Madrid 24N, emotivo homenaje, victoria popular.
Hoy no se les ha visto. Porque hoy se homenajeaba de verdad a Carlos, hoy se luchaba, hoy no había poses ni espacio para el oportunismo. La lucha es dura cuando es verdadera, y hoy ha sido ambas cosas. Hoy no ha habido un Llamazares que manchara con sus hipócritas palabras la memoria de Carlos, hoy no ha habido sindicalistas de pastel, ni oenegeros profesionales que justificaran sus lentejas montando una pantomima.
Con todo en contra, con cientos de antidisturbios tomando Madrid dispuestos a impedir cualquier agrupamiento. Entre cargas, acosos y bloqueos, una marea de rabia y solidaridad ha conseguido burlar a los represores y alcanzar nuestro objetivo: el más bello y emotivo homenaje a Carlos, el de sus auténticos compañeros, pues compañeros éramos todos los que allí estábamos. Cercados por la policía pero decididos a aguantar, entre aplausos, cánticos, lágrimas y abrazos, hoy sí, hoy Carlos ha sido homenajeado en Legazpi. Como él se merecía, luchando, conquistando a base de empeño y decisión el espacio y el tiempo necesarios para instalar una placa, una sencilla y bella placa que expresa a la vista de todos lo que cada uno llevamos ya grabado a fuego en nuestro interior.
Ahora es el momento de ver cómo podemos mantener esta atmósfera de fraternidad, de confianza, de sincera solidaridad que ha vuelto a unir en la lucha y en el respeto a múltiples tendencias anticapitalistas, antifascistas.
Ahora es el momento también de no olvidar a los detenidos. De pensar cómo organizar una eficaz estructura solidaria, apoyada por todos, que ampare de múltiples formas, incluyendo la económica, a todos nuestros detenidos, porque son nuestros, seamos quienes seamos. Con tan solo las cañas que cada manifestante se haya tomado hoy o se tome mañana, habría para cubrir de sobra abogados, multas, etc…
Y por supuesto, es el momento de seguir luchando. Esto no acaba en Noviembre. No olvidamos, tampoco perdonamos. Y algunos lo van a pagar.