El 1º de mayo que viene,entre la desorientación, la voluntad de lucha y las oportunidades históricas

Los y las trabajadoras/es nos acercamos a conmemorar nuestro día frente a una situación inédita, la primera vez en la historia de nuestra clase que nos encontrará bajo estas circunstancias "extraordinarias".  Pero a la misma vez, frente a una oportunidad histórica gigantesca, la que nos alienta a pensar un futuro de luchas que nos hagan ganar fuerzas para nuestros objetivos históricos, los de una sociedad profundamente humana y solidaria llamada a ser dirigida pura y exclusivamente por nosotros y nosotras, un nuevo tipo de Socialismo/Comunismo, humanista y radical.

Hasta aquí, en el marco de esta barbarie asfixiante que vivimos, nada se ha salido de sus habituales carriles. De los primeros documentos que elaboramos en febrero y marzo, y desde apenas comenzada la cuarentena a este momento lo advertíamos: más de 4 millones de compañeros/as se encuentran en "virtual" situación de despido y/o suspensión, las muertes se cuentan por decenas de miles, y la descomposición social ha ido en aumento en un sin fin de situaciones dramáticas a las que se ha visto expuesta de las peores maneras nuestra clase obrera y popular.

Sabíamos que comenzaba a vislumbrarse el comienzo de una nueva etapa desde hace un tiempo ya, y que las posibilidades de desplegar una táctica efectiva para golpear de conjunto los planes de las burguesías criminales que nos gobiernan, iba a estar muy limitada por el atraso profundo de la conciencia de nuestra clase.

Entre otras muchas consideraciones de importancia histórica, adelantábamos el pronostico de esta situación de pasividad, de relativa calma, de anestesia social, como así también, de los escenarios futuros posibles que se vislumbran ante la profunda crisis humana, económica, sanitaria, social, cultural en la que se expone el capitalismo, mostrando incluso improvisación negligente y extrema en las clases dominantes criminales, lo que alienta aún más la determinante lucha que debemos dar para recuperar mínimos históricos que nos coloquen en mejor posición de combate frente al gran conjunto de nuestros enemigos de clase.

Como todo fenómeno social, colectivo e individual, histórico, se produce en tiempos y espacios determinados, no escapan de nuestras miradas todos aquellos factores que hacen ver una aproximación cada vez mayor a los momentos críticos de esta crisis. Esos momentos dónde se aproxima, se huele, se respira en el aire, la explosión de la amplia cúspide de paciencia que parece soportar el gran conjunto de la sociedad, y en particular, nuestra clase obrera y popular, ante la ofensiva brutal de quienes nos explotan, nos oprimen, nos reprimen y nos matan día a día.

El "desconfinamiento gradual" apresurado y presionado por los grandes pulpos empresariales, políticos y multinacionales del capital, ha dejado nuevamente entrever cuales son los acuerdos e intereses fundamentales logrados entre las grandes fracciones de las clases dominantes. Se deja ver hasta dónde están dispuestos a avanzar, cual es la correlación de fuerzas, que espalda política tienen para hacerlo, y cuales son sus planes para que esta situación de "calma social" se sostenga en el tiempo y el espacio.

Pero todo esto, decanta y decantará por su propio peso, llegará ese momento cada vez más cercano dónde la combinación de todas las bombas desactivadas momentáneamente, explotan poco a poco, una a una, o todas juntas. Desde los factores económicos-materiales a los factores subjetivos-psicológicos-humanos-sociales, todo se predispone de formas ingobernables para los de arriba.

Los planes para ese escenario son clarísimos, se dejan ver con transparencia cuando escuchamos a los gobiernos, a los empresarios, a los privilegiados de toda calaña, repetir sus frases plásticas, superfluas, rimbombantes, mentirosas día tras día, junto a toda su construcción de consensos sociales reaccionarios y fascistoides en torno al confinamiento, en torno al virus, en torno a las personas, al prójimo. Nunca estuvo más claro y a la vez más confuso, quienes venimos y
vendremos a ocupar el lugar del "enemigo invisible" cuando haya que buscar nuevos enemigos para combatir las consecuencias de la acumulación extrema y obscena de riquezas a nivel mundial, en manos de cada vez más pocos parásitos.

Esta situación no nace con el COVID 19, y lo advertíamos: el "nuevo" sujeto social masivo de nuestra clase que viene adelantando a nivel mundial cuales son los planes de reestructuración capitalista con la creciente proletarización, somos los sectores de desocupados/as, el "nuevo" engrosamiento del ejército industrial de reserva, quienes, por estos momentos, somos el primer candidato oficial al confinamiento selectivo para la nueva etapa de "relajación" de medidas. 

Mientras, se reestructura esa nueva masa de desocupados/as, a la misma vez, se reestructuran los nuevos ajustes laborales entre las formas de trabajo (teletrabajo, dispersión laboral extrema, etc.) y la caída REAL, generalizada de los salarios, efecto que en breve comenzará a hacer mella a nivel mundial.

Así se articula la nueva escenificación de los miedos y el pánico colectivo, entre todos ellos al desempleo, mientras se generan, a propósito, las condiciones de un nuevo rebrote del COVID 19, el nuevo elemento justificante para que quienes deberían ya encontrarse protestando en las calles por haber perdido su trabajo y haber pasado a ser uno/a más de la gran masa de nuevos/as pobres, se queden obligatoriamente en sus casas, o, mejor dicho, dónde puedan.

