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La persecución al comunismo continúa; la respuesta y la solidaridad, también.
Continuamente se demuestra que el sistema capitalista se basa en la dictadura de clase, la dictadura del Capital contra las clases populares. Toda una superestructura jurídica, ideológica y represiva que mantiene subyugada a la mayoría de la sociedad frente a los intereses de la burguesía. Todas las organizaciones y colectivos que deciden confrontar con este sistema de injusticia y desigualdad, son perseguidos, represaliados y atacados.
El movimiento comunista sufre especialmente represión y criminalización por parte de la clase burguesa y su dictadura. En toda Europa existe una agudización del autoritarismo, la fascistización y el anticomunismo desde hace años, especialmente recrudecido ante el proceso de construcción del polo imperialista europeo (expresado en la UE) y el fortalecimiento de sus aparatos represivos. Pero es en los antiguos países socialistas donde la restauración de la desigualdad capitalista tuvo en el anticomunismo el principal estandarte.
La KSM (Unión de la Juventud Comunista de la República Checa) ha sido ilegalizada, procesos políticos contra el Partido Comunista de los Trabajadores Húngaros, revisionismo histórico y condena de la lucha antifascista en Lituania, resolución anticomunista del Consejo de Europa, etc.
Ahora el nuevo caso de persecución se da en Ucrania, donde miembros del Partido Comunista de Ucrania y de la Unión de Jóvenes Comunistas Leninistas (KOMSOMOL) y otras organizaciones de izquierdas han sido detenidos/as, torturados/as y en algunos casos asesinados. El proceso político en el que se ven inmersos se conoce como "caso Odessa", son víctimas de un burdo montaje del gobierno de Ucrania donde se les acusa de atacar al orden constitucional y de repartir el periódico (Soviet de Diputados de Trabajadores). Es evidente que estamos ante un nuevo montaje político para ilegalizar al Partido Comunista de Ucrania y a su juventud.
Este proceso se enmarca en el proceso de fascistización y recorte de derechos y libertades que recorre Europa (en el estado español tenemos ejemplos recientes) y que afecta a todas las organizaciones y colectivos que confronten plenamente con el sistema capitalista.
Ante estos hechos el Comité Ejecutivo de los CJC se solidariza con los/as camaradas represaliados/as. Se hace, hoy más que nunca necesaria, revitalizar la respuesta a la criminalización del comunismo. Debemos denunciar en todos los frentes, centros de trabajo, estudio, barrios, pueblos y ciudades la represión y persecución al comunismo.
¡NO A LA CRIMINALIZACIÓN DEL COMUNISMO! ¡SOCIALISMO O BARBARIE!
Comité Ejecutivo de los CJC. 27 de Enero de 2008.
