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Estado español :: 11/01/2021

La salud del pueblo trabajador requiere medidas urgentes ya. No hay excusas.

PCPE

La salud del pueblo trabajador requiere medidas urgentes ya. No hay excusas.
Ante las cifras de la pandemia el primer objetivo es la salud y la vida del
pueblo
Declaración del III Pleno del Comité Central del Partido Comunista de los
Pueblos de España.
Los datos más recientes del desarrollo de la pandemia expresan, de forma
incuestionable, el absoluto fracaso del Gobierno de PSOE-UP. Su sometimiento político
a los intereses del capital llevará a la muerte a decenas de miles de personas. Las
fiestas han venido marcadas por una relajación en las medidas relativas a la actual
pandemia de la Covid-19. Esta rebaja no se ha sustentado en criterios sanitarios, sino
en criterios económicos, dentro de la falsa dicotomía entre economía y salud impuesta
por la patronal. Esto supondrá graves dificultades para los maltrechos servicios
sanitarios y directamente la muerte de decenas de miles de personas.
Es así de duro y por eso lo expresamos sin rodeos, pero es que la naturalización y
resignada aceptación de esta tragedia, no solo sume al conjunto de la sociedad en el
horror de la realidad de un sistema absolutamente individualista e insolidario, que
sitúa por encima de todo y como absoluta prioridad las ganancias del capital, sino que
la incapacita para regir el futuro de nuestro país si no es transformándola de raíz. Es un
modelo social fracasado que, además de hundido en la más profunda e irreversible
crisis estructural, ahora es el responsable directo de la muerte evitable de decenas de
miles de personas en nuestro país y de millones en el mundo, demostrando en la
práctica que no es reformable.
El virus sí sabe de clases, ante el virus las clases sociales no disponen de las mismas
defensas y son los sectores más explotados del pueblo los más golpeados. Pero como
ha quedado sobradamente demostrado, también sabe de gestión y retrocede ante las
medidas que se ocupan de combatirlo con una eficaz intervención social y poniendo a
disposición del pueblo la totalidad de recursos humanos, científicos y tecnológicos de
los que se disponen. Cuba, Vietnam o China, cada país con su peculiaridad, son
ejemplo de ello; España no, las cifras lo demuestran: España: 1.074 muertos/millón
habitantes; Cuba: 13 muertos/millón hab.; China: 3 muertos/millón hab.
datosmacro.com, 30/12/20.
La razón es que en nuestro país son otros los condicionantes que determinan las
decisiones en relación a las medidas de intervención ante una crisis sanitaria, y en vez
de definirse con criterios propios de la defensa de la salud pública, se hacen mirando la
pantalla del Ibex35 y la reacción de la burguesía Incluso en términos económicos, las
medidas que se toman están imbuidas del más estrecho cortoplacismo, que retrasa
más y más la superación de la crisis sanitaria y lo confía todo al éxito de la vacunación
(de la que también se hace negocio y se privatiza en todos sus estadios). La clase
dominante impone medidas centradas en salvaguardar los intereses de sectores
concretos sacrificando otros, y aprovecha la coyuntura para reestructurar el capital,
concentrar la riqueza, modernizar y tecnificar el trabajo y destruir empleo sobrante
para sus intereses. Las políticas de asistencia sanitaria en nuestro país se aplican a
partir de las directrices impuestas por la CEOE y otras organizaciones patronales. Son
los intereses económicos de las patronales los que están decidiendo qué se hace y
qué no. Y el Gobierno de PSOE-UP acepta estas imposiciones con una resistencia
testimonial e inútil.
Las personas fallecidas, y también las enfermas que padecen un largo proceso
hospitalario, son una consecuencia directa de este sometimiento político a la
dictadura del capital
Los/as políticos/as a su servicio ejecutan este plan a la perfección, sin demasiados
miramientos. Esa irresponsabilidad propia de gestores al servicio del Capital tiene
consecuencias y son personas con nombres y apellidos que fallecerán o padecerán un
largo proceso hospitalario y de sufrimiento, porque no se tomaron las medidas que
correspondían.
Lo dejamos por escrito para la Historia.
El discurso ideológico en torno a la responsabilidad individual, trata de tapar la forma
en que se está llevando el problema sanitario, y oculta, entre otras cuestiones, el grave
