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Països Catalans :: 09/11/2003

el movimiento de movimientos reformista y el anticapitalismo

Kolectivo Barricada Anticapitalista.

EL «MOVIMIENTO DE MOVIMIENTOS» REFORMISTA Y EL ANTICAPITALISMO

Quién forma parte del «movimiento de movimientos»

El denominado «movimiento de movimientos» es un movimiento burgués que agrupa tanto a pequeños y medianos burgueses como a proletarios en oposición a la gran burguesía, dificultando con esta actitud una lucha de clase contra clase. Así como la mediana burguesía sólo quiere reformas del actual sistema, la pequeña burguesía defiende medidas que tienden a dar un mayor protagonismo de los estados capitalistas en la economía, reivindicando, de esta manera, a una democracia ideal, siempre dentro del sistema capitalista; la juventud proletaria de los países avanzados, consciente de su condición, clama por la destrucción de los estados capitalistas y por un cambio total de sistema en el ámbito económico, político y social, en el que no cabe la propiedad privada ni el trabajo asalariado, y se organiza (bueno, mejor dicho, se organizaba, ya que actualmente no hay nadie que haya podido organizarlo) fuera de las plataformas reformistas.

Qué hace el «movimiento de movimientos»

El anticapitalismo, salvo contadas excepciones, no hace ninguna labor de cara al público y por esa razón su crecimiento no es demasiado grande. Centrándonos en las fuerzas reformistas del sistema, aparte de charlas y manifestaciones y demás, su acto más conocido son los sectarios foros sociales (y burgueses, no lo olvidemos) europeos o mundiales. Estos foros dicen ser abiertos, pero fuera de toda literatura barata, debemos reseñar que tanto Batasuna como las FARC han sido excluidas de estos foros "sociales" por el simple hecho de ser fuerzas revolucionarias que defienden tomar las armas o las han tomado para defenderse de sus opresores, cosa que a los contrarrevolucionarios dirigentes del fórum no les gusta, aunque no tienen problemas en albergar a partidos (como el PCE-IU), sindicatos (como CCOO) y organizaciones (como ATTAC) claramente comprometidas con el mantenimiento del orden capitalista. Es imposible que algún anticapitalista pueda algún día organizar algo en estos foros, donde se han excluido, por principio, la lucha armada o la revolución social, tan necesarias para un mundo sin estados ni clases sociales.

La historia del «movimiento de movimientos»

El «movimiento de movimientos» empezó siendo un fuerte movimiento de resistencia al neoliberalismo, principalmente (los anticapitalistas, siempre fuera de él, resistían y resisten al capitalismo, adopte la forma que adopte). Durante su época de mayor esplendor, llegó a poner a los partidos políticos burgueses al fondo de las manifestaciones, aunque nunca llegó a expulsarlos de la plataforma, cosa que cualquier plataforma anticapitalista hubiese hecho sin pensárselo dos veces (no solo lo hubiese hecho sino que las plataformas o agrupaciones anticapitalistas rechazan, por principio, aceptar a los políticos burgueses en sus filas). Gran logro para el orden democrático-capitalista fue el organizar conjuntamente con la policía los recorridos de las manifestaciones y los servicios de orden encargados de reprimir a los manifestantes que estaban dispuestos a enfrentarse a las grandes entidades capitalistas, pero ya se sabe que a la pequeña burguesía, a pesar de su «apoliticismo» (la única forma de lucha que no es válida, para ella, es precisamente la que hace daño al sistema capitalista) no le interesa el enfrentamiento con el sistema, sino su reforma y todo ello lo disfraza con la «protección de los manifestantes». Un servicio de orden que realmente tenga interés en proteger a los manifestantes no se dedica a molestar a los manifestantes, sino que se provee adecuadamente para enfrentarse a la policía y defender a los manifestantes en caso de carga policial, pero, eso significaría un choque abierto con los comandos armados del sistema capitalista, al que ellos protegen, y, desde luego, que los reformistas no desean que el movimiento se les vaya de las manos y adopte posturas realmente combativas contra el capitalismo. Por eso, su forma de lucha es el baile festivo, los carnavales festivos, las performances..., es decir, toda forma de lucha que no perjudique seriamente al sistema.

