Los romeros de la hoguera

inSurGente (Inti Tumaini).- El pueblo de Carcelén luchará hasta el último minuto para defender la tradición secular de Los Montones. Su alcalde, Ildefonso Vera, leyó un manifiesto de apoyo a esta celebración, que incluye la quema de unos montones de leña en el monte. También estaban presentes de manera "solidaria", porque tienen un problema similar, los romeros de San Bartolomé, con sus tradicionales hogueras que se celebran en el pueblo de Yeste. Los alcaldes de Carcelén y Yeste tienen el mismo mensaje contradictorio.Dicen que desean ser respetuosos con la ley vigente, pero¿cómo es posible respetar una ley que prohíbe hacer fuego en el monte y al mismo tiempo incendiarlo porque lo dicta una superstición?

El alcalde de Yeste, en un discursito incendiario(nunca mejor dicho)reconoció que, «si algún pueblo ha sufrido el efecto del fuego, si algún pueblo no quiere de ningún modo poner en peligro nuestro patrimonio natural, nuestro monte, ese es Yeste, que sufrió hace once años un incendio que arrasó 14.000 hectáreas". ¿Y después de semejante catástrofe quiere continuar con sus fuegos veraniegos?

Por su parte, el alcalde de Carcelén, afirmaba que "no vamos a renunciar a nuestra historia, nuestra cultura, nuestra tradición» ,o sea,a seguir quemando el monte. Parece que eso de ser pirómano -aunque en este caso sean pirómanos del Señor y de la Virgen María- o bien se hereda, o se lleva en la sangre.

La inflexibilidad de los burócratas podría hacer saltar chispas de alcance incierto, afirman, pomposamente, algunas fuentes con un cierto atisbo de amenaza. No deberían sentir excesivo temor pues, dadas las características religiosas de las celebraciones, si algún fuego se saliera de madre, siempre existiría la posibilidad de apagarlo con agua bendita.