Comunicado y carteles concienciativos que se ha realizado y pegado en Cantabria debido al 25Nov.

Otro año más ha llegado el 25 de noviembre, día contra la violencia machista; esa pesada carga que demasiadas mujeres (muchas en silencio) tienen que soportar cada día. No nos cansaremos de repetir hasta la saciedad que debemos combatir el sexismo cotidianamente y no solo en una fecha clave, pero consideramos que a veces es útil y necesario servirse de días como este para homenajear a todas aquellas que sufren maltrato o que ya no están a nuestro lado, y también para dedicarnos un tiempo a reflexionar sobre nosotras mismas.

La mayoría de nosotras tendemos a pensar en el sufrimiento y las circunstancias difíciles de lxs demás y a olvidarnos de las nuestras... Este comportamiento es tan habitual que podría llegar a parecer inherente al sexo femenino, pero no resulta más que otra de las estrategias del sistema patriarcal para arrebatarnos nuestro poder y anclarnos en una situación de debilidad y dependencia, haciéndonos sentir culpables si anteponemos nuestras necesidades a las de otras personas. Desde Langresta consideramos que son demasiadas las veces que nos cuesta darnos cuenta de hasta qué punto la forma de relacionarnos cada día con lxs demás es muestra de los roles de género impuestos por el patriarcado. Hoy, más que denunciar y lamentarnos por las desgracias que les ocurren a nuestras compañeras (y aunque jamás quitándoles importancia), queremos hacer un llamamiento a todas las mujeres para que tomen conciencia de sí mismas. Conciencia como seres oprimidos, pero con la capacidad de ser autosuficientes, fuertes y libres. Por todo ello, hoy nos gustaría arrojar un poco de luz sobre lo que se ha venido a llamar micromachismo.

El término micromachismo describe actitudes y comportamientos dentro de las relaciones entre sexos (principalmente de pareja, aunque también pueden darse entre padres e hijas, compañerxs de trabajo, etc.), que pueden parecer de poca importancia pero que están presentes en el día a día y que ayudan a afianzar la posición privilegiada del hombre, silenciando y arrinconando a la mujer. La violencia machista se ha venido anclando en nuestra sociedad a través de un periodo de tiempo muy largo en el que se han invisibilizado sistemáticamente las vulneraciones de nuestros derechos como personas, llegando a percibirse como naturales actitudes que no deberíamos tolerar.

Aunque a día de hoy es relativamente fácil identificar una agresión física o verbal, no es tan sencillo percatarse de los distintos tipos de micromachismo... Como muestra, aquí ponemos algunos ejemplos: el marido que toma sistemáticamente el mando sin consultar a su mujer, anula su capacidad de decisión. El novio que administra el dinero de su pareja, limita su capacidad de movimientos. El padre que considera que el cuidado de la familia es cosa propia de las mujeres, coarta su desarrollo personal, laboral e intelectual. Todos aquellos hombres que intentan compensar sus constantes errores o ataques regalando flores, los que se excusan de las tareas domésticas alegando que están “cansados de trabajar”, los que sospechan sistemáticamente de todo aquello que hacen sus parejas... Todos ellos están violando nuestra libertad, maltratando nuestra autoestima y manteniéndonos en una posición de inferioridad.

Como mujeres no podemos permitir estas vejaciones. Es nuestro deber luchar por lo que es nuestro, respetar nuestra integridad y valorar nuestro trabajo. Tenemos que querernos tal y como somos y disfrutarnos como personas completas e independientes, sin supeditarnos a los valores trasnochados del patriarcado capitalista. Si la sociedad nos quiere débiles y sumisas, nos tendrá revolucionarias y poderosas.

¡Upa l'alucha de las mujeris!

25 Nuviembri 2011

Asamblea Feminista Langresta

Más info en: http://langresta.blogspot.com/2011/11/25-nuviembri-2011.html