Actualmente, con la guerra de Irak, el movimiento antiglobalizador ha recibido un duro golpe, ya que, al ser mayoritariamente un movimiento sin ideas a largo plazo, fue incapaz de ofrecer una respuesta política a la guerra (al anticapitalismo le pasó algo similar, ya que no se dejó ver unido en las manifestaciones) y, debido a esto, los partidos y sindicatos del sistema pasaron a tomar directamente las riendas de las plataformas contra la guerra (y se rodearon de los movimientos sociales más respetuosos con la democracia) y se situaron en primera fila para posar en la foto. Estas plataformas no apoyaron la huelga general ni tampoco hicieron coincidir las manifestaciones con horario laboral dejando evidente, para quien quiera verlo, que no tenían ningún interés en detener la producción capitalista -lo único que podría detener una guerra causada por cuestiones económicas- por miedo a que la movilización se les fuese de las manos, se escapara de su guión pactado con el estado capitalista haciendo su papel de oposición responsable y no dañina con el capitalismo.

El todo vale

Otra de las caracteristicas del «movimiento de movimientos» es su teoría del "todo vale" -cualquier forma de lucha es válida salvo la anticapitalista, la revolucionaria-, que para luchar dentro de los márgenes de la democracia sirve. Pero cuando se trata de construir un mundo nuevo no se puede jugar con todas las barajas y se tiene que contactar con compañeros y grupos que no estén por quedarse estancados en lo que las democracias parlamentarias permiten y estén dispuestos a llevar a cabo una lucha que exija sacrificio, que no delegue el cambio de la sociedad en los dirigentes burgueses, que quiera participar de proyectos destinados a la sustitución del sistema capitalista por un sistema de propiedad común sin trabajo asalariado, que esté dispuesta a no colaborar con las cúpulas dirigentes del reformismo y todo esto conlleva insultos, burlas y mentiras desde los sectores reformistas (ver, por ejemplo, los comentarios de Susan George o Bernard Cassen sobre el Black Block por el simple hecho de ser anticapitalistas y no tener intención de unirse a sus plataformas reformistas y respetuosas con el sistema. Si no los tenéis, nosotr@s os los pasaremos).

El activismo por el activismo

Otro de los puntos característicos es su excesivo activismo, que, a veces, consiste en que se es activista más por "hacer algo más" que por conseguir objetivos concretos y factibles; por ejemplo, las actuales manifestaciones reformistas por Irak y Palestina que nada arreglarán, ya que, si cuando eran millones no cambiaron nada, ahora que son 4 gatos nada cambiarán. Y esto es un problema porque, con tanta actividad, no da tiempo a sentarse y reflexionar la utilidad de tu actividad. Según mi opinión, hay que luchar y ser activo, pero es realmente necesario también disponer de tiempo para sentarse y pensar sobre tus actos. ¿Por qué a las charlas asisten los de siempre? ¿Por qué sirven manifestaciones que no consiguen los objetivos que se proponían? ¿Por qué seguir con el discurso reformista, siempre con la excusa de "hacernos entender por la gente", si la gente no quiere seguir esa lucha? Dejo estas peguntas en el aire para que se las respondan, a sí mismos, aquellos compañeros que, participando en los foros, creen honestamente que combaten contra el capitalismo.