Este es un mundo bomba a punto de estallar por los aires, pero queremos, buscamos, que los únicos aires respirables que tengamos para nuestro futuro, sean los aires de la liberación humana, social, económica, cultural y nacional.

Sabíamos que esta situación iba a ir a peor en todos los sentidos, pero también buscamos  adelantarnos a los aspectos esperanzadores que brotan de la razón de ser más profunda de nuestra clase, esa que nos dice que las condiciones pueden cambiar radicalmente a nuestro favor de forma repentina y masiva, algo más profundo que un "cisne negro" para las burguesías de todo el estado español, la UE y el mundo entero.

Mientras comienza a crecer la desesperación y el confinamiento pierde consenso racional e irracional, porque por un lado sabemos que el problema sanitario es real y debemos protegernos, pero por otro sabemos que, mientras el encierro surte sus devastadores efectos en manos de estos genocidas, de estas clases dominantes que nos gobiernan, cualquier futuro, cualquier retorno a la "normalidad" es oscuro, con o sin virus. Y aquí estamos pensando colectivamente, en el centro del caos, y los/as revolucionarios/as estamos llamados/as orientar y dirigir el cómo intervenir en la realidad de acuerdo a la caracterización general de la etapa y nuestras tareas como clase en esta.
Y queremos dar mensajes claros para estos momentos dónde comienzan a aparecer, poco a poco, como un relámpago de esperanza, estos cuestionamientos de compañeros y compañeras que apelan a "desconfinar la lucha de clases", y consideramos que debemos continuar con acciones defensivas que permitan construir las condiciones mínimas para dar pasos ofensivos desde la retaguardia, esto implica, comenzar a construir el PLAN DE LUCHA colectivo desde todo tipo de herramientas comunicacionales SEGURAS, esto es lo que ya nos está permitiendo avanzar en ese necesario consenso social para tomar las calles nuevamente, para impulsar nuevas protestas en los lugares de trabajo, en las fábricas, en los sectores estratégicos fundamentalmente, ante la evidencia enorme de los planes de las burguesías de todo tamaño, bandera y nacionalidad. Pero necesitamos una nueva espalda política para hacerlo, necesitamos una fuerte retaguardia social que comparta, en general, los aspectos que cuestionan profundamente este caos inhumano "ordenado" provisoria y precariamente.

Una masa de millones de personas sin trabajo y sin casa, y sin patronal y sin empresa dónde reclamar, deberá inundar nuevamente las calles, las plazas, las carreteras, las asambleas cuando vea que ni quedándose en casa, su cuidado frente al virus COVID 19 y el virus de la miseria y la pobreza, está garantizado.

Para esa situación se prepara la represión, con consensos fascistoides vertidos y reproducidos horizontalmente en todas las clases sociales, y con las fuerzas represivas bien montadas y reforzadas hasta económicamente para garantizarlo.

Por todo esto, este PLAN DE LUCHA UNIFICADO de la clase obrera y popular, debe tener y contemplar sus métodos, para garantizar conquistas masivas y para demarcar la necesaria disposición de combatividad ante una profunda comprensión de la represión que existe y que se viene, y ser responsables con la construcción de esas medidas de lucha. 

Por eso es más necesario que nunca ser realistas, medir fuerzas y no desesperar, aprender de los errores del pasado, derrotar todas aquellas miradas espontaneistas y vanguardistas, sustitucionistas de las acciones y de la conciencia de las masas, ¡acciones que debemos construir!, pero que también debemos confiar en que llegarán en determinado momento por cuestiones objetivas y subjetivas, históricas y científicas, que hemos descrito con precisión.

La creatividad, el ingenio, la audacia deben ir ganando nuevamente las acciones obreras y populares, y la lectura política precisa de los momentos políticos, del "clima social", nos llevarán seguramente a ejecutar con efectividad ese trabajo silencioso sin sacrificar a todos "los peones" en un solo movimiento de tablero.

El pueblo debe prepararse para luchar y debe preparase para vencer, pero también debe prepararse para reconocer los momentos cuando toca replegarse y esperar el mejor momento para atacar, construirlo pacientemente y cuando este maduro, ahí sí, actuar con decisión y valentía, con audacia.

Estamos hablando hace tiempo de las grandes movilizaciones que auguran la construcción subterránea de un nuevo 15M, un nuevo homenaje al primero de mayo desde unas trincheras muy particulares, las que ya estamos construyendo desde la organización de todos/as aquellos/as que ya se encuentran con un ERTE o un ERE en la mano, de quienes han perdido el trabajo y hasta miembros de su familia de forma evitable, quienes han perdido hasta su techo, su salud, su precaria y mínima "calidad de vida"... porque esto no es vida compañeros y compañeras, esa vida hay que reconstruirla sobre la base de luchas de masas que debemos ir dando a medida que lidiamos con esta  situación cada vez más al límite de romperse por su propio peso.

Compañero/a trabajador/a, te invitamos a ser protagonista de tus sueños y tus esperanzas para vivir en un mundo que realmente valga la pena, para eso hace falta luchar con el cuerpo, no tenemos nada más para perder, tenemos todo por ganar! ¡A organizar la UNIDAD de la lucha obrera y popular! ¡POR UN PLAN DE LUCHA UNIFICADO YA!

¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!

¡VIVA LA CLASE OBRERA!

¡OBRERAS Y OBREROS DE TODO EL MUNDO, UNÁMONOS!