riesgo de contagio que supone tanto el desplazamiento al centro de trabajo la
actividad laboral en sí para millones de trabajadoras/es. Reivindicamos las conductas
socialmente responsables y disciplinadas que se corresponden con el comportamiento
social de la clase obrera, como ejemplo de la responsabilidad social de los trabajadores
y trabajadoras frente al individualismo burgués que nada sabe de ello. La única
libertad por la que luchan los ricos es la defensa de sus privilegios.
Por todo ello, el Comité Central del PCPE exige la aplicación de las siguientes
medidas:
:
1) Intervención gubernamental inmediata de todos los recursos públicos y
privados existentes y su puesta a disposición de las necesidades sociales y de la
gestión sanitaria planificada contra la pandemia, con la consecuente
nacionalización inmediata de toda la sanidad privada, incluidas las
residencias privadas o concertadas de personas mayores. No es posible que se
colapsen hospitales y mientras mueran personas sin disponer de UCIs, recursos
y atención necesaria y que la sanidad privada las tenga sin utilizar, a la espera
de pacientes que paguen por ellas. Poner fin a cualquier convenio de
colaboración de la sanidad pública con las empresas privadas y derogación
inmediata de la Ley 15/1997. Nuestra salud no es un negocio al servicio de
capitalistas carroñeros. No más subcontratación de servicios sanitarios
privados. Todos los recursos a la sanidad pública bajo una única dirección
política.
2) Contratación inmediata sin más excusa de los 1.244 médicos/as y 5.246
enfermeras/os que en enero de 2021 siguen en paro. Estabilización de las
plantillas sanitarias poniendo fin a los contratos en precario. No es posible
que la Atención Primaria siga sin profesionales suficientes, desorganizada, sin
atención presencial en muchos casos y sin una labor activa de intervención
comunitaria para atajar preventivamente la pandemia, mientras hay miles de
vacunas guardadas en almacenes y sin administrar a la población. Tras esta
medida, si fuese necesario por la gravedad de la situación, aceptar la ayuda
internacionalista de las brigadas médicas cubanas.
3) Confinamiento de la población a partir de determinado nivel de incidencia y
cese de la actividad no esencial para la reproducción de la vida, hasta lograr
reducir el porcentaje de incidencia.
4) Adopción de las medidas económicas y sociales necesarias que garanticen la
puesta en marcha de un Plan Urgente de Emergencia Social:
a) Más allá de los ERTE activados por el gobierno y de la puesta en
marcha real del Ingreso Mínimo Vital, exigimos una prestación
indefinida de desempleo para todos los trabajadores/as en paro.
Refuerzo de plantillas en los organismos encargados de la gestión de
recursos y prestaciones, especialmente el SEPE, recuperando la
atención presencial en todos ellos con plazos razonables de espera.
Aperturas de oficinas de atención ciudadana en los barrios obreros,
y refuerzo a los servicios sociales para garantizar el pleno acceso a
estos recursos y ayudas
b) Es necesario acabar con los desahucios de todas las personas
imposibilitadas de hacer frente a sus obligaciones hipotecarias y/o
de alquiler frente a grandes propietarios.
c) Ningún corte de suministros a las viviendas de las familias obreras
con sus miembros en paro. Regulación de precios, reversión de
todas las privatizaciones en la gestión de aguas y nacionalización de
las empresas energéticas.
d) Exigimos comedores sociales públicos en todos los barrios obreros
con mayores índices de paro, con especial atención a la población
infantil. La gestión de la pobreza no puede convertirse en una
oportunidad de negocio para las empresas privadas.
e) Expropiación de todo el parque de viviendas vacías propiedad de
bancos, fondos, inmobiliarias o grandes propietarios para constituir
con ellas una bolsa de vivienda social en alquiler.
f) Reversión de las privatizaciones en el ámbito de las prestaciones y
ayudas sociales, garantizando una gestión pública de calidad en toda
su extensión y evitando que las empresas puedan hacer negocio con
nuestras dificultades.
Hacemos un llamamiento al pueblo trabajador a organizarse y pelear
por el pan y la salud, para construir un futuro donde no se
sacrifiquen nuestros derechos y hasta nuestras vidas para que una
minoría siga acumulando más y más beneficios.
SOLO EL PUEBLO ORGANIZADO SALVA AL PUEBLO
10 de enero de 2020

 

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