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Països Catalans :: 20/12/2003

comunismo, anarquismo y anticapitalismo

Kolectivo Barricada Anticapitalista.

COMUNISMO, ANARQUISMO Y ANTICAPITALISMO

Nacimiento de las ideologías

Las ideologías proletarias surgieron en el siglo XIX, poco después de la aparición de nuestra clase social, a mediados del siglo anterior. Estas ideologías querían superar las falsedades de los socialistas utópicos (así eran llamados en aquella época, curiosamente ahora somos nosotros los "utópicos"), que pensaban que el fin del capitalismo se produciría espontáneamente y sin violencia. Compartían que era necesario destruir el sistema burgués, destruir el orden capitalista a través de una revolución social y crear un sistema nuevo donde no hubiese lugar para la propiedad privada ni el trabajo asalariado. Sin querer hacer un análisis a fondo de cada ideología (encontrareis abundantes libros encargados de esa labor) pasamos a explicarlas por encima.

La ideología comunista

El proyecto comunista se basa en que habrá una revolución social no por la concienciación de los proletarios, sino como resultado de una crisis del capitalismo que haga la vida del trabajador insoportable , de forma que éste no tenga otra opción que luchar por su supervivencia . Debido a que no habrá habido concienciación previa, las masas trabajadoras no estarán preparadas para tener un proyecto revolucionario, sino de resistencia al capitalismo y, por esa razón, el comunismo cree necesarias unas vanguardias proletarias que dirijan a las masas a la victoria frente a la burguesía y que impidan caer en las trampas que intentará poner la izquierda burguesa, prometiendo y firmando todo lo que se ponga sobre la mesa para restablecer el orden capitalista (la actitud de la Generalitat, en 1936, es un claro ejemplo de esa circunstancia). Para llegar a destruir la burguesía el comunismo cree necesario un periodo intermedio , la dictadura del proletariado (siempre es un periodo intermedio, no el objetivo final) en el que el partido, dirigido por la vanguardia proletaria, toma el poder y se dedica a hacer la represión necesaria a la burguesía para que ésta no asesine (sin duda, que lo intentará, desde dentro y desde afuera) el nuevo mundo que aun está por crecer y madurar. Este Estado sin duda debería sustituir el sistema monetario por otro que impida la acumulación de los productos por una sola persona, así como eliminar la policía y el ejército permanentes, para sustituirlos por milicias proletarias; colectivizar todas las fábricas, campos y medios de producción, y hacer todos los esfuerzos necesarios para ser innecesario lo antes posible y llegar a la última fase de ese proyecto que es el comunismo.

Me gustaría señalar que nunca ha habido un país comunista ni en Rusia, ni en Cuba, ni en ningún lado. El Estado ruso dirigido por Lenin no era comunista (precisamente fue el mismo Lenin el que más luchó contra esa idea de un comunismo en Rusia), sino un capitalismo de Estado dirigido por el proletariado (esto sucedió por la imposibilidad de llevar al comunismo, sin la ayuda del proletariado internacional, a una población en la que sólo un 20% eran proletarios) . La Rusia de Stalin ya fue totalmente burguesa y contrarrevolucionaria.

La ideología anarquista

La ideología anarquista se basa en que la revolución social no será provocada por un acto que haga estallar la chispa de la revolución, sino por la concienciación de los proletarios sobre el nuevo mundo. Por esta razón, los anarquistas no necesitan de vanguardias ni de dirigentes que les dirijan, ya que éstas no son necesarias, al ser creada la revolución desde las asambleas. Otra de sus armas de lucha es la solidaridad entre las personas libres e iguales. Piensan que la destrucción violenta del Estado es la primera labor que debe hacer la revolución. Su proyecto consiste en asambleas federadas libremente entre ellas, con representantes electos y sustituibles que salen de las asambleas (y luego regresan a ellas para ser sustituidos por otro representante), es decir, que su proyecto es un Estado asambleario, libremente federado y construido desde la base hasta la cima teniendo la fuerza y la capacidad de decisión en la base. Su proyecto económico es la propiedad colectiva y comunitaria. Creen que a este mundo se llegará a través de un alzamiento armado y espontáneo de las masas proletarias.

