Revolucionarios detenidos y torturados en Ucrania

REVOLUCIONARIOS DETENIDOS Y TORTURADOS EN UCRANIA
Traducción de Red Palante

Según información recibida de los activistas de izquierda Andrei Manchuk y Serguéi Kirichuk (Unión Panucraniana de Trabajadores), desde mediados de diciembre de 2002, el Servicio de Seguridad del Estado de Ucrania (SBU) detuvo y acusó a once activistas de izquierda, que ahora están bajo investigación preliminar, en la cárcel de la ciudad de Nikolaiev.

Andrei Yakovenko, primer secretario de la Liga de Jóvenes Comunistas Leninistas de Odessa y vicepresidente del consejo regional de la Unión Panucraniana de Trabajadores (VSR), fue acusado según el artículo 258 (4) del Código Penal de Ucrania por "organizar un grupo terrorista secreto estable con el propósito de derrocar violentamente el orden constitucional de Ucrania y tomar el poder estatal". Un "grupo terrorista criminal", supuestamente organizado por él, fue acusado de varios delitos.

Los ciudadanos ucranianos arrestados son miembros de la Liga de Jóvenes Comunistas Leninistas de Ucrania (LKSMU), la Unión Panucraniana de Trabajadores (VSR) y el Partido Comunista de Ucrania (KPU). Según sus familiares, la policía y la seguridad del Estado no se identificó, como la ley lo requiere, al arrestar a estos activistas de izquierda. Se allanaron apartamentos de otros miembros de esas organizaciones. Algunos de los apartamentos fueron puestos bajo vigilancia.

Doce personas fueron arrestadas. Son: Ciudadanos rusos:
Igor Danilov, Anatoli Plevo, Ilia Romanov, Alexander Smirnov
Ciudadanos ucranianos:
Oleg Alexeiev, Serguéi Berdiuguin, Nina Polskaya, Andrei Yakovenko, Alexander Guerasimov, Denisov, V. Zinchenko,
y un ciudadano moldavo:
E. Semionov.

Esta lista no es completa y puede necesitar alguna revisión. Hasta el momento no se han podido establecer los nombres y patronímicos exactos de algunos prisioneros.

Según reportes de los familiares de los detenidos en Ucrania, a comienzos de agosto de 2002, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, antigua KGB) de la ciudad de Nikolaiev empezó a vigilar a los jóvenes activistas de izquierda, incluyendo algunos miembros de la Liga de Jóvenes Comunistas, en las ciudades de Odessa y Nikolaiev. La vigilancia se hizo de forma casi abierta. Los arrestos comenzaron alrededor del 13 de diciembre. Sin embargo, formalmente fueron registrados después, en el caso del ciudadano ruso Alexander Smirnov sólo el 23 de diciembre. El evento clave fue el allanamiento en la noche del apartamento en Nikolaiev. A medianoche, una unidad especial, perteneciente a la policía o a la seguridad del Estado, detonó la puerta del apartamento arrendado donde se encontraban Igor Danilov, Nina Polskaia, Oleg Alexeiev y Serguéi Berdiuguin. Sorprendido por el violento asalto, Danilov abrió fuego sobre los asaltantes, pudiendo herir a alguno de ellos.

Luego vinieron los arrestos de activistas de izquierda en Odessa y una serie de allanamientos en Odessa, Nikolaiev, Kiev y Dnepropetrovsk. Hay evidencia de allanamientos en Jarkov y otras ciudades. Unidades especiales arrestaron gente en la calle sin mostrar órdenes de captura. Cualquier reacción refleja a estos arrestos sorpresivos es calificada como "resistencia a la autoridad’.

La seguridad del Estado organizó gigantescos allanamientos. Así, el del apartamento de Yakovlenko fue hecho por unos 25 agentes de los servicios de seguridad. Incluso se utilizó equipo de detección de minas. Pero según la información que tenemos, excepto en el apartamento asaltado de Nikolaiev, no se encontraron armas. Durante los allanamientos la seguridad del Estado incautó material de prensa de la izquierda rusa.

Aunque la operación fue diseñada y preparada por el SBU, los arrestados fueron puestos en los sótanos de los edificios de la policía local. Como los allanamientos no dieron los resultados esperados por la seguridad del Estado, el periodo entre las detenciones y los arrestos formales de los jóvenes comunistas (cuando no tuvieron el derecho de consultar un abogado) fue usado para torturas con el fin de obtener "confesiones" de actividades "terroristas". La extrema brutalidad de esas torturas es evidente, según hemos podido conocer por la condición de los arrestados. Oleg Alexéiev perdió un ojo (según su abogado), y el joven Yakovenko sufrió un ataque cardiaco. Danilov fue torturado tan brutalmente que se ignora si aún está vivo. Después de haber sido sometidos a torturas, algunos de los arrestados no pudieron ni siquiera firmar sus propias "confesiones" de actividades "terroristas". A sus familiares se les negó ver a los arrestados. Las torturas continúan.

El Consulado Ruso en Odessa, en cabeza del cónsul-consejero Vladimir Antipenko, se negó a aceptar la declaración de los familiares de los arrestados y a enviar un representante del consulado a hacer presencia en los interrogatorios de los ciudadanos rusos arrestados. Según Antipenko, "si fueron arrestados, eso quiere decir que lo merecían". Los abogados de los detenidos pidieron que se difunda la información sobre este asunto en los medios masivos de comunicación, para detener las torturas de los jóvenes prisioneros. La prensa burguesa tanto en Ucrania como en Rusia han mantenido casi absoluto silencio al respecto.

Según fuentes cercanas al SBU, el principal objetivo de esta operación es demostrarle al presidente Kuchma la existencia de organizaciones terroristas en Ucrania, la utilidad y la efectividad del SBU y su "Departamento Antiterrorista", creado hace varias años para combatir el terrorismo y proteger el orden constitucional de Ucrania. El aparato de seguridad del Estado que diseñó y ejecutó esta operación espera prevenir una mayor reducción de su presupuesto en las condiciones de profunda crisis económica en Ucrania.