Lula y su régimen antiglobalizador

Lula es el primer abanderado de los foros sociales que ha conseguido llegar al poder y lo que está haciendo y diciendo, desde entonces, realmente ilustra, mejor que mil palabras, la diferencia existente entre lo que dice el Foro, en teoría, y lo que hace, en la práctica, cuando asume el poder de un país. Lula es un burgués autoritario que anda amenazando, de entrada, a todo el que, dentro de su partido, no asuma su forma de "mejorar el mundo". Va perdiendo su base social, a consecuencia, entre varias cosas, de la jerarquización del partido y los pactos con fuerzas burguesas. Mientras en los foros sociales se dice luchar contra el imperialismo, su único representante con poder ha eliminado toda consigna antiimperialista de su programa electoral. Pongamos ejemplos:

1- El PT defendía el rechazo de la deuda externa y hoy en día es un país ejemplar según el FMI
2- El PT defendía la socialización de la banca, del comercio exterior y de la industria nacional. Nada de estas 3 cosas se ha realizado.
3- ¿Que antiimperialista afirmaría que no va a afectar los intereses estadounidenses con sus decisiones políticas?

Por si queda algún iluso convencido, dejemos hablar a Lula durante la entrega que la gran burguesía le hizo del premio Príncipe de Asturias -en el que no tuvo inconveniente en posar con el príncipe español y políticos del PSOE, y, para colmo, donar el dinero del premio a la organización imperialista ONU donde se reúnen todos los países capitalistas del planeta. Pues bien, Lula dijo que las nuevas políticas que va a imponer no amenazan las inversiones y que quiere más capital español, para lo que espera que la visita de Aznar a Brasil ayude. Es decir, que se esforzó por dejar abierta la puerta para que las empresas imperialistas españolas aterricen en Brasil.
Ah, y, hablando de Aznar, recordemos textualmente las inolvidables palabras de Lula hacia el que, entre muchas otras cosas, hace poco estaba a favor de una guerra imperialista y hoy sostiene al ejército español en Irak: «Aznar me ha tratado con mucha dignidad y respeto cuando estuve en España y quiero retribuirle», «Aznar me ofreció todo lo que yo necesitara y pudiera ayudarme con Bush».

Propuesta anticapitalista

Como este texto no quiere quedarse en una simple denuncia de cómo está la situación actual, sino que además quiere ofrecer una salida anticapitalista y comprometida con un mundo nuevo a la situación actual, procedo a exponerla.
Queremos potenciar el movimiento anticapitalista -entendiendo como tal un movimiento que se declare contrario a la propiedad privada y el trabajo asalariado y no colabore con quienes, por las razones que sean (conscientes o inconscientes de ello), sí lo defienden-; queremos que el anticapitalismo se base en el apoyo mutuo y con continuidad entre los colectivos y no en colaboraciones esporádicas contra equis situaciones o cumbres de los poderosos. Queremos un movimiento donde se hagan trabajos en común entre distintos colectivos y compañeros y que no sea reunirnos para tal actividad y, luego, cada cual por su lado, aislados en nuestras propias luchas, sin mostrar solidaridad ni apoyar la lucha de los compañeros -esto suele pasar bastante en la antiglobalización que se reduce a apoyos esporádicos y, luego, el grueso de los movimientos tira para lo suyo ignorando a los demás, pero hay que luchar para que no pase en el anticapitalismo-. Queremos un movimiento donde internamente se tenga como base el respeto a las formas de pensar y actuar de cada cual, aunque no sean compartidas, ya que se trata de compañer@s que luchan por un mundo sin capitalismo (siempre alejándose de cualquier planteamiento de participación en las instituciones oficiales o de reforma del sistema), que es lo que, en el fondo, nos une.
Sin nada más que añadir, todo compañero o colectivo que sienta que merece la pena empezar a colaborar entre nosotros y no estar dispersos, pues sólo tiene, para dar el primer paso, que ponerse en contacto y podremos empezar a poner la primera piedra para, en el futuro, no andar resignándonos a ver cómo los foros reformistas no tienen oposición fuera y contra de ellos.

Salud y odio anticapitalista
Punkemon (KBA)

31 de octubre de 2003

 

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