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Estado español :: 06/08/2007

Caso Lavapies: Dos policías serán juzgados por «torturas, lesiones y vejaciones»

Centro de Documentación Contra la Tortura
El juzgado de Instrucción número 24 de Madrid ha decidido la apertura de juicio oral para enfocar un chorro de luz sobre la opaca historia de una detención que empezó en la calle, siguió en la comisaría y acabó en el hospital.

El Mundo, 6 de agosto de 2007

Dos policías serán juzgados por «torturas, lesiones y vejaciones»
El denunciante también deberá responder por «daños» a los agentes

RAFAEL J. ALVAREZ
MADRID. - Habrá juicio para saber si el codo de E. M. B. ya no será el que era por culpa de una caída propia o de una paliza policial. Habrá juicio con dos partes denunciadas entre sí, a un lado del juez un joven y al otro dos policías nacionales. Habrá juicio por los «daños» presuntos del chico y por las «torturas» y las «vejaciones» presuntas de los agentes...

El juzgado de Instrucción número 24 de Madrid ha decidido la apertura de juicio oral para enfocar un chorro de luz sobre la opaca historia de una detención que empezó en la calle, siguió en la comisaría y acabó en el hospital.

Es la peripecia de E. M. B., que fue detenido en la noche del 30 de enero de 2006 en la madrileña plaza de Lavapiés, después de que, según su propio relato, un grupo de personas increpara a unos policías que estaban «deteniendo y pegando» a un joven árabe.

E. M. B. cuenta que se puso nervioso, echó a correr y fue perseguido por varios agentes. «Uno me dio con un objeto duro y pesado y me lanzó contra una señal de tráfico. En el suelo, cinco de ellos me dieron una paliza». El codo se quebró entonces y tuvo que ser operado en el Hospital 12 de Octubre algunas horas después de pasar por las tripas de la comisaría de Leganitos.

La denuncia que el chaval interpuso y que dio lugar a la apertura de este proceso narra que en el coche patrulla y en la comisaría, y con las manos de E. M. B. siempre esposadas, se fueron multiplicando los malos tratos. «Les pedí [a los policías] que me llevaran al hospital porque no aguantaba el dolor del codo. Pero aceleraban y frenaban. Y me daba con la cabeza en las puertas».

Algunos de los «10 policías» que había en la planta baja de Leganitos alzaron la voz y la amenaza: «Me llamaban 'rojo de mierda'. Me decían que me iban a llevar a El Pardo. Les dije que me dolía el codo y uno me contestó que me iba a romper el otro. Me tiraron del pelo». Una planta más arriba subió el dolor. «Un policía me cogió del cuello y me golpeó en el estómago. Otro me hundió la porra en la tripa. Una agente dijo que pararan, pero estaban muy agresivos. Me acusaban de haber tirado una moto y de haber provocado un accidente de tráfico».

El parte médico fue un parte de guerra. «Dolor en ambos cuadriceps y articulación trapeciometacarpiana (...) Hematoma región pretibial, erosión tibial anterior izquierda y región peronea derecha. Contusión en tibia derecha», escribió de madrugada el Hospital 12 de Octubre.

La Policía cuenta otras cosas. Dice que E. M. B. golpeó y derribó una moto policial que estaba aparcada en la calle y que «opuso fuerte resistencia» al ser detenido.

En ese trajín de resistencias a golpes, el joven E. M. B. habría provocado lesiones a los dos policías ahora imputados, según la defensa de los agentes.

En un auto del pasado 27 de junio, el Juzgado número 24 acumula todas las versiones, las ordena y las despliega para que la Audiencia Provincial de Madrid las juzgue.

Así, refleja una acusación contra E. M. B. por «un delito de daños, un delito de atentado y dos faltas de lesiones» y le impone una fianza de 5.410 euros.

Y refiere una acusación contra el policía nacional F. G. A. por «un delito de lesiones, un delito de torturas y una falta de vejaciones injustas de carácter leve» y contra la policía nacional S. M. F. por «un delito de lesiones» y marca a ambos una fianza de 18.176 euros. El auto declara la responsabilidad civil subsidiaria del Estado español por esa misma cantidad.

Al juicio por venir llegará el Ministerio Fiscal con un cargamento de delitos, indemnizaciones y prisiones. Por ejemplo, solicita para E. M. B. una pena de un año de prisión y el abono de 5.304 euros en concepto de multas por los delitos de daños y atentado y por dos faltas de lesiones. Y pide para los dos policías, un año de prisión por cabeza y el pago de 13.745 euros por las faltas de lesiones y las secuelas.

Poco que ver con lo que buscan los abogados de los policías, que quieren para el joven dos años de prisión, pero, curiosamente, menos dinero en concepto de indemnización: 2.420 euros.

Y poco que ver con lo que solicita el abogado del chaval, que reclama siete años de prisión para el policía F. G. A. y una indemnización solidaria de éste agente y de la policía S. M. F. que alcanza, entre multas e indemnizaciones, los 26.300 euros, «en la cantidad de 8.400 euros por los 140 días que tardó en curar y estuvo impedido para desempeñar sus funciones habituales (a razón de 60 euros por día), así como en 6.500 euros por las secuelas que constan en autos».

http://www.elmundo.es/papel/2007/08/06/espana/2169392.html

 

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