la competición para lanzar un mensaje contundente contra la matanza de civiles.