Continúa abierta hasta el 31 de julio en Ibarraundi la exposición sobre Likiniano

Hasta el día 31 de agosto permanecerá abierta en Ibarraundi museoa (la exposición por el centenario del anarquista Félix Liniano, que nació en el seno de la familia Liniano-Heriz de Eskoriatza.

En la exposición además de conocer la vida de Félix y Casilda se pueden ver varias obras de arte de Félix así como algunos documentos. Además, se pueden consultar diversos libros sobre el anarquismo.

La hermana de Casilda estuvo en la inauguración de esta exposición «vivían en Biarritz, ya que después de la guerra le llevaron a Madrid presa donde estuvieron 2 años. Para que salieran de la cárcel nuestra madre votó. Luego se fue a París y no la volvimos a ver hasta que murió nuestra madre. Más tarde se fueron a vivir a Biarritz donde están los dos enterrados». Una estela funeraria realizada por unos amigos franceses recuerda a ambos en Biarritz.

De Félix recuerda la hermana de Casilda no se acuerda mucho ya que era pequeña y dijo que «me trataba como una niña, ya que yo tenía 15 años. Era simpático y cariñoso».

Un poco de historia

Félix Liniano nació en Arrasate y de muy joven se trasladó a Donostia. Cuando dejó los estudios empezó a trabajar de albañil junto a su padre. Félix realizó el servicio militar en Loiola, pero comía y cenaba en casa.

El rancho del cuartel debía de ser muy malo y, por ello, los soldados realizaron un plante. Como no podía ser de otra manera, Félix tomó parte en las protestas. Alguien le acusó de haber sido el cabecilla y fue juzgado en un consejo de guerra y condenado a 10 años de prisión.

Tras la amnistía de 1933 ingresó en la CNT. En la huelga general de diciembre de 1933, Félix y sus compañeros salieron a parar trenes. Un maquinista navarro se negó en redondo a obedecer la orden. Así comenzó una disputa en la que Félix llegó a hacer ademán de sacar una pistola, cuando aparecieron los guardias de asalto y lo detuvieron. Fue condenado a 15 años de cárcel.

Tras las elecciones de 1936 fue nuevamente amnistiado, y en el tren que le trasladaba de Madrid a Donostia conoció a Casilda, la que fue su pareja para toda la vida. Sin ninguna duda fue una pareja valiente y activista. Durante la guerra estuvieron en el frente y conocieron el exilio y varios campos de concentración.

La hermana de Casilda y otros familiares en Ibarraundi