Los falsos comunistas

Existen multitud de falsos comunistas que van desde los estalinistas y trotskistas hasta algunos socialdemócratas. Nos encontramos con "partidos comunistas" que se presentan a las elecciones burguesas creyendo que el Estado democrático debe ser usado para llegar al comunismo y que no debe ser destruido violentamente. No es necesario que estén en partidos, numerosos son los "comunistas" que dicen que existía una Rusia comunista o socialista y que, a día de hoy, ven algo de comunista en el estado burgués cubano.

Los falsos anarquistas

Los falsos anarquistas no son tan mentirosos ni manipuladores como los falsos comunistas (posiblemente por su apoliticismo y no defender los intereses de un partido burgués) . Son gentes que realmente tienen pensamientos anarquistas y, en el fondo, piensan que hacen una labor positiva para la clase proletaria (eso, lo que pueda pensar cada uno, no se lo vamos a negar a nadie), pero lo que hacen, en los hechos, no es algo encaminado a una lucha de clase contra clase. Así, los anarcopacifistas en realidad no son anarquistas, ya que la anarquía se basa en la revolución social y violenta y ellos no quieren guerra de clases (cuando digo anarcopacifistas no me refiero a quienes se niegan a coger un arma por miedo, sino a los que son incapaces de apoyar a quienes estamos dispuestos a tomarlas. Por mí se pueden ir con los humanistas que es lo que son, unos dogmáticos de la paz) .También tenemos a los de la «liberación animal» que, como actividad, no es ni burguesa ni proletaria, sino interclasista y, por lo tanto, nunca puede dar a lugar a una guerra de clases (con esto no se quiere decir que alguien que luche por la liberación animal no pueda trabajar por la guerra de clases, pero la lucha que lleve específicamente por la liberación animal (y algun@s solo llevan esa) no es una lucha proletaria). Esto que decimos sobre la liberación animal se puede aplicar, en mayor o menor medida, a la lucha contra las cárceles, por el ecologismo, por la okupación o contra la represión, que no son luchas de clase, a pesar de haber numerosas personas que, aparte de esa tarea, desarrollan otra lucha verdaderamente de clase. Por lo menos, a mi modo de ver, una lucha parcial contra una de las consecuencias del capitalismo sin tener intención de llevar esa lucha de forma que sea una lucha estrictamente de los proletarios contra lo que los estados burgueses han creado, no es anarquismo, sino una lucha interclasista, llevada por gente de mentalidad anarquista que permiten que los burgueses les apoyen (y no hablo del apoyo en una manifestación, sino en la labor continua). En caso de cerrarle las puertas a nuestra clase enemiga y a sus defensores, efectivamente se lleva a cabo una lucha de clase específicamente contra una de las consecuencias del capitalismo.

Puntos débiles del comunismo y del anarquismo

El punto débil del comunismo es su centralismo y su obsesión por un programa revolucionario cuya aceptación es imprescindible para empezar a trabajar conjuntamente dentro del partido y siempre como partido , lo que dificulta (cuando no impide) la unidad con quien no comparte sus dogmas. El punto débil de la anarquía es el contrario: la falta de una programa mínimo de lucha común y su excesiva descentralización , lo cual es un lastre para organizarse conjuntamente para luchar en lo que ya se está de acuerdo.

Propuesta

Ahora mas que nunca, es necesario inventar o reinventar un nuevo sistema que permita llevar una lucha unida entre comunistas , anarquistas y demás gente que esté dispuesta a llevar una lucha proletaria para destruir el sistema capitalista. Realmente pienso que una coordinadora anticapitalista es el instrumento necesario para reunirnos y coordinar nuestras actividades, para luchar unidos por lo que compartimos, de forma que se puedan seguir haciendo acciones descentralizadas en lo que una parte de los miembros de la coordinadora no comparten, permitiendo así no tener un programa específico al que tengas que guardar respeto, y, a la vez, elaborar campañas comunes en las que la descentralización no es la táctica más adecuada para la ocasión.

Punkemon
(KBA)

21 de noviembre de 2003